POR UNA EVANGELIZACIÓN QUE GARANTICE LAS “3 T”



FORO: “TIERRA, TECHO Y TRABAJO en el pensamiento del Papa Francisco” Olga Consuelo Vélez Caro Doctora en Teología


Introducción

La realidad actual es desafiante. Muchas personas, de todos los Continentes, están siendo golpeadas por unas políticas económicas y sociales que solo benefician a unos pocos, dejando a las mayorías con las brutales consecuencias de aumento de pobreza y exclusión. Para el Papa Francisco estas realidades son parte inherente de la fe. Por eso Él habla de la “dimensión social de la evangelización”, en la que se incluye explícitamente la realidad económica. Además, el Papa se ha reunido tres veces con los movimientos populares, animándolos a que reclamen sus derechos. Esta preocupación por lo social no es exclusiva de este Pontífice, ni de la vida de la Iglesia, pero tal vez en Él lo hemos visto más claro porque con su propio testimonio, denuncia los estilos de vida que ponen por delante el tener, el poder y el honor y en su magisterio la preocupación por los pobres se ha constituido en el hilo conductor del mismo. Cabe recordar que estamos situados en Latinoamérica, cuna de la llamada teología de la liberación, quehacer teológico que se ha visto fortalecido con el magisterio de Francisco porque esta teología tomó como punto de partida la experiencia de Dios en los pobres, lo que la hace coincidir con el magisterio del Papa. No estamos afirmando que el Papa es teólogo de la liberación, pero si afirmamos esa coincidencia fundamental que permite que se enriquezcan mutuamente teología y magisterio, como debería ser siempre en la vida de la Iglesia.

Profundizaremos, entonces, el magisterio pontifico en los puntos que acabamos de mencionar con el ánimo explícito de hacer la fe vida y la vida compromiso cristiano. El método latinoamericano del ver- juzgar-actuar, que estructura este encuentro, permite que traigamos en este espacio el horizonte hermenéutico que ilumina la realidad, para “juzgar” lo que no corresponde al plan creador y lanzarnos a un “actuar” creativo y transformador que haga posible vislumbrar los signos del reino en este presente, abierto siempre a la plenitud del futuro definitivo que esperamos.

1. La dimensión social de la evangelización

No es novedad hablar de la dimensión social de la evangelización. Basta recordar la Doctrina Social de la Iglesia1 para constatar esa relación intrínseca entre evangelio y realidad social. Pero lo que si resulta novedoso es que el Magisterio del Papa Francisco haya dedicado tanto espacio2 a este tema en su primera Exhortación Apostólica, aspecto que, siendo tan fundamental, ha traído tantas controversias en los últimos años en América Latina por temores, algunas veces legítimos3 pero, otras, respondiendo solamente a imaginarios infundados.

Ya desde los años 70s en América Latina se vivió esa búsqueda de articulación entre compromiso social y fe cristiana pero no a la manera de “obras de asistencia o misericordia cristiana” –que siempre han existido en la Iglesia-, sino preguntándose por las causas de la injusticia social y exigiendo una transformación de esa realidad desde el imperativo del Evangelio. La teología de la liberación, nacida en

------------------------------

1 Pontificio Consejo Justicia y Paz, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, Librería Editrice Vaticana, 2005.
2 Ochenta y un (81) números de los doscientos ochenta y ocho (288) que constituyen la Exhortación Apostólica Evangelli Gaudium.
3 Basta recordar los dos documentos de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la teología de la liberación (Instrucción sobre algunos aspectos de la Teología de la Liberación, 1984 e Instrucción sobre la libertad cristiana y la liberación, 1986), en los que sin condenarla, dejan ver los temores y críticas que el término “liberación” suscita.

----------------------------

el Continente Latinoamericano, supo poner en el centro de su reflexión “la experiencia de Dios en el pobre y el oprimido”4, manteniendo como inspiración central de su trabajo teológico, a lo largo de estos ya más de 40 años, la “opción preferencial por los pobres”5, no sin afrontar desánimos y contradicciones.

El papa Francisco desde el inicio de su pontificado, ha despertado muchas esperanzas, no sólo en el Pueblo de Dios en general, sino entre los teólogos y teólogas de la liberación6 porque en su testimonio de vida, en sus palabras y en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium7, los pobres y el compromiso con su inclusión social, son eje central. De hecho, desde su elección, explicitó su deseo sobre la Iglesia: “como quisiera una Iglesia pobre y para los pobres”8 (198). Ahora bien, parece que ese dinamismo tuvo su origen más allá de sus mismos deseos. Según él mismo dijo, la inspiración del nombre que escogió para su ministerio, vino de las palabras del Cardenal emérito de São Paulo -Claudio Hummes- quien, cuando era evidente su elección como Papa, le abrazó y le dijo: “no te olvides de los pobres”9. Es decir, el Espíritu Santo sopló fuerte en aquel conclave y los pobres se convirtieron como siempre han de serlo- en el centro de atención del compromiso cristiano. No es de extrañar entonces que el Capítulo IV de la EG esté dedicado a la “Dimensión social de la Evangelización”. Nos ocuparemos, a continuación, de algunos de los planteamientos más significativos de este capítulo.

