Claribel Alegría: Entrevista (Managua, 29 de abril de 1997)




Claribel Alegría: Entrevista (Managua, 29 de abril de 1997)

TONY VELÁSQUEZ University of Toronto

Tuve el honor de conocer a Claribel Alegría, por primera vez en el Teatro Presidente de San Salvador, la tarde del 23 de abril de 1997. Desde Toronto yo habla estado en contacto con ella a través de correo electrónico y me habla informado de su viaje a su país, El Salvador, para la presentación de sus dos libros de poesía: Umbrales y Clave de mi? Me impresionaron, particularmente, la energía y dulzura que irradiaba mientras daba lectura de sus «poemas de amor». Una semana más tarde me encontré con ella en su casa de Managua para hacerle esta entrevista, que muy amablemente me concedió. Aquí la poeta nos habla de su vida y de varias de sus obras ya bien conocidas globalmente. También nos da su visión sobre ciertos aspectos de interés para aquellos que en el futuro decidan estudiar su obra seriamente. Mi encuentro con ella fue gracias a la beca Milton A. Buchanan concedida por el Departamento de Español y Portugués de la Universidad de Toronto, Canadá.

Antes que otra cosa me gustaría preguntarle, ¿cómo se define Claribel Alegría?

C.A.: (Sonríe) Tú defineme...

T.V.: ¿Se definiría como poeta o como narradora?

C.A.: En realidad creo que mi pasión es la poesía. Pero claro, yo uso

mucho la narrativa. Me divierto mucho escribiendo la narrativa, me gusta, pero mi pasión es la poesía.

T.V.: ¿Qué la motivó a seguir la profesión de escritora?

327


 Tú>,)’ Velósquez Claribel A¡agrias ErnnMs¡a

C.A.: Yo qué sé que es lo que motiva, mucha suerte quizás, porque en casa, allá en Santa Ana, me crié con mi abuelo, mis padres que tenían biblio- tecas muy buenas. Empecé a leer desde muy pequeña —me encantó la litera- tura. Mi madre siempre me estaba recitando poemas de la Edad de Oro Española; San Juan de la Cruz, Santa Teresa. Mis padres siempre estaban trayéndome libros, de Gabriela Mistral, por ejemplo, de Rómulo Gallegos, de Rubén Darío. Me crié en ese ambiente, y me acuerdo —ya lo he dicho otras veces— que una vez estaba yo leyendo un libro de Rilke que se llama Cartas a un joven poeta, y ahí sentí algo especial y dije: «yo eso quiero ser. Yoquieroserpoeta».Eselibrofueelquemeconmocionótantoquemeque- dé toda la noche despierta diciendo: «no importa que digan lo que sea, yo quiero ser poeta,» y desde ese entonces empecé a trabajar disciplinadamen- te en eso.

T.V.: Como escritora, ¿piensa Ud. que el escritor está llamado a jugar

algún papel en la sociedad, en vista de lo que está pasando a su alrededor? C.A.: Bueno, para mí el oficio de escribir es un oficio como tantos otros,

y así como el zapatero tiene que hacer buenos zapatos, el escritor está llama- do a comunicar, a comunicar ideas, a comunicar sentimientos.

T.V.: ¿Usted cree que la fuerza de la literatura puede de alguna manera influir en el pensamiento de las personas para conseguir cambios en la socie- dad?

C.A.: A veces sí. Por eso es tan delicado eso de escribir, y bueno, a veces puedes cambiar ideologías, —eso depende del escritor, de qué tanta fuerza tenga él para convencer y de que en realidad esté diciendo la verdad. Pero tie- ne esa gran arma. Es una gran arma la escritura, y sí, yo pienso que puede hacer cambiar.

TN.: ¿Qué opiniones tiene sobre la crítica literaria, ya de su obra o en general?

C.A.: Bueno mira, yo antes me asustaba mucho por la crítica, ahora ya no, —ya no me importa— es decir, si es buena me alegro y si es mala... Yo antes me decía «Dios qué barbaridad, qué cosa más terrible lo que ha salido sobre mi obra,» y me asustaba y me afligía. Ahora ya no hago eso, sino que la leo con detenimiento. Si es una crítica que no es muy favorable, trato de aprender de esa crítica. Trato de aprender qué es lo que verdaderamente quie- ren decir Si es una crítica honesta eso siempre sirve; una crítica constructiva de la que hablaba Oscar Wilde.

T.V.: Claribel, ¿qué me puede decir con respecto al compromiso político del escritor y de lo privado y lo público en su obra, por ejemplo?

Anales de Literatura Hispanoamericana

2000, nY29: 327-346

328


 Tony Yelá.rqt¿ez ClaribelAlegría. Entrevista

C.A.: Yo, naturalmente, estoy con mis pueblos, por lo que mis pueblos anhelan. Quiero mejorías. Tú has visto cómo estamos aquí de mal. En toda Centroamérica hay mucha pobreza, mucho desempleo. Y claro, entonces, sobre todo en mi narrativa, en mis testimonios, pongo lo que veo, tal como está. Trato de hacer un retrato para que los otros lo miren. En cuanto a los poemas yo no siento que tengan compromiso político. Ya lo he dicho tam- bién, muchas veces. Mis poemas son poemas de amor a mis pueblos. No me siento a escribir poemas sobre algún hecho político. No, de ninguna manera. A veces los han llamado poemas políticos pero esa no es mi intención por- que yo pienso que para hacer literatura política, bueno.., para eso están los testimonios, para eso están los panfletos. Creo que la poesía no. Ahora claro, hay cosas que a mí me han golpeado mucho y también tienes derecho a escri- bir sobre ellas, ¿no? Algunas muertes, por ejemplo la de Monseñor Romero, que te llegan al corazón, ¿por qué no vas a escribir un poema sobre eso? Igual

que una puesta de sol, igual que si estás enamorado, igual que la muerte... Yo a mis poemas los veo, ya te dije, como poemas de amor. Ahora, en lo que sí, verdaderamente, he tratado de retratar situaciones y que puedes decir tienen más compromiso político tal vez, es en los testimonios y en algunas de las novelas.

T.V.: ¿Cómo ve el futuro de un mundo que cada vez se va derechizando más y más?

C.A.: Se va derechizando más y más, así pienso yo. Pero bueno, esas cosas cambian. A mí me aflige mucho. Tú oíste el poema que yo leí ¿ver- dad?, el penúltimo de Umbrales, que es el «Ojo de cuervo». Viene de regre- so el cuervo y está viendo que no ha cambiado nada, y esto le produce deses- peración enorme. Pero siempre hay un rayito de esperanza. Siempre. Ahora, uno pregunta hasta cuándo, porque a mí a veces me entra la desesperación de la pobreza, de la miseria, de las condiciones en que están viviendo nuestros pueblos, pues no ha cambiado desde que yo era niña.

‘LV.: La escritura literaria muchas veces alcanza a grupos selectos y no a las grandes masas que podrían beneficiarse más por el trabajo que los escri-

tores «comprometidos» están haciendo por ellos. ¿Qué cree usted que se podría hacer para alcanzar a llegar a los grupos que no tienen el acceso que un intelectual, por ejemplo?

