El Evangelio de cada día
Lucas 4,14-22a
Hoy se cumple esta Escritura
Lectura del santo evangelio según san Lucas:
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.
Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor." Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: "Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír." Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios.
JUEVES DESPUÉS DE LA EPIFANÍA NAVIDAD: UN AMOR QUE PROVOCA, UN AMOR QUE BUSCA LA LIBERACIÓN INTEGRAL DEL SER HUMANO.
ResponderBorrarNo podemos dejar de agradecer a Dios porque por medio de su Hijo ha encendido la luz de su eternidad para toda la humanidad, y mucho menos podemos dejar de suplicarle que nos conceda la gracia de alcanzar el pleno conocimiento de la gloria de nuestro redentor, para disfrutar de su resplandor eterno.
Continuamos en este tiempo precioso de la Navidad orando con el salmo 71, suplicándole a Dios para que rija a su pueblo con justicia, a sus humildes con rectitud, porque Él intercederá por el pobre y lo bendecirá, Él será la bendición de todos los pueblos. Es a este Rey Pastor, a este Rey que está siempre pendiente de cada uno de sus súbditos, al que le invocamos y al que le pedimos su protección. Es este Rey servidor, buen Pastor, el que nos invita a manifestarle el amor, en el amor a los hermanos, en el conocimiento y cumplimiento de sus mandamientos que no son una carga sino una ayuda para aligerar y hacer más plena la existencia y la relación con los demás.
El resplandor que Dios nos quiere comunicar a través de su Hijo amado, es nuestra liberación integral, aquella de la que nos habla San Lucas en el evangelio citando al profeta Isaías: Jesús el Dios hecho hombre, poseedor del Espíritu, dador del Espíritu, ungido por el Espíritu, es el portador de la buena noticia para los pobres, de la liberación para los cautivos, el que da la vista a los ciegos; este es el desafío que recibimos nosotros los que hemos celebrado la Navidad: hacer de nuestra vida un espacio serio de liberación integral para nosotros y los demás, procurando la transformación del corazón, la mente y las estructuras que oprimen y deshumanizan. Continuemos viviendo este tiempo de Navidad, en la alegría de saber que Dios está con nosotros, y que apoyados en Él y por Él, podremos transformar nuestra Vida y ofrecer una alternativa Real a nuestros hermanos.