1.1 El anuncio del Kerygma y la dimensión social del Evangelio

La labor misionera de la Iglesia comienza con el anuncio del kerygma. Y este anuncio tiene ineludiblemente una dimensión social porque “la vida comunitaria y el compromiso con los otros” son el corazón mismo del Evangelio (177). Ahora bien, estas afirmaciones no son una exigencia nueva. Nos remiten a la Exhortación Apostólica de Paulo VI, Evangelii nuntiandi10, documento obligado de referencia para referirnos a la evangelización. En este documento se pregunta por la eficacia de la Buena nueva para estos tiempos y los métodos adecuados para anunciarla (EN 4) y responde, remitiéndonos a Jesús evangelizador como fundamento de una Iglesia evangelizadora, destacando que el núcleo y centro de su Buena Nueva es la salvación, don de Dios que es liberación de todo lo que oprime al hombre (EN 9) mediante signos, destacando de entre ellos el que los pequeños, los pobres son evangelizados (EN 12).

Los contenidos de la evangelización se fundamentan en el amor de Dios Padre-Madre revelado en Jesucristo mediante el Espíritu Santo (EN 26) y en el mensaje de liberación de las situaciones inhumanas que afectan a millones de seres humanos que “los condenan a quedar al margen de la vida: hambres, enfermedades crónicas, analfabetismo, depauperación, injusticia en las relaciones internacionales y, especialmente, en los intercambios comerciales, situaciones de neocolonialismo económico y cultural, a veces tan cruel como el político, etc.” (EN 30). Cabe anotar que en este mismo numeral de la EN se dice que esta preocupación proviene, especialmente, de los “Obispos del Tercer Mundo”. Curiosamente, hoy, es un Papa nacido en el continente latinoamericano, quien insiste en la explicitación de la dimensión social

---------------------------

4 Para una síntesis sobre el origen, desarrollo y consolidación de la teología de la liberación, Cfr. Consuelo Vélez, El método teológico. Fundamentos. Especializaciones. Enfoques. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Teología, 2008, 163-222.
5 En la V Conferencia General del Episcopado latinoamericano y caribeño, la opción preferencial por los pobres se constituyó en referencia central, máxime cuando Benedicto XVI afirmó en el Discurso Inaugural de dicha conferencia que “la opción preferencial por los pobres está implícita en la fe cristológica” (Discurso Inaugural, 3 y DA 392).

6 Muchos comentarios y reflexiones muy positivas de teólogos y teólogas de la liberación sobre el Papa Francisco pueden encontrarse en www.amerindiaenlared.org
7 Publicada el 24 de noviembre de 2013. En adelante, cuando nos refiramos a ella, citaremos el número correspondiente, entre paréntesis.

8 Así se expresó el Papa frente a un grupo de periodistas cuando le preguntaban por la elección del nombre de Francisco. Cfr. http://www.zenit.org/es/articles/no-te-olvides-de-los-pobres-y-elegi-francisco consultado 12-02- 2014).
9 Cfr. http://www.zenit.org/es/articles/no-te-olvides-de-los-pobres-y-elegi-francisco (consultado 12-02-2014).

10 Publicada el 8 diciembre 1975. Se citará como (EN)

--------------------------------------

de la evangelización porque de no hacerlo “se corre el riesgo de desfigurar el sentido auténtico e integral que tiene la misión evangelizadora” (176).

Ese mensaje de liberación que constituye la evangelización conecta inmediatamente con la relación fuerte entre evangelización y promoción humana: a nivel antropológico, porque el ser humano no es un ser abstracto sino un ser sujeto a los problemas sociales y económicos; a nivel teológico porque el plan de la redención llega hasta situaciones muy concretas de injusticia; y, a nivel evangélico, porque la caridad no es ajena a la promoción de la justicia y la paz (EN 31). De esta manera podemos ver cómo la tradición eclesial ha ido profundizando en el sentido complejo e integrador de la evangelización y ya es patrimonio de fe, esa íntima conexión entre salvación cristiana y liberación humana porque -por el misterio de la Encarnación-, nada de lo que no es asumido puede ser redimido (San Irineo).

El Dios Trinidad en quién creemos nos convoca necesariamente a la salvación en comunidad y eso refuerza la “íntima conexión entre evangelización y promoción humana, que necesariamente debe expresarse y desarrollarse en toda acción evangelizadora” (178). Los textos de la Sagrada Escritura así lo confirman: “Lo que hiciste a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hiciste” (Mt 25, 40) (179). El Reino de Dios anunciado por Jesús consiste ante todo en “amar a Dios que reina en el mundo. En la medida que Él logre reinar entre nosotros, la vida social será ámbito de fraternidad, de justicia, de paz, de dignidad para todos” (180). Este anuncio de la Buena Nueva tiene que abarcar “toda la existencia, todas las personas, todas las dimensiones de la convivencia y todos los pueblos. Nada de lo humano puede resultar extraño (Documento de Aparecida 380)” (181).