C.A.: Eso es lo tremendo, y eso lo sé yo. Fijate que para mí sería una maravilla que mucha gente de mis pueblos me leyera. Yo estaría feliz, encan-

tada de la vida, pero imposible porque el analfabestismo es muy grande y no sólo eso, sino que la pobreza es muy grande. Entonces, aunque sepan leer, no

329

Anales de Literatura Hispanoamericana 2000, nY29: 327-346


 Tony Velásquez Cari bel 4legria: Entrevista

tienen acceso a comprar un libro, y es así como acabamos escribiendo para una élite. Eso no es lo que yo quisiera, yo les quisiera llegar a todos, pero es muy dificil.

T.V.: 1-le notado que la Ceiba, el árbol, es muy importante, en su poesía sobre todo.

C.A.: Sí, muy importante en mi poesía. Había una Ceiba cuando yo era niña, —una enorme Ceiba— frente al parque Colón, y nosotros íbamos al parque Colón con otros amiguitos a jugar Ahora ya no está ahí, ya no existe aquella Ceiba. Ahí había perros callejeros, ahí iban vendedoras ambulantes. Para mí era un mundo enorme. Yo me quedaba maravillada con ese tronco de la Ceiba, tan enorme y esas ramas... Ese árbol es nuestro símbolo, no sólo de El Salvador sino que de toda Centroamérica. La Ceiba para mi siempre tuvo

un poder especial y, cuando yo me fui de El Salvador a los 18 años, fui a des- pedirme de mi Ceiba... (sonríe).

T.V.: Claribel hábleme un poco sobre la influencia que tuvo su madre en la visión política que usted pasó a desarrollar en sus años como escri- tora.

C.A.: Su visión política en la mía no fue tanto como la de mi padre. La influencia de mi madre era más en la literatura. Ella sabía mucho. Era una mujer muy, muy culta. Leía muchísimo, no se interesaba demasiado por la política. Ella siempre estuvo del lado de los oprimidos pero nunca se dedicó a la política. Mi padre, en cambio, sí. Entonces, ini padre, siendo nicara- gúense, estaba en contra de Somoza totalmente. Nos vinimos sobre el 1925, más o menos la época de Sandino —lo matan en el 34, ¿no?— Luego ya vie- ne Somoza, mi papá era un gran sandinista, simpatizaba muchísimo con el sandinismo y con todo lo que Sandino decía. Fue un gran enemigo de Somo- za y fue un hombre muy valiente. Cuando yo tenía unos 12 años, el viejo Somoza —tú sabes que duró mucho tiempo— mandó un emisario a mi casa para decirle a mi papá que olvidara las diferencias y que eligiera la Embaja- da que él quisiera, en cualquier parte del mundo. Mi papá le mandó a decir que él jamás estaría al servicio de un tirano y le dijo al señor (emisario) que se fuera inmediatamente de ahí. Era muy valiente mi padre, si, y él, sobre todo, estaba más interesado en la política nicaragúense. Se murió deseando el triunfo de una Revolución, en 1965.

TAS.: Y su madre murió en el 1982, ¿no? C.A.: Sí, en el 1982.

T.V.: ¿Y de dónde surgió la idea de la trama para Cenizas de Izalco, en donde la hija regresa al funeral de la madre, porque la escribió en 1960 y los

qies de Literatura hispanoarnericana

330

), ni 29: 327-346


 Tony Velásquez Claribel Alegría: Entrevista

datos que aparecen en la trama, muchos se refieren a su madre que no mue- re hasta 20 años más tarde, ¿no? Claro, el eje central de la obra es la Matan- za de 1932 en El Salvador.

C.A.: Sí, mira te voy a decir como fue. Estaba obsesionada porque yo tenía 7 años cuando la Matanza de Izalco ocurrió. Eso fue en el 1932. A prin-

cipios del 1932, yo tenía 7 años —nací en el 1924 pero hasta en mayo, asi que 7 años— El dormitorio mío y el de mi hermanito pequeño estaban fren- te a la Guardia Nacional y nosotros veíamos todos los días a los campesinos que traían amarrados por los pulgares, y el Coronel Salinas, que era el Coro- nel de turno los abofeteaba —eso lo cuento en Cenizas de izalco. Luego, por las noches oíamos tiros y la Nana, que era de Izalco, la Chus, nos decía que eso era que los habían matado. Nos decía después: «unitos quedaron en Izal- co...». A mí eso me impresionó espantosamente. Bueno, después yo crecí, creí que era imposible que las dictaduras cambiaran. Pensaba que eso era una peste en Centroamérica y que con la ayuda de los norteamericanos a las dic- taduras, nosotros jamás íbamos a cambiar. Pero vino la Revolución de Cuba y yo me entusiasmé muchísimo, y si ellos pueden, ¿por qué no nosotros? Ellos que están ahí nomás, tan cerca del monstruo, y empecé yo a pensar y empecé a recordar, y empezaban todas mis vivencias otra vez a aflorar. Mi marido —él era un hombre muy inteligente— me dijo: «Claribel, y ¿por que no escribes esto?,» pero yo me reía y le decía que no. Un día cuando estaba viviendo en París fue Carlos Fuentes el que me dijo: «Claribel, estás obse- sionada con esos recuerdos de El Salvador. Tienes que escribirlos». Pero yo no me animaba porque mi oficio era el de poeta. Juan Ramón Jiménez fue en ese sentido, muy estricto conmigo y me decía que había que tener oficio para ser poeta, para ser novelista y yo nunca había tenido un oficio de narra-

dora, solamente de poeta. Y entonces Bud, mi marido, que era periodista, me dijo: «hagamos un intento de hacerlo los dos».

T.V.: Me imagino que debe haber sido muy lindo trabajar juntos, ¿no?

C.A.: Bellísimo, Tony, bellísimo.., nos tirábamos los platos a la cabeza al principio... (ríe), pero después fue muy lindo porque los dos pensamos: «bue- no, mirá, tenemos que ser más humildes». Lo que hicimos fue hacer el esque-

ma de lo que queríamos que fuera la novela y para decir todo lo que yo me acordaba. Ese fue el primer libro que salió después de La Matanza. Después salió otro que se llama cabalmente La Matanza de un norteamericano, Tho- mas Anderson. El nos cita a nosotros ahí. Nadie había escrito nada de eso, era una barbaridad. Entonces nosotros inventamos una historia de amor que la entretejimos para poder contar la historia completa.

331 Anales de Literatura Hispanoamertcana 2000, nY 29: 327-346


 Tony Velásquez Claribel Alegria: Entrevista

T.V.: ¿Los personajes son todos extraídos de ese medio histórico en que les tocó vivir?

C.A: Sí, claro. Muchos están basados en gente que yo conozco. Hay incluso muchas cosas del carácter de mi padre en el doctor Rojas, también hay mucho de mi madre en la señora. Claro, sí, mira, el gringo no fue inven- tado totalmente, pero desde luego toda la historia de amor es totalmente inventada... (ríe).