Con todas estas afirmaciones el Papa Francisco está explicitando la sentida necesidad de pronunciarse, desde la fe, sobre la realidad social. Si todo lo humano es campo de acción del mandato evangelizador, la palabra social de la Iglesia tiene sentido y razón de ser. Los cristianos han de decir una palabra cualificada sobre la realidad social en articulación con las ciencias pero, sobre todo, con la exigencia evangélica de influir en esta realidad donde los seres humanos han de vivir y disfrutar de todas las cosas. De esta manera se comprende que la salvación ofrecida en Cristo no es para las almas que buscan el cielo sino para los seres humanos que viviendo en este mundo, han de encargarse de todo lo que “pertenece al orden social y a la obtención del bien común” (182).

Ahondando en esa dimensión social del Kerygma, el Papa señala que, aunque el orden justo de la sociedad y del Estado es tarea principal de la política, “la Iglesia ni puede ni debe quedar al margen en la lucha por la justicia”11 e insta a todos los cristianos, pero también a los Pastores, a preocuparse por la construcción de un mundo mejor (183). Ahora bien, deja claro dos cosas: (1) la Iglesia ha de decir una palabra social la Doctrina social de la Iglesia- (2) la Iglesia “no tiene el monopolio en la interpretación de la realidad social o la propuesta de soluciones a los problemas contemporáneos” (184). La tarea humana es de todos y la Iglesia ha de colaborar con otros, eso sí, ofreciendo su palabra con audacia y valentía, pero también con humildad y capacidad de aprender de los demás.

1.2 La Inclusión social de los pobres

Como ya lo anotamos al inicio, la Exhortación coloca a los pobres en el centro de la preocupación social de la Iglesia y en su compromiso evangelizador. Si recordamos uno de los textos más trabajados por la Teología de la Liberación fue el del Ex 3,7ss: “He visto la aflicción de mi pueblo en Egipto, he escuchado su clamor ante sus opresores y conozco sus sufrimientos. He bajado para librarlo (...)”. Precisamente con este texto el Papa comienza a desarrollar este tema. El Señor nos llama a ser sus instrumentos para escuchar al pobre y no podemos hacernos sordos a ese clamor. Más aún, la cita de Santiago (5,4) a la que se alude recoge la indignación ética frente a las injusticias cometidas contra los pobres (187). Responder al clamor de los pobres implica “tanto la cooperación para resolver las causas estructurales de la pobreza

----------------------------------

11 Benedicto XVI, Deus Caritas est, 28.

------------------------------------

y promover el desarrollo integral de los pobres, como los gestos más simples y cotidianos de solidaridad ante las miserias muy concretas que encontramos” (188). Además, esta escucha del pobre es también escucha a los pueblos pobres que no pueden estar al margen simplemente por contar con menos recursos naturales o menos desarrollo (190).

El Papa continúa ahondando en las consecuencias del compromiso social de la Iglesia, cuando pone en su centro la realidad de los pobres. Se refiere a la solidaridad como “la reacción espontánea de quien reconoce la función social de la propiedad y el destino universal de los bienes como realidades anteriores a la propiedad privada. La solidaridad es, en realidad, “un devolverle al pobre lo que le corresponde” (EN 189). Más aún, el mensaje del evangelio nos invita a estremecernos desde las entrañas ante el dolor ajeno y a que el evangelio de la misericordia “resuene con fuerza en la vida de la Iglesia” (193). Son tan claros los textos que hablan de la misericordia que el Papa pregunta “¿para qué complicar lo que es tan simple?”. Los textos bíblicos invitan con tanta contundencia al amor fraterno, al servicio humilde y generoso, a la justicia, a la misericordia con el pobre que no debemos hacer teorías que nos alejan de la realidad sino responder a ella con radicalidad. Más aún el Papa llama la atención sobre los que se preocupan de la “ortodoxia” siendo tan pasivos, indulgentes o cómplices respecto a situaciones de injusticia intolerables y a los regímenes políticos que las mantiene (194).

Como prueba de la centralidad de los pobres y la opción por ellos, el Papa recuerda la carta de Pablo a los Gálatas donde el criterio para saber si no había “corrido su carrera en vano” se define en “no olvidarse de los pobres” (Gál 2, 10). Por tanto, aunque se tengan muchas deficiencias en el anuncio del Evangelio, lo que sigue siendo un signo inequívoco es la “opción por los últimos, por aquellos que la sociedad descarta y desecha” (195). Los rostros de los pobres como en otros documentos del Magisterio Latinoamericano12 también se señalan aquí: “los sin techo, los toxico dependientes, los refugiados, los pueblos indígenas, los ancianos, los migrantes, los que sufren el flagelo de la trata de personas, las mujeres, etc. (210-213)

El papa no solo da importancia a la inclusión social de los pobres, sino que recuerda el lugar privilegiado que ellos ocupan en la vida de la Iglesia. El lugar preferente de los pobres no es por sus méritos, ni por su bondad sino por el querer mismo de Dios que les otorga “su primera misericordia”. Ellos efectivamente participan del sensus fidei del pueblo de Dios y conocen en su propia experiencia los dolores del Cristo sufriente. Por eso ellos nos evangelizan. Por tanto, la opción por los pobres es una categoría teológica que orienta decisivamente nuestra vida cristiana (197-198).

Por su carácter teológico, la opción por los pobres no se refiere a meras acciones de promoción y asistencia sino a ese encuentro personal con el pobre y sus necesidades, su cultura, su forma de vivir la fe. No es una utilización de los pobres, ni una ideología al servicio de nuestros intereses. Es la vivencia teologal y contemplativa de la identificación de Cristo en su vida histórica con ellos (197).

2. Sobre las cuestiones económicas

El sistema económico vigente forma parte de la dimensión social de la evangelización. Y las afirmaciones del Papa en este sentido, son contundentes: el presente modelo económico es “exitista” y “privatista” e impide que los “lentos, débiles o menos dotados puedan abrirse camino en la vida” (209). Las causas estructurales de la pobreza no se resuelven sin “renunciar a la autonomía absoluta de los mercados y a la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad” (202). “La dignidad de la persona y el bien común son las cuestiones que deberían reestructurar toda política económica” (203). Palabras como ética, solidaridad, distribución de bienes, etc., molestan al sistema imperante. No se puede confiar más en “la mano invisible del mercado” que sólo apunta a buscar crecimiento económico sin tomar en cuenta que se requiere algo más que esa libre competencia para crear programas y proyectos que

------------------------------

12 Cfr. Documento de Puebla 31-39; Documento de Santo Domingo, 179; Documento de Aparecida, 65.

------------------------------

defiendan a los más débiles (204). Adelantándose a las críticas que él intuía iba a suscitar13, dice que no pretende ofender a nadie con sus palabras, ni mira a las personas gestoras de estas economías como enemigos, sino que desea que “aquellos que están esclavizados por una mentalidad individualista, indiferente y egoísta, puedan liberarse de esas cadenas indignas y alcancen un estilo de vida y de pensamiento más humano, más noble, más fecundo que dignifique su paso por esta tierra” (208).

El Papa no propone un modelo económico porque no cree que esa sea su función: “No es función del Papa ofrecer un análisis detallado y completo sobre la realidad contemporánea”. Pero considera que es una responsabilidad que incumbe a todos y por eso alienta “a todas las comunidades a una siempre vigilante capacidad de estudiar los signos de los tiempos”. En otras palabras, para Él es preciso reconocer “lo que puede ser un fruto del Reino14 y también aquello que atenta contra el proyecto de Dios” (EG 51). Las anteriores palabras no se refieren solo a la economía sino a los “desafíos del tiempo actual” pero, curiosamente, los que se refieren a la economía ocupan el primer lugar en la descripción de dichos desafíos en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium (2013).

Como Él no cree que sabe de todos los temas, acaba de convocar un encuentro con jóvenes economistas para el mes de marzo de 2020 con el fin de hacer “un pacto” para cambiar la economía actual. El encuentro tiene por nombre “La economía de Francisco”, refiriéndose a Francisco de Asís, a quien considera el ejemplo por excelencia del cuidado de los débiles y de una ecología integral. Así como Francisco de Asís entendió en su época que debía reparar la iglesia que estaba en ruinas, el Papa considera que hoy también hay que reparar a la iglesia, a la sociedad y el corazón de cada uno, pero también “el medio ambiente que necesita con urgencia una economía saludable y un desarrollo sostenible para curar sus heridas y garantizar un futuro digno” 15.

3.1 Una economía que “mata”

Tal vez esta ha sido la expresión más conocida del Papa Francisco frente a la economía. La desarrolló en el segundo capítulo de la Evangelii Gaudium, en cuatro apartados, así: “Algunos desafíos del mundo actual”: “No a una economía de la exclusión” (53-54), “No a la nueva idolatría del dinero” (55.56), “No a un dinero que gobierna en lugar de servir (57-58), “No a la inequidad que genera violencia” (59-60). Antes de entrar a desarrollar cada ítem, el Papa señala la perspectiva que utilizará para referirse a estos temas. Es la del “discernimiento evangélico”, la del discípulo misionero que se “alimenta a la luz y con la fuerza del Espíritu Santo” (50).

Comienza reconociendo los aspectos positivos en el ámbito de la salud, la educación y la comunicación. Pero inmediatamente pasa al “desde dónde” habla el Papa: -los pobres- y señala su mayor preocupación: “No podemos olvidar que la mayoría de los hombres y mujeres de nuestro tiempo vive precariamente el día a día, con consecuencias nefastas (...) la inequidad es cada vez más patente. Hay que luchar para vivir y, a menudo, para vivir con poca dignidad” (52). De ahí que esos primeros cuatro apartados se refieran a la economía y al dinero.

Veamos las principales afirmaciones sobre lo que el Papa llama “una economía de exclusión” (53):

--------------------------------

13 Refiriéndose a la EG, un locutor de CNN afirmó: “El Papa Francisco está predicando puro marxismo...” Cfr.

http://mexico.cnn.com/mundo/2013/12/02/el-papa-francisco-esta-predicando-puro-marxismo-dice-locutor-de-eu

(consultado 20-02-2014).
14 Cabe anotar que el Papa utiliza la categoría “Reino” tan propia de los “evangelios” pero también de la reflexión teológica latinoamericana, categoría que ha ayudado a pensar en una iglesia que se encarna en la realidad y busca que los frutos del reino se hagan presente en ella.
15 Carta del Santo Padre Francisco para el encuentro “Economy of Francesco” (Asís, 26-28 de mazo de 2020). Cfr. http://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2019/05/11/econo.html

5

------------------------------

  • -  La economía actual es una economía de exclusión e inequidad. Por lo tanto, es una economía que “mata”

  • -  Hoy todo entra en el juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil. La consecuencia de esto es que grandes masas de la población se ven excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizontes, sin salida.