T.V.: Se redefine la historia de El Salvador a través de Cenizas de Izal- ca...

C.A.: Exactamente. Así es. Fue una manera dc exorcizar mis fantasmas en esa novela.

T.’V.: El escritor y crítico guatemalteco, Arturo Arias ha dicho que con Cenizas se transforma la narrativa centroamericana. ¿Usted que piensa sobre

esto?

C.A.: Ojalá fuera cierto... (sonríe).

T.V.: ¿Podría decirse que su obra en general es producto de las memorias

de historias contadas por otros que han estado en contacto directo con estas cosas y que también son recuentos de cosas personales por parte suya?

C.A.: Sí, sí, como en Cenizas de Izalco que ya te conté. Fue una cosa de ese trauma mío de lo que presencié y de lo que oí contar.. entonces viene de la realidad. Después en las novelas hay muchas memorias también, claro, y otras cosas que son inventadas. Por ejemplo, digamos Álbum familiar es inventada porque yo nunca me casé con un francés ni nada de eso, pero sí quería entender algo de lo que yo era parte, de una familia a la que no le importaba nada —la familia de mi madre— no le importaba demasiado la potítica y todo eso y a mi tampoco me importaba al principio, pero entonces vinieron cosas, como te digo, que en Álbum familiar no digo, que es la Revo- lución Cubana, sólo digo que es la nícaragúense en el período de Nicaragua. Pero que si, que vinieron cosas como las de Cuba, como las de Nicaragua que me hicieron dar una gran vuelta y me hicieron verdareramente tomar conciencia y decir: «no, yo tengo que hacer algo por mi pueblo». Yo pienso que en todas las novelas, en todas las narraciones hay mucho de uno; hay muchas experiencias. Es la realidad y es la fantasía.

T.V.: La mayoría de su obra fue escrita fuera de El Salvador ¿Usted cree que hubiera escrito de manera diferente si lo hubiera hecho dentro del país?

C.A.: Yo creo que sí. Habría sido muy diferente porque la perspectiva habría sido otra. Y en ese sentido yo creo que es bueno el exilio porque uno ve al país desde otra perspectiva, desde afuera. Ahora, no hay que alejarse

AnalesdeLiteraturaHispanoamericana 332 2000, nY29:327-346


 Ton Velásquez Clan bel Alegria: Entrevista

demasiado tampoco. Yo estoy muy contenta de estar de vuelta en Centroa- mérica.

T.V.: Cuando usted y su esposo decidían escribir conjuntamente, ¿qué métodos de preparación y disciplina seguían?

C.A.: Bueno, mira, por ejemplo para hablar de la novela (Cenizas), por- que escribimos una novela juntos y todos los libros de testimonio. En la novela, ya te dije, hicimos los dos el esquema, nos inventamos la historia de amor y entonces él pensó que él iba a hacer todo lo de Frank y que yo iba a hacer todo lo de Carmen. El escribía en inglés y yo le traducía y, al revés, yo escribía en español y él me traducía. Y cuando hacíamos las traducciones nos tomábamos libertades, cambiábamos, agregábamos y quitábamos, y eso nos llevaba a pleitos muy serios hasta que te digo, tuvimos que aceptar la humildad. Pero entonces al final, fue una cosa muy linda, muy bella, porque yo te digo francamente, él y yo nos reíamos porque no sabíamos quién había escrito qué. Al principio fue él la voz masculina y yo la voz femenina pero yo tuve que ver mucho también con la voz masculina y él también con la femenina.

T.V.: ¿Y fue este el caso con los testimonios también?

C.A.: Con los testimonios es otra cosa muy diferente porque con ellos lo que hacíamos era que íbamos a entrevistar a la gente, así fue por ejemplo con No me agarran viva. Yo vine a Nicaragua a visitar a un montón de mujeres que habían trabajado con Eugenia, y después de hacer las entrevistas las veí- amos todas y entonces buscábamos cómo estructurar el testimonio y en esto, te voy a deciruna cosa, él como periodista era el que llevaba el timón. Yo era como su co-piloto... (ríe) En la novela Cenizas de Izalco fuimos iguales los dos. En los testimonios también, fuimos los dos los que escribimos todo, pero él es el que sabía estructurarlos mejor. El era la voz cantante.

T.V.: ¿Entonces él estaba más familiarizado con ese subgénero?

C.A.: Claro porque él era periodista.

‘LV.: El testimonio se estableció, en 1970, por Casa de las Américas

como subgénero literario. ¿Fue entonces que ustedes decidieron darse a cono- cer como cultivadores de dicho subgénero?

C.A.: Fíjate que eso debe de haber influido pero te mentiría si te dijera que así fue. ¿Sabes cómo surgió lo de los testimonios?, te voy a contar., ganó la Revolución Sandinista y mi marido, que era muy aventurero, me dijo: (nosotros vivíamos en Mallorca), «Claribel, ¿no te gustaría ir a Nicaragua unos seis meses y que entrevistáramos a mucha gente y que escribiéramos un libro histórico?,» un libro que fuera testimonial pero histórico también.., y

333

Anales de Literatura Hispanoamericana

2000, nY 29: 327-346


 Tony Velásquez Clan bel Alegría: Entrevista

arrancamos desde William Walker en el siglo pasado y terminamos con el triunfo de la Revolución. Así fue como empezamos y nos enamoramos de este género. Nos gustó muchísimo. Nos enriqueció el hablar con tanta gente, tantas opiniones distintas porque nosotros entrevistamos a gente de todos los bandos. Entonces, cuando estábamos en Mallorca —nos regresamos a Mallorca, a nuestra casa a escribir el libro— me acuerdo que ahí yo conocí a un muchacho. El era guatemalteco pero había peleado en la guerrilla salva- doreña.Mecontóanécdotasdesumujer,AnaMaría,quehabíacaídoencom- bate, y se le nublaron los ojos, se le llenaron de lágrimas los ojos, diciéndo- me: «si yo pudiera escribir, yo escribiría esta historia,» y yo tuve un impulso y le dije: «yo la voy a escribir». Y entonces él se puso muy contento y se regresó para Centroamérica. Vino a Nicaragua y consiguió que yo me entre- vistara (yo también vine a Nicaragua), con muchas de las personas que habí- an trabajado cerca de Ana María, muchas de las mujeres, y para mí ese libro fue uno de mis libros más enriquecedores. Ahí aprendí mucho de cómo es nuestra mujer, el valor enorme que tiene nuestra mujer salvadoreña. Aprendí también sobre las condiciones de vida porque yo no sabía, yo no había vivi- do eso, no sabia sus condiciones de vida. Medio me las imaginaba pero una cosa es que medio te las imagines y otra cosa es ya estar dialogando con alguien que te cuenta lo que sufrió. Me quedé horrorizada porque a la mujer salvadoreña la trataban peor que a un animal.