  • -  Al ser humano se le considera un bien de consumo que se puede usar y luego tirar.

  • -  Vivimos y promovemos la cultura del “descarte”

  • -  No se puede hablar solo de explotación y opresión, sino de exclusión: Los excluidos no son

    explotados, sino desechos, sobrantes.

  • -  Se ha generado una globalización de la indiferencia por la cultura del bienestar que nos anestesia.

    Solo nos duele no poder consumir “más” pero la suerte de los excluidos parece un mero espectáculo que de ninguna manera nos altera.

    Las afirmaciones que acabamos de citar hablan claramente del sistema neoliberal imperante aunque no utilice el término “neoliberal”. Esto se puede inferir de las referencias explícitas que hace a las “teorías del derrame” y a la “libertad del mercado”: “algunos todavía defienden las teorías del ‘derrame’, que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo. Esta opinión, que jamás ha sido confirmada por los hechos, expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos sacralizados del sistema económico imperante”. Como puede verse, es una crítica muy fuerte a las políticas de la mayoría de gobiernos neoliberales que fundamentan sus planes de desarrollo en favorecer la inversión de los más ricos -flexibilizando todas las leyes de importación y exportación y bajando los impuestos- y diciendo que gracias a mayor inversión va a mejorar la vida de todos. El Papa a eso le llama “las teorías del derrame” y añade “nunca han sido confirmadas por los hechos”. Sin embargo, sigue siendo la mentalidad dominante y por eso se sigue eligiendo una y otra vez, gobiernos que proponen esas políticas económicas que hasta el momento no han logrado mostrar que se supere la exclusión sino por el contrario, la hacen más fuerte16.

    Después de hablar de la “economía de la exclusión” el Papa habla de la “idolatría del dinero” (55-56). Nos hace caer en cuenta de que la exclusión fruto del sistema económico es causada por la relación que se ha establecido con el dinero: este predomina sobre nosotros y sobre nuestras sociedades. Es el “ídolo” de nuestro tiempo. En el fondo la crisis financiera actual tiene de fondo otra crisis más grande: la antropológica. Se ha reducido el ser humano a una sola de sus necesidades: el consumo. Por tanto, para algunos lo único que interesa es consumir más, y lo logran gracias a la defensa de la “autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera negando el derecho de control de los Estados, encargados de velar por el bien común”. Las palabras del Papa van en contra de la mentalidad actual que “reniega de lo público”, avalando la privatización de todos los servicios y haciéndonos creer que no se tiene “derecho” a los servicios públicos para todos, sino que todo ha de ser pagado para no caer en populismos.

    Es tal la sed de poder y de tener actual que se rechaza la ética y al mismo Dios (EG 57). Y, sin embargo, solo introduciendo una visión humana a la realidad económica se puede soñar con un cambio. El Papa, invocando a uno de los padres de la Iglesia, hace esa llamada al humanismo: “No compartir con los pobres los propios bienes, es robarles y quitarles la vida. No son nuestros los bienes que tenemos, sino suyos”

---------------------------------

  1. 16 Un ejemplo muy contundente es el gobierno de Mauricio Macri en Argentina que después de cuatro años de aplicación de las políticas neoliberales, no solo, no ha superado en nada la exclusión social, sino que la ha profundizado alarmantemente. Y ya no puede echarle la culpa a los gobiernos anteriores porque en estos se había disminuido la brecha social -aunque los intereses de los ricos se habían visto afectados- y de ahí la férrea oposición a esas políticas sociales. Pero ahora, las consecuencias que se palpan es que la ‘teoría del derrame’ no se ha cumplido en absoluto. Cfr. “Muy dura con la crisis en Argentina, para la ONU ‘el horizonte es altamente incierto’”, https://www.minutouno.com/notas/5033389-muy-dura-la-crisis-argentina-la-onu-el-horizonte-es-altamente- incierto

-----------------------------

(San Juan Crisóstomo). Y a los dirigentes políticos los exhorta a que “el dinero debe servir y no gobernar”. Y explícitamente dice que Él ama a los ricos y a los pobres, pero tiene el deber de recordarle a los ricos que deben ayudar a los pobres volviendo a una economía en favor del ser humano (EG 58).

Continua el Papa haciendo caer en cuenta de otra realidad: la violencia es también fruto de la inequidad y no se puede culpar ni a los pobres ni a los pueblos pobres de que generen violencia. Por el contrario, es la consecuencia lógica de un “sistema social y económico injusto en su raíz” (EG 59). Esta violencia no se resolverá jamás con ninguna carrera armamentista. Los que invocan mayor seguridad y represión violenta no se dan cuenta de que en lugar de aportar soluciones, crean nuevos y peores conflictos. Tampoco se resolverá con los esfuerzos por domesticar a los pobres para hacerlos inofensivos. Por el contrario, esto los lleva a irritarse más porque los excluidos entienden que ese cáncer social, es fruto de la corrupción arraigada en “sus gobiernos, empresarios e instituciones” cualquiera sea la ideología de los gobernantes (EG 60). Esta última afirmación es supremamente interesante porque llama a caer en cuenta que las críticas no se pueden hacer solo a los gobiernos de izquierda o llamados socialistas o comunistas como parece es común hacerlo, inclusive por sectores de la jerarquía. También ha de hacerse a los gobiernos de derecha que implementan las políticas neoliberales que favorecen a los más ricos pero hacen a los pobres cada vez más pobres y, como dice el Papa, excluidos, descartables, sobrantes. Son palabras muy hondas para reflexionar muy profundamente.

3.2 Hacia un nuevo modelo económico: la ecología integral

El Papa en la Exhortación Evangelli Gaudium insinuó que esa economía que mata afecta principalmente a lo más frágil, como el medio ambiente, que “queda indefenso ante los intereses del mercado divinizado” (EG 56). Pero en su Encíclica Laudato Si (2015) trata el problema con más amplitud, proponiendo como solución una “ecología integral”.

La encíclica comienza señalando lo que le está pasando en “nuestra casa común” 17 y muestra como el sistema económico está profundamente relacionado con ese deterioro: “Toda pretensión de cuidar y mejorar el mundo supone cambios profundos en los estilos de vida, los modelos de producción y de consumo, las estructuras consolidadas de poder que rigen hoy la sociedad” (LS 5). El Papa también pone aquí, como punto de partida, el “desde dónde” al que nos hemos referido varias veces. Señala que uno de los ejes que atraviesa toda la encíclica es: “la íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta” (LS 16) y como ellos son los más afectados con esta situación (LS 25, 29, 30, 48, 49, 52, etc.).

Muchas son las afirmaciones de la encíclica que muestran lo devastador de la economía actual y como los gobiernos están supeditados a esas políticas y no son capaces de enfrentar el problema ambiental: “Llama la atención la debilidad de la reacción política internacional. El sometimiento de la política ante la tecnología y las finanzas se muestra en el fracaso de las Cumbres mundiales sobre medio ambiente. Hay demasiados intereses particulares y muy fácilmente el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común y a manipular la información para no ver afectados sus proyectos” (LS 54). En la misma línea afirma: “Mientras tanto, los poderes económicos continúan justificando el actual sistema mundial, donde priman una especulación y una búsqueda de la renta financiera que tienden a ignorar todo contexto y los efectos sobre la dignidad humana y el medio ambiente” (LS 56).

El Papa denuncia la mentira que implica hacernos creer que los bienes del planeta son infinitos: “Se pasa fácilmente a la idea de un crecimiento infinito o ilimitado, que ha entusiasmado tanto a economistas, financistas y tecnólogos. Supone la mentira de la disponibilidad infinita de los bienes del planeta” (LS 106). Y se lamenta de no haber aprendido de la crisis financiera mundial y del efectivo deterioro del planeta: “Las finanzas ahogan a la economía real. No se aprendieron las lecciones de la crisis financiera mundial y

-------------------------------

17 Es muy significativo el uso de este término porque se nota la vinculación del Papa con la reflexión teológica latinoamericana que ha acuñado y trabajado esta expresión en sus reflexiones ecoteológicas.

-----------------------------------

con mucha lentitud se aprenden las lecciones del deterioro ambiental. En algunos círculos se sostiene que la economía actual y la tecnología resolverán todos los problemas ambientales, del mismo modo que se afirma, con lenguajes no académicos, que los problemas del hambre y la miseria en el mundo simplemente se resolverán con el crecimiento del mercado. No es cuestión de teorías económicas que quizás nadie se atreve hoy a defender, sino de su instalación en el desarrollo fáctico de la economía” (LS 109)

Su crítica contra el mercado es absoluta y muestra cómo este no garantiza por si solo el desarrollo humano ni la inclusión social (LS 109). Advierte que esto responde a los que tienen la lógica de que el daño es inevitable y no se preocupan por las consecuencias: “Es también la lógica interna de quien dice: Dejemos que las fuerzas invisibles del mercado regulen la economía porque sus impactos sobre la sociedad y sobre la naturaleza son daños inevitables” (LS 123).

Un tema que al Papa le angustia mucho es, lo que Él llama, las tres “T”: Tierra, Techo y Trabajo”18. En la encíclica se refiere a la reducción de puestos de trabajo por el reemplazo con las máquinas, advirtiendo el gran coste humano que esto implica: “Pero la orientación de la economía ha propiciado un tipo de avance tecnológico para reducir costos de producción en razón de la disminución de los puestos de trabajo, que se reemplazan por máquinas (...) los costes humanos son siempre también costes económicos y las disfunciones económicas comportan igualmente costes humanos. Dejar de invertir en las personas para obtener un mayor rédito inmediato es muy mal negocio para la sociedad” (LS 128). Invoca entonces una economía que haga posible el trabajo y esto solo es posible si en verdad el Estado interviene para poner límites a los grandes productores y favorece a los pequeños: “Para que siga siendo posible dar empleo, es imperioso promover una economía que favorezca la diversidad productiva y la creatividad empresarial (...) las economías de escala, especialmente en el sector agrícola, terminan forzando a los pequeños agricultores a vender sus tierras o a abandonar sus cultivos tradicionales (...) Para que haya una libertad económica de la que todos efectivamente se beneficien, a veces puede ser necesario poner límites a quienes tienen mayores recursos y poder financiero. Una libertad económica sólo declamada, pero donde las condiciones reales impiden que muchos puedan acceder realmente a ella, y donde se deteriora el acceso al trabajo, se convierte en un discurso contradictorio que deshonra a la política. La actividad empresarial que es una noble vocación orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo para todos, puede ser una manera muy fecunda de promover la región donde instala sus emprendimientos, sobre todo si entiende que la creación de puestos de trabajo es parte ineludible de su servicio al bien común” (LS 129).