T.V.: No me agarran viva me parece un texto muy original. Parece que sigue un poco la metodología propuesta por la Casa de las Américas, pero por otro lado, es un libro muy innovador. Estoy pensando en el primer capitulo del libro donde los hechos se ficcionalizan debido a la falta de testigos que vieran lo que realmente le ocurrió a la protagonista.

CA.:Exacto.Parasertetotalmentehonesta,contodomiamorymigran

cariño por la Casa de las Américas, nunca seguimos esa metodologia, sino que fue una metodología nuestra.

T.V.: A Luisa en el país de la realidad lo han llamado testimonio pero no se parece nada a otros testimonios suyos... estoy pensando precisamente en

No me agarran viva.

Luisa en e/país de la realidad no es testimonio, también lo han llamado

novela y no lo es. Es un libro muy suis generis. Empecé a escribir ese libro, te voy a decir cómo: Julio Cortázar y su primera mujer, también su segunda mujer, fueron muy amigas mías y de Bud. Yo les contaba cosas de mi niñez en Santa Ana y a Julio siempre le fascinaron y me decía: «Claribel tienes que escribir eso, tienes que escribir eso». Entonces yo le decía: «A mi no me inte-

Anales de Literatura Hispanoamericana 2000, nY 29: 327-346

334


 Tony Velásquez ClaribelAlegria: Entrevista

resan esas cosas,» pero empecé a escribirlas y las dos mujeres de él también me decían, sobre todo la última, Carol, a quien yo le dedico el libro: «tienes que escribir eso Claribel,» y bueno empecé a escribir trocitos de cosas que yo me acordaba de mi infancia y de mi adolescencia en Santa Ana —los niños somos crueles, ¿verdad?, son crueles— (sonríe).., muy crueles y ven con mucha profundidad.

T.V.: Son muy honestos...

C.A.~ Sí, muy honestos. Entonces yo empecé a escribir eso y cuando ya llevaba como la mitad del libro, en esos relatos me di cuenta que necesitaba poemas para subrayarlos. Entonces el libro no es ni novela ni testimonio, es

un collage.

T.V.: Claribel, las dos grandes poetisas de este siglo que han salido de El

Salvador han sido Claudia Lars y usted, pero me parece que su poesía ha des- bordado fronteras de lenguaje y todo, pues muchos, sino todos sus libros están traducidos en otros idiomas, y en cambio los de ella no.

C.A.: (Sonríe).., suerte, suerte... Claudia Lars era una gran poeta, efecti- vamente. Pero en esos tiempos todavía no se traducía mucho a la gente. Fija- te que a mí no me pasa, por ejemplo, que Salarrué casi no ha sido traducido. Salarrué es un gran escritor, gran, enorme narrador. Claro, lo que pasa con Salarrué es que es muy dificil de traducirlo a otros idiomas porque el len- guaje que él usa es tan salvadoreño, sobre todo sus Cuentos de cipotes.

T.V.: Si mal no recuerdo, el escritor salvadoreño, Alvaro Menéndez Leal dijo una vez que había que re-escribir la obra de Salarrué para poder tradu- cirla.

C.A.: Exactamente, así es..

TAJ.: ¿En algún momento encontró que como mujer y como latinoameri- cana se le dificultaba más publicar sus obras?

CA.: Sí, claro que sí. Y eso ahora sucede menos pero sigue sucediendo. Mira, incluso yo he hablado con algunos editores amigos míos que riéndose me dicen que si hay dos obras muy buenas, igualmente buenas, y sólo pue- den publicar una, —una de un hombre y una de una mujer— ellos se incli- nan a publicar la del hombre. Siempre este machismo. Ahora ya es menos; en mis tiempos era un espanto eso. En mis tiempos cuando yo era una adoles- cente, les prohibía a mis padres que dijeran que yo escribía porque me veían como un animal raro, como un bicho raro... (sonríe).

TAJ.: ¿Usted se considera escritora feminista?

C.A.: Si soy. A mi manera soy feminista. Claro que sí porque yo quiero iguales derechos para la mujer y para el hombre. No hay por qué el hombre

335

Ana/es de L.ilerantra Hispanoamericana

2000, nY29:327-346


 Tony Velásquez ClaribelAlegría:Entrevista

tiene que tener más derechos que la mujer. Ahora, de eso a odiar a los hom- bres, ¡no! Yo amo a los hombres,.. (ríe).

T.V.: ¿Qué piensa sobre el feminismo y la política del mismo que se han venido desarrollando en estas últimas décadas?

C.A.: Yo creo que eso está muy bien. Creo que la mujer va cobrando cada vez más fuerza, y que la mujer va exigiendo cada vez su sitio. Ahora, como te decía hace un momento, los extremos, no. Yo pienso que la mujer y el hombre se deben de complementar, y eso sería una maravilla. Tuve eso en mi matrimonio. Sé la riqueza que eso es. Así que se tienen que complementar el uno al otro. No hay que renegar de ellos porque si no ya estamos siendo noso- tras también machistas, y eso no quiero yo. Yo quiero igualdad como te decía. «¿Qué es lo que más quiere usted para su país, para sus pueblos?,» me pre- guntan. Pido iguales oportunidades para el hombre y para la mujer, que se reconozca justamente a la mujer. ¿Qué es eso de que hasta hace poco se decía que la mujer tenía un intelecto inferior? Puras mentiras! Era falta de oportu- nidades, eso era todo.

T.V.: ¿Cuál considera usted el libro más importante de todos los que ha escrito de narrativa o de poesía?

C.A.: ¡Ay no sé! No te sabría decir en absoluto. Luisa es uno de ellos y creo que Umbrales, pero no sé, no sé...

T.V.: Fue en los años 40 que usted estuvo en los Estados Unidos, ¿no? C.A.: Si, así es.

T.V.: ¿Cómo era el ambiente allí con respecto a los latinoamericanos?

Recuerdo que en Luisa se hace referencia a un ambiente de racismo...

C.A.: Eso.., esa cosa, la que me pasó cuando fui a un restaurante con mis amigas y cuando vi ese letrero que decía: «No dogs or Mexicans allowed,»

me chocó espantosamente porque yo no lo había notado. No sabía muy bien, sabía que había algo contra los negros pero no sabia que había algo contra los latinos. No, nunca me había dado cuenta de eso. Y cuando me di cuenta me horroricé. Ahora, yo en carne propia nunca lo sentí, pero eso fue también como en carne propia porque me sentía identificada.

TAJ.: ¿Cómo llegó usted a ese proceso de concientización que refleja la mayoría de sus obras?

C.A.: Bueno, mira... viví lejos de mi país. Siempre iba a El Salvador a ver a mis padres todos los años y observaba y leía todo lo que pasaba. Ade- más, Bud, mi marido, era un hombre con mucha conciencia, mucha concien- cia política. El estuvo siempre con los latinoamericanos. El me hablaba mucho de eso... poco a poco me fui concientizando y luego después con lo

Anaks de Literatura Hispanoamericana 2000, nY 29: 327-346

336


 Tony Ve/dsqwrz Ciar/bel Alegría: Entrevista

de la guerra de la Revolución Sandinista que ganó y luego nuestra guerra, que nunca ganó, —se frustró, ¿verdad? Yo leía mucho, veía mucho, oía mucho y bueno, ¿cómo no se va a concientizar uno? Tenía ganas de ser útil de alguna manera.