Esta realidad de las “3T”, las profundizó mucho más en los discursos dados a los movimientos populares en las tres ocasiones que se ha reunido con ellos. En su discurso de 201419 hay una referencia que nos ayuda a cambiar la mirada sobre los movimientos populares y a descubrir su íntima conexión con la realidad eclesial. El Papa reconoce que ellos no sólo debaten sobre los graves problemas sociales sino que sufren en carne propia la desigualdad y la exclusión, por eso puede afirmar que “los pobres no sólo padecen la injusticia sino que también luchan contra ella”. Y esto es muy importante porque es reconocer que los pobres no esperan en actitud pasiva el cambio de situación sino que se organizan para conseguirlo. Centra su discurso en la palabra “solidaridad” que supone pensar en términos de comunidad, de prioridad de vida de todos sobre la apropiación de los bienes por parte de algunos. La solidaridad lleva a luchar

---------------------------------

18 Esta expresión el Papa la ha retomado muchas veces pero aquí la citamos en su primer discurso a los Movimientos populares: Discurso del Santo Padre Francisco a los participantes en el Encuentro Mundial de Movimientos Populares, Martes 28 de octubre de 2014, Aula Vieja del Sínodo. https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2014/october/documents/papa- francesco_20141028_incontro-mondiale-movimenti-popolari.pdf

19 Discurso del Santo Padre Francisco a los participantes en el Encuentro Mundial de Movimientos Populares, Martes 28 de octubre de 2014, Aula Vieja del Sínodo. https://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2014/october/documents/papa-francesco_20141028_incontro- mondiale-movimenti-popolari.pdf (consultado 27-01-2017)-

-------------------------------------

8

contra las causas estructurales de la pobreza y a enfrentar los efectos destructores del imperio del dinero. Los movimientos populares son los que, efectivamente, tienen olor a barrio, a pueblo, a lucha y esa voz ha de ser más escuchada, aunque tantas veces incomode.

El Papa invita a la participación activa de los jóvenes y de todos los pobres en la denuncia y transformación del escándalo de la pobreza que el Papa concreta en las tres “T”: tierra, techo y trabajo. El amor a los pobres está en el centro del evangelio y por esa razón los derechos de los pobres son derechos sagrados y forman parte de la doctrina social de la Iglesia. El Papa comenta que todas estas propuestas que nacen desde abajo es bueno que unan esfuerzos pero que no se estructuren en un esquema rígido porque los movimientos han de tener su dinámica propia. Los invita a que sigan su lucha que hace bien a todos y es una bendición de humanidad.

En el segundo encuentro con los movimientos populares20 el Papa los invito a reconocer que necesitamos y queremos un cambio. Un cambio de estructuras porque este sistema ya no aguanta más. Especialmente liberarnos de la ambición desenfrenada de dinero que se ha convertido en ídolo, arruinando todo, inclusive, la madre tierra. Reconoce ese trabajo real y comprometido que parte de su misma situación de pobres y que mantienen la esperanza de que las cosas pueden ser mejor. Por eso la Iglesia no puede estar ajena a estos procesos en el anuncio del Evangelio y ha de colaborar respetuosamente con los movimientos populares para potenciar estos esfuerzos y fortalecer los procesos de cambio. Hablando de cuál sería concretamente el contenido de ese “cambio” reconoce que la Iglesia no tiene el monopolio de la interpretación de la realidad social ni la propuesta de soluciones a problemas contemporáneos. Además, no existe una receta. La historia la construyen las generaciones que se suceden en el marco de pueblos que marchan buscando su propio camino y respetando los valores que Dios puso en el corazón. De todas maneras propone tres grandes tareas que deberían ser banderas de los movimientos populares: (1) Poner la economía al servicio de los pueblos (2) unir nuestros pueblos en el camino de la paz y la justicia (3) Defender la madre tierra, porque el futuro de la humanidad no está únicamente en manos de los grandes dirigentes, las potencias y élites sino fundamentalmente en manos de los pueblos que se organizan y realizan un proceso de cambio.

En el tercer encuentro21 reconoce especialmente la presencia de los jóvenes en esos movimientos y su compromiso con la vida pública. Retomando las tres T de las que habló desde su primer encuentro, señala el colonialismo ideológico globalizante que quiere imponer recetas supraculturales que no respetan la identidad de los pueblos. Además trató con más profundidad tres temas específicos: (1) el terror y los muros destacando que el terrorismo de base es el del control del dinero del que se alimentan todos los demás terrorismos (2) El amor y los puentes proponiendo un proyecto-puente de los pueblos frente al proyecto-muro del dinero (3) La bancarrota y el salvataje con lo que llama fuertemente la atención a cómo cuando un banco se declara en bancarrota salen capitales para salvarlo y ante la bancarrota de la humanidad no hay casi ninguna ayuda para salvar el sufrimiento de tantos hermanos.