T.V.: ¿Todavía sigue escribiendo bastante?

C.A.: Mucho. Cuando murió mi marido pasé una época muy mala y ya

no tenía ganas de escribir ni de nada, pero no sé qué haría sin la poesía. Ella me ha rescatado.

TAJ.: ¿Qué planes tiene para los próximos años? ¿Ha pensado en escribir alguna otra novela?

C.A.: No sé todavía fijate. Estoy haciendo un libro de poemas. Estoy escribiendo algunos cuentos cortos también.

T.V.: Dígame una cosa, ¿por qué escogió Nicaragua y no El Salvador para establecer su residencia permanente después de largos años en otros paises?

C.A.: Como te conté, nos vinimos a Nicaragua con el triunfo de la Revo- lución Sandinista, para escribir ese libro. En El Salvador Sabia guerra; no se podía vivir en El Salvador en ese tiempo. Entonces nos vinimos para acá con la intención de seguir en Mallorca pero después de volver acá, yo le dije a mi marido que nos viniéramos del todo. El estaba encantado. Me acuerdo que una vez un periodista norteamericano nos hizo una entrevista y me dice a mí eso, que por qué yo estoy ahora aquí, después de 20 años en Europa y otro tanto en Estados Unidos y le digo yo, «porque estas son mis raíces». Enton- ces le dijo a mi marido: «¿y usted?» y él le respondió: «porque mis raíces están en Claribeh>. Te voy a regalar un libro de él, unos cuentos...

TAJ.: Gracias... ¿A propósito, cómo ve el futuro de la literatura en El Sal- vador?

C.A.: Ay, espero que bien. Espero que bien. Mira, la vez pasada que estu- ve, no esta vez que te conocí a ti, sino que la vez anterior, me llegaron a visi- tar algunas muchachas, entre las cuales yo vi algunas que verdaderamente prometían. Y ahora yo pienso que entre los más jóvenes que conozco, por ejemplo en la narrativa, está este muchacho Horacio Castellanos Moya, que me parece muy bueno.

T.V.: Claro, el autor de La diáspora...

C.A.: Sobre todo hay uno de cuentos que me gusta más y que se llama El

gran masturbador. Me gusta mucho; él me lo regaló. Me parece que tiene mucho talento. Hay una muchacha que vive aquí en Nicaragua que también escribe cuentos y que yo creo que promete. Ella se llama Jacinta Escudos. Luego está Miguel 1-luezo Mixco, como poeta y como ensayista, que también

33?

Ana/es de Lilenflura Hispanoamericana

029: 327-346 2000, n.


 Tony Velásquez Claribe/Alegria: Entrevista

me gusta. Pienso que deben haber muchos otros que yo no conozco y otros más jóvenes, como ya te decía, esas muchachas que me llegaron a visitar la vez pasada para darme algunos poemas. Parece que con la guerra esto como que se estancó un poco, ¿verdad?

T.V.: Sí, bastante...

C.A.: Se estancó mucho, sí

T.V.: ¿Se siente satisfecha con todos sus logros, por ejemplo poner a El

Salvador y por qué no, a toda Centroamérica en el mapa de la literatura lati- noamericana? Yo creo que usted ha hecho una excelentísima labor.

C.A.: Ay, tan lindo... (sonríe), yo de eso no voy a hablar.. (ríe)... Quisie- ra hacer más, quisiera haber hecho mucho más.

T.V.: Si existiera algo que usted pudiera cambias ¿qué sería eso?

C.A.: Que todos tuviéramos las mismas oportunidades. A mí me duele el

alma cuando veo esos muchachitos que están oliendo pega pega por el ham- bre y que no van a la escuela. ¡Cuántos talentos se pierden por esto! Que todos tuviéramos las mismas oportunidades, eso quisiera yo. Que todos nues- tros niños fueran a la escuela, que hubiera instituciones de salud buenas para ellos, que pudieran realizarse, porque si no, es espantoso. Con esa tristeza me voy a morir

T.V.: Bueno Claribel, gracias por su valioso tiempo conmigo, si tuviera algunas últimas palabras para cerrar la entrevista, me encantaría escucharlas...

C.A.: (Sonríe)... Estoy muy contenta de haberte conocido. ¡Muy conten- ta! Te voy a regalar un libro de Umbrales.., y si quieres, un roncito antes de irte... ¿esperamos por un roncito?... (sonrisas).

Anales de Literatura Hispanoamericana

2000, nY 29: 327-346

338


 Tony Velásquez

Clanbel Alegria: Entrevista

Blbliografia selecta de ClaribeI Alegría

Poesía ¡Antologías

Anillo de Silencio. México. Editorial Botas. 1948. SuiteofLave,Anguish,andSolitude.BuenosAires.BrigadasLíricas.1951.

Vigilias. México. Poesía de América. 1953.

Acuario. Santiago de Chile. Editorial Universitaria. 1955. Huésped de mi tiempo. Buenos Aires. Amerícalee. 1961.

Vía única. Montevideo. Alfa. 1965.

Aprendizaje. San Salvador Editorial Universitaria. 1970.

Pagaré a cobrar y otros poemas. Barcelona. Ocnos. 1977.

Sobrevivo. La Habana. Casa de las Américas. 1978. (Premio Casa de las Américas. 1978).

Trespoemas. Madrid! Palma de Mallorca. Papeles de Son Armadans. 1978. Suma y sigue. Madrid. Visor 1981.

Flores del volcán / Flowers from dic Va/cano. Antología traducida por Carolyn Por- ché. Pittsburgh. University of Pittsburgh Press. 1982.

Poesía viva. London. Blackrose Press. 1983. Petil Pays. París. Editorial Femines. 1983.

La mujer del rio Sumpul. Bogotá. Editorial del Museo Rayo. 1987. Y este Poema-río. Managua. Editorial Nueva Nicaragua. 1988.

Mujer del río ¡ Woman of the River. Traducido por Darwin Flakoll. Pittsburgh. lJni- versity of Pittsburgh Press. 1989.

Fugues. Willimantic, CT. Curbstone Press. 1993.

Variaciones en clave de mi. Madrid. Editorial Líbertarias/Prodhufi. 1993.

Clave de mí. San José, Costa Rica. Editorial Universitaria. 1996. Umbrales ¡ Thresholds. Willimantic, CT. Curbstone Press. 1996. Umbrales. Madrid. Editorial Visor. 1996.

Umbrales. San Salvador. Dirección de Publicaciones e Impresos. 1997.

Novela

Cenizas de Izalco. En colaboración con Darwin Flakoll. Madrid. Seix Barral. 1966.

(Publicada por el Ministerio de Educación de El Salvador en 1976 y CONCUL- TURA en 1997; por EDUCA, San José, Costa Rica en 1982 y por UCA Edito- res en El Salvador en 1987, [variasediciones respectivamente]. Finalista del pre-

mio internacional de novela Seix Barral en 1962.

Ashes of Izalco. Traducida por Darwin Flakol!. Wíl!ímantic, CT. Curbstone Press.

1989.

339 Ana/es de Literatura Hispanoamericana 2000, 0.0 29: 327-346


 Tony Velásquez Claribel Alegría: Entrevista

Novelas cortas

E/detén. Barcelona. Lumen. 1977

ATaren en barque sur la mer. París. Mercure de France. 1983. (Versión francesa de El

detén).

Apage Satanas. Warsaw, Polonia. n. p. 1985. (Versión polaca de El detén). Album familiar. San José, Costa Rica. EDUCA. 1984. Segunda edición.

Familiealbum. Holanda. Van tl3ennep Publishers. 1984. (Versión holandesa de Album familiar).

Family Album. London. The Women’s Press. 1990. (También publicado por Curbsto- ne Press en 1991).

Pueblo de Dios y de Mandinga. Barcelona. Lumen. 1985. (Tres novelas codas). Pueblo de Dios y de Mandinga: Con el asesoramiento científico de Slim. México.

Era. 1985.

Despierta mi bien, despierta. San Salvador LICA Editores. 1986. (Segunda edición. 1987).

«Juego de espejos». Novela corta en Repertorio Americano, Costa Rica. 1970. (Incompleta).

Cuentos

Tres cuentos. San Salvador. Ministerio de Cultura. 1958.

El niño que buscaba a ayer. México. Editorial CIOCLI SC, sE

«El niño que buscaba ayer» en Revista de Estudios Centroamericanos 53. 6 (sep- tiembre 1951), págs. 365-370.

«The Awakening» en Scents of Wood and Silence: Short Stories by Latin American Women Writers. Edited by Kathleen Ross and Yvette Miller. Pittsburgh. Latín

American Literary Review Press. 1991, págs. 30-33. «TheStoryoftheUnhappyWillow». TraducidoporDarwinFlakoll. Childrenr Lite-

rature 17(1989), págs. 135-141.

«Granny and the Golden Bridge». Traducido por Darwin Elakoll. Tite Massachusetts

Review 27 (Fall¡Winter 1987), págs. 503-505.

«La abuelita y el puente de oro» en 17 narradoras latinoamericanas. Editado por

Carmen Rivera lzcoa. Santa Fé de Bogotá. Talleres Gráficos de Lemer Ltda. 1996, págs. 29-36.

«Hoardíng House». Traducido por Darwin Plakoll. And We Sold Ihe Ram: Contem- porary Fictionfrom Central America. Edited by Rosario Santos. New York. Four

Walls Eight Windows. 1988, págs. 171-182.

«When 1 was a Child» en When 1 was a Child. Editado por Barbara Rosen. Storrs,

Conneticut. Bibliopola Press. 1992, pág. 21.

Anales de Literatura Hispanoamericana

0 29: 327-346 2000. n.

340


 Tony Velásquez Claribel Alegria: Entrevista

Col/age

Luisa en el país de la realidad. México. Volvo i Climens. 1987. (Segunda edición por la UNAM. 1994).

Luisa en e/país de/a realidad. San Salvador. UCA Editores. 1997.

Luisa in Realityland. (Versión inglesa de Luisa en el país de la realidad, traducida

por Darwin Flakoll). Willimantic, CT. Curbstone Press. 1987.

Testimonios con Darwin Fía/coli

No me agarran viva, la mujer salvadoreña en lucha. México. Era. 1983. [Tresedi- ciones]. (También por la {JCA editores, San Salvador. 1987. [Dosediciones].

They Won ‘t Take Me Alive. London. The Women’s Press. 1987. Para romper el silencio. México. Era. 1984.

Fuga de Canto Grande. San Salvador. UCA Editores. 1992.

Tunnel To Canto Grande. Willimantic, CT. Curbstone Press, 1996.

Somoza, expediente cerrado. Managua. El Gato Negro. 1993. DeathofSomoza.Willimantic,CiCurbstonePress.1996.

Nicaragua: La Revolución Sandinista: una crónica política, 1855-1979. México. Era.

1982.

Otras publicaciones/traducciones con Darwin F/akoll

La encrucijada salvadoreña. Barcelona. CIDOB. 1980.

«Claribel Alegría. (1924-)» en Contemporary Authors Autobiography Series 15

(1992), págs. 1-15.

Cienpoemas de Robert Graves. Barcelona. Lumen. 1982. [2.0 edición 1984].

Nuevas voces de Norteamérica. (Antología poética). Barcelona. Plaza y Janes. 1983. New Voices of Hispanic America. (Antología poética). Boston. Beacon Press. 1962.

The Cyclone. (Novela de Miguel Ángel Asturias). London. Peter Owen Ltd. 1967. El hereje. (Obra teatral en verso de Morris West). Barcelona. Pomaire. 1969. UnstilíL<fe:AnIntroductiontotheSpanishPoetryofLatínAmerica.(Antologíade

poesía latinoamericana editada por Mario Benedetti). New York, Harcourt, Bra-

ce and World, Inc. 1969.

Viva Sandino. (Ensayo de Carlos Fonseca). Managua. Vanguardia. 1985.

Nuestra pequeña región de por aquí: Política de seguridad de los Estados Unidos.

(Ensayo de Noam Chomsky). Managua. Nueva Nicaragua. 1989.

La sonrisa deljaguar. (Ensayo de Salman Rushdie). Managua. Vanguardia. 1989.

341

Ana/es de Literatura Jlispanoatnen cano

2000, nY 29: 327-346


 Tony Velásquez Claribel Alegria: Entrevista

Qn the Front Line: Guerrilla Poetry of El Salvador, (Antología de poesía guerrille- ra). Willimantic, CT. Curbstone Press. 1990.

The Patient Impatience. (Ensayo de Tomás Borge). Willimantic, CT. Curbstone Press. 1992.

Homenaje a E/Salvador. Madrid. Visor. 1981. (Antología poética de autores latino- amencanos prologada por Julio Cortázar).

Obra ensayística

<CheWriter’sCommitment»enLivesontiteLines:TiteTestimonyofContemporary Latín American Authors. Ed. Doris Meyeít Los Angeles. University of California

Press. 1988, págs. 306-11.

«Our Little Region» en Being America: Essays on Art, Literature and Identityfrom

Latín America. EtAs. Rachel Weiss aud Alan West. New York. White Fine Press. 1991, págs. 41-50.

«The Politics of Exile» en You Can ‘t Drown tite Fire: Latín American Women Wri- ting in Exile. Ed. Alicia Partnoy. San Francisco. Cleis. 1988, págs. 171-177. «Re Two Cultures of El Salvador» en Tite Massachusetts Review 27 (Fall/Winter

1986), págs. 493-505.

«Literatura y liberación nacional en El Salvador» en Casa de/as Américas 21. 126 (mayo-junio 1981), págs. 12-16.

«Para la Revolución Cubana en sus diez años» en Casa de las Américas 51-52 (noviembre 1968-febrero 1969), págs. 76-77.

«LatinidadandtheArtist»enCriticalFictions:TitePoliticsofImaginativeWriting. Ed. Pbilomena Mariani. Seatíle. Bay. 1991, págs. 104-107.

«Ser mujer poeta en El Salvador» en Mujeres de palabra. San Juan. Editorial de la Universidad de Puerto Rico. 1994, págs. 41-47.

«La lucha liberadora de El Salvador: Un desafio a las pretensiones imperialistas de Reagan» en Nuestra América en lucha por su verdadera independencia. México.

Nuestro tiempo. 1981, págs. 180-186.

<Che Last 48 Hours: 15-17 July 1979» en Fiction International: Central American

Wrihng 16. 2 (1986), págs. 32-37.

«The Work of Writing anó Internal Exile» en Tite Sonoma Mandala Literary Review.

California. Sonoma State University. 1987, págs. 20-46.

«Clash of Cultures» en índex on Censorsití>. 15.8 (September 1986), págs. 28-30. «Tensar el arco: carta» en Casa de las Américas 25. 145-46 (julio-octubre 1984),

págs. 111.

«En torno a la cultura norteamericana» en Revista de la Biblioteca Nacional de El

Salvador V (mayo-agosto 1949), págs. 109-115.

Anales de Literatura Hispanoamericana

029: 327-346 2000, n.

342


 Tony Velásquez Clan bel Alegria: Entrevista

Entrevistas selectas

Aguilera Díaz, Gaspar. «De Cronopios, desaparecidos, encuentros y poesía nicara- gúense de hoy: Entrevista con Claribel Alegría». México. UNAM. 1986.

Azucena, Miguel Ángel. «Charla con Claribel» en Letraviva 1. 1 (mayo 1979), pág. 8.

Carney, Jeanne. «Visiting a Mythical Country: An Interview with Claribel Alegría» en Tidepools 2. 1 (n. d.), págs. 36-38.

Forché, Carolyn. «Interview with Claribel Alegría» en índex on Censorsitip 13. 2 (April 1984), págs. 11-13.

Garzón Céspedes, Francisco. Respuestas sobre el amor testimonios de trece poetas. Madrid. Libertarias/Prodbufi, S. A. 1993, págs. 27-42.

Graham-Yool, Andrew. «Claribel Alegría: The Smile Amid the Sadness» en After tite Despois: Latin American Views and Jnterviews. London. Bloomsbury Press.

1991, págs. 138-45. HuezoMixco,Miguel.«Unabuenaestrella:entrevistaconClarihelAlegría»enCul-

itura 77 (septiembre-diciembre 1996), págs. 80-95.

Moraña, Mabel. «Desde las entrañas del monstruo» en Brecha 7. 313 (noviembre 29.

1991), págs. 20-21.

Moreno-Brown, Iris. «Entrevista con Claribel Alegría: 15 de octubre de 1994». «The Second Literary Face of Claribel Alegría: Comparative Analysis of Four Narra- tive Works. 1966-1987». Diss. Vniversity of Kentucky 1995, págs. ¡79-194.

Moyers,Hill.«ClaribelAlegría»enTiteLanguageofLife:AFestivalofPoets.New York. Doubleday. ¡995, págs. 4-16.

Namer, Claudio. «Una entrevista a Claribel Alegría» en Alero 19 (1976), págs. 39- 43.

Perdomo, Miguel Aníbal. «Obsesiones y conjuros en la obra de Claribel Alegría» en Hoy isla abierta. Santo Domingo: n. p., (agosto 26. 1989), págs. 16-18.

Phillips Mcflowan, Marcia. «Closing the Circle: An Interview with Claribel Alegría» en Claribel Alegría and Central American Literature: Crítica? Essays. Edited by Sandra M. Boschetto-Sandoval and Marcia Phillips McGowan. Athens, Ohio.

Ohio University Center for International Studies. 1994, págs. 228-245. Rodríguez Sosa, Fernando. «No puedo tolerar la indiferencia» en Revolución y cul-

tura. La Habana: o. p., (septiembre 1981), págs. 20-21.

Taylor,Alexander.«ConversationinManagua.1987:AnInterviewwithClaribelAle- gría and Darwin J. Flakoll». Willimantic, CI. Curbstone Press. 1989.

Valenzuela, Luisa. «Dearest Friends: Claribel and Bud» en Tite Village Voice. New York: (August 14, 1984), págs. 19-20.

343

Anales de Literatura Hispanoamericana

2000, o.’ 29:327-346


 Tony Velásquez Claribel Alegria: Entrevista

Poesía publicada en textos, antologías y revistas

Agosín, Marjorie. These Are Not Sweet Girís: Poetry lw Latin American Women. Fre- doria, New York. White Fine Press. 1994, págs. 245-251.

Argueta, Manlio. Poesía de El Salvador. San José, Costa Rica. EDUCA. 1983, págs. 125-33.

Armijo, Roberto, y Rigoberto Paredes. Poesía contemporánea de Centro América. Barcelona. Los libros de la frontera. 1983, págs. 77-79.

Baeza Flores, Alberto. Antología de la poesía hispanoamericana. Buenos Aires. Tir- so. 1959, págs. 278-80.

Benedetti,Mario.UnstilíLife:AnIntroductiontotiteSpanishPoetryofLatinAmen- ca. Traducido por Claribel Alegría y Darwin Flakoll. New York. Harcourt, Bra- ce and World, Inc. 1969, págs. 87-91.

— Poemas de amor hispanoamericanos. Uruguay. Arca Editorial. 1973, págs. 139- 140.

Boccanera, Jorge. Palabra de mujer: Poetisas de ayer y hoy en América Latina y España. México. Mexicanos Unidos. 1982, págs. 150-151.

Crow, Mary Woman Who Has Sprouted Wings: Poems by Contemporary Latin Ame-

2nd edition. Pittsburgh. Latin American Literary Review Press. 1987, págs. 173-185.

Duarte de Romero, Refugio et al. Mujeres en la literatura salvadoreña. San Salva- dor. Imprenta Public. 1997. 56+.

Escobar Galindo, David. Indice antológico de la poesía salvadoreña. 4a edición. San Salvador. UCA Editores. 1995, págs. 503-511.

Espada, Martin. Poetry LiAr Bread. Willimantic, Conneticut. Curbstone Press. 1994, págs. 22-39.

Flattley, Kerry, and Chrís Wallace-Crabbe. From tite Republie of Conscience: An InternationalAnthologyofPoetry.Victoria,Australia.AirdBooks.1992,pág.

56.

Forché, Carolyn. Against Forgetting: 20th Century Poet,-v of Witness. New York.

W W Norton Company, Inc. 1993, págs. 587-591.

Gallegos Valdés, Luis, y David Escobar Galindo, Poesía femenina de El Salvador:

Breve antología. San Salvador. Dirección de Publicaciones. 1976.

García Brito, Horacio. El Salvador en armas. La Habana. Casa de las Américas.

1984, págs. 59-63.

Giosefti, Daniela. Women on War. New York. Simon and Scliuster. 1988, pág. 183.

Golden, Renny. Tite lufaur of tite Poor, tite Hour of Women: Salvat/oran Wornen Spe- ak. New York. Thc Crossroads Publishing Company. 1991.

Hopkinson,Amanda.LoversandCorarades:Women~ResistancePoetryfroin&n- tralAmerica. London, England. The Women’s Press. 1989, págs. 17-18.

rican Women Poets.

Anales de Literatura Hispanoamericana 2000, u.’ 29: 327-346

~344


 Tony Velásquez ClaribelAlegria: EntreeHa

McClatchy,J.D.TiteVintageBoa/eofContemporaryWorldPoetry.NewYork.Viii- tage Books. 1996, págs. 509-518.

Meyer,Doris,etal.ContemporaryWomenAutitorsofLatinAmerica.NewYork.Bro- oklyn College. 1983.

Meyer, Michael. Tite Redford introduction to Literature. 2nd Edition. Boston. Bedford

Books of Saint Martin’s Preas. 1990, pág. 877.

Montagut, Jorge. Las mejores poesías de amor mexicanas y centroamericanas. Bar-

celona. Bruguera. 1970, págs. 23-24.

Murgula, Alejandro, y Barbara Paschke. Volcán: Poems from Central America, a

Bilingual Anthology. San Francisco. City Lights Books. 1983, págs. 22-25. Ochester, Ed, and Peter Oresick. Tite Pittsburgh Roo/e of Contemporary American

Poetzy. Pittsburgh. University of Pittsburgh Press.. 1993, págs. 2-II.

Patterson, Wohl. Poetisas de América. Washington. The Mitchell Press. 1960, págs.

93-94.

Pfeiffer, Ema. Torturada: Von Scitl¿icittern und Geschlechtern. Texte Lateinamerika-

nisciterAurorínnen zy Foleer undpolitíscher Gewalt Viena. Verlag. 1993, págs. 145-156.

Saerma, Osvaldo. Tierra de nadie: Antología de nueve poe/as latinoamericanos. Heredia, Costa Rica: n. p., 1994, págs. 121-143.

Shaff’er-Koros, Carole M., and Jessie M. Reppy. Explorations in World Literature. New York. Saint Martinls Press. 1994, págs. 191-199.

Skugga, Jaquarernas. Dikterfrán Centralanierika tolkadear lasse Sóderberg. Stock- holm. Falths. Várnanio. 1985, pág. 34.

Tapscott, Stephen. Twentieth-Century Latin American Poe/vi: Á liilit¡g¡tal Anthology. Austin. University of Texas Press. 1996, págs. 294-296.

Vásquez Montalbán, M. Con Nicaragua: Homenaje al pueblo nicaragilense. Madrid. Ayuso. ¡985, pág. 18-19.

Yanes, Gabriela, et al. Mirrors of War: Litera/are and Revolulion in El Salvador. Tra- ducido por Keith Ellis. Toronto. Between the Lines. 1985.

Zamora, Daisy. La mujer nicaragiiense en la poesía. Managua. Nueva Nicaragua. 1992,págs. 107-156.

Zinimerinan, Marc. Nicaragua in Reconsíruction: Tite People Speat Minneapolis, MEP Publications. 1985. N., p.

«Poemas» en Tite Paris Review 30 (PalI 1988), págs. 154±. «Poemas» en Cultura 54 (octubre-diciembre 1969), págs. 129-136.

«Poemas» en Híspamérica 18. 52 (abril 1989), págs. 63-65.

«Poemas» en 1-lispamérica 12. 36 (diciembre 1983), págs. 57-59.

«Poemas» en Repertorio americano: cuadernos de cultura ¡¡¿<pdnicc¡ 28. 5 (agosto

10. 1948), pág. 75.

«Poemas» en Repertorio americano: cuadernos de cultura hispánica 24. 20 (diciem-

bre 18. 1943), págs. 316-17.

345

Ana/es de LÚe,a/wa Hispanoamericana

2000, nY 29: 327-346


 Tany Velásquez Clan bel Alegria. Entrevista

«Poemas» en Repertorio americano: cuadernos de cultura hispánica 29. 20 (enero 20. 1949).

«Poemas» en TriQuarterly 77 (Winter 1989-1990).

«Poemas» en Tite Worldg Best Poetry Supp/ement Y Twentietit Century Women

Poets. Great Neck, New York. Poetry Anthology Press. 1987, págs. 12-17. «Poemas» en Sonoma Mandala Literany Review. California. Sonoma State University

Press. 1987, págs. 20-46. «Poemas»enCalyx:AJournalofArtandLiteraturebyWomen5.2-3(1980-81),

págs. 4. «Poemas»enPoetrvJreland:SpecialIssue.ModernLatinAmericanPoetryanAnt-

hology witit a Critical Introducrion. 18-19 (Spring 198’?).

«Poemas» en Prometeo: Revista latinoamericana de poesía 30-31 (1993), págs. II-

16.

«Poemas» en Prometeo: Revista latinoamericana de poesía 32 (1993), págs. 74-82.

«Poemas» en Memoria de américa en la poesía: Antología 1492-1992. Paris. Edi- ciones Unesco. 1992, pág. 172.

«Poemas» en Colorado State Review 7. 1 (Falí 1979), págs. 4-7.

«Poemas» en Cahiers dii monde hispanique et luso-brésilien 29 (1977), págs. 185-

188.

«Poemas» en Tite Chowder Review 9 (1977), págs. 45-61. «Poemas»enParadigmShift:TIteInternationalJournalofRadicalCreativityand

Spiritualily 4. Kent, England. Chatham, u. d., 3-4.

«Poema» en (‘arlos Fonseca en la poesía latinoamericana: Antología. Managua.

Dirección Política MENT. 1987, págs. 29-30.

«Poemas» en Texto y Contexto 22 (octubre-diciembre 1993), págs. 185-86. Santa Fé

de Bogotá, Colombia,

«Poemas» en índex oit Censorship 13. 2 (April 1984), págs. 13-14.

«Poemas» en índex on Censorsitíp 17. 5 (May 1988), págs. 112-13.

«Poemas» en Casa de las Américas 8. 48 (mayo-junio 1968), pág. 93; 10. 60 (mayo- junio 1970), págs. 78-81; 20. 17 (noviembre-diciembre 1979), págs. 78; 21. 124

(enero-febrero 1981), págs. 99-100; 22. 12$ (septiembre-diciembre 1981), págs. 51-52; 33. 190 (enero-marzo 1993), págs. 122-124; 31.182 (enero-marzo 1991),

págs. 76-77; 27. 160 (enero-febrero. 1987), págs. 52-55; 24.140 (septiembre- octubre 1983), págs. 62-64.

Anales de Literatura Hispanoamericano 2000, o,’ 29: 327-346

346


Comentarios

Entradas populares