Otro tema que abordó fue la relación de los movimientos populares con la política invitándoles a que no tenga miedo de abordarla porque la democracia es responsabilidad de todos y nadie debe contentarse con ser actor secundario. Y les advierte sobre el peligro de la corrupción que acecha todas las instituciones, incluidos los movimientos populares.

-------------------------------

20 Participación en el II Encuentro Mundial de los movimientos populares. Discurso del Santo Padre. Expo Feria, Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), 9 de julio de 2015. http://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2015/july/documents/papa-francesco_20150709_bolivia- movimenti-popolari.pdf (consultado 27-01-2016)

21 Discurso del Santo Padre Francisco a los participantes en el Encuentro Mundial de Movimientos populares, Aula Pablo VI, 5 de noviembre de 2016. http://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2016/november/documents/papa- francesco_20161105_movimenti-popolari.pdf (Consultado 27-01-2017).

----------------------------------

9

Se podrían citar muchos otros textos que muestran las consecuencias nefastas de una economía supeditada al mayor lucro y que no parte del ser humano y mucho menos de las inmensas necesidades de los pobres. Pero veamos algunas de las propuestas del Papa para favorecer un nuevo modelo económico.

3.3 Una economía humana, ética y al servicio de la vida

La propuesta de una ecología integral que desarrolla ampliamente en la Encíclica (LS 137-146), sirve de horizonte para pensar un modelo económico acorde con ella. Para Francisco no hay dos crisis sino una sola: socio-ambiental y “Las líneas para la solución requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza” (LS 139). Refiriéndose propiamente a la economía, señala la necesidad de una “ecología económica” que considere la realidad de manera más amplia: “la protección del medio ambiente deberá constituir parte integrante del proceso de desarrollo y no podrá considerarse de manera aislada”. Y, al mismo tiempo, “se vuelve actual la necesidad imperiosa del humanismo, que de por sí convoca a los distintos saberes, también al económico, hacia una mirada más integral e integradora”. (LS 141).

Para Francisco, no es posible hacer pequeños ajustes al modelo económico vigente. Para él es necesario un nuevo modelo: “Para que surjan nuevos modelos de progreso, necesitamos ‘cambiar el modelo de desarrollo global’, lo cual implica reflexionar responsablemente ‘sobre el sentido de la economía y su finalidad, para corregir sus disfunciones y distorsiones’. No basta conciliar, en un término medio, el cuidado de la naturaleza con la renta financiera, o la preservación del ambiente con el progreso. En este tema los términos medios son sólo una pequeña demora en el derrumbe. Simplemente se trata de redefinir el progreso. Un desarrollo tecnológico y económico que no deja un mundo mejor y una calidad de vida integralmente superior no puede considerarse progreso” (LS 194).

Un cambio es absolutamente indispensable porque en la actualidad la búsqueda de la mayor ganancia, distorsiona totalmente el sentido de la economía: “El principio de maximización de la ganancia, que tiende a aislarse de toda otra consideración, es una distorsión conceptual de la economía: si aumenta la producción, interesa poco que se produzca a costa de los recursos futuros o de la salud del ambiente; si la tala de un bosque aumenta la producción, nadie mide en ese cálculo la pérdida que implica desertificar un territorio, dañar la biodiversidad o aumentar la contaminación. Es decir, las empresas obtienen ganancias calculando y pagando una parte ínfima de los costos. Sólo podría considerarse ético un com- portamiento en el cual ‘los costes económicos y sociales que se derivan del uso de los recursos ambientales comunes se reconozcan de manera transparente y sean sufragados totalmente por aquellos que se benefician, y no por otros o por las futuras generaciones’” (LS 195).

Pero como dijimos desde el inicio, el Papa Francisco no propone un nuevo modelo porque él no es economista pero en la carta de convocatoria que hizo para el próximo año para el encuentro sobre “La economía de Francisco”, traza algunos principios que ayudan a delinear un posible modelo económico:

  • -  El papa invita a “estudiar y practicar” una economía diferente, que haga vivir y no mate, que incluya y no excluya, que humanice y no deshumanice, que cuide la creación y no la deprede. Es urgente hacer un “pacto” para cambiar la economía actual y dar un alma a la economía del mañana.

  • -  Se podrían resumir en cuatro verbos, algunas de las líneas de esta posible “nueva economía”:
    o Re-animar la economía aprovechando el símbolo de Asís a partir del despojo de toda mundanalidad para elegir a Dios como estrella polar de la vida, haciéndose pobre con los pobres hermano universal. Una economía no solo en beneficio de los más pobres sino de

    toda la humanidad.

10

o Reparar (o corregir) los modelos de crecimiento que son incapaces de garantizar el respeto al medio ambiente, la acogida de la vida, el cuidado de la familia, la equidad social, la dignidad de los trabajadores, los derechos de las generaciones futuras.

o Revisar nuestros esquemas mentales y morales para que puedan estar más conformes con los mandamientos de Dios y con las exigencias del bien común.

o Responder y no darles la espalda a los más pobres y al medio ambiente.

En una reciente reunión con miembros de la Federación Europea del Banco de Alimentos, Francisco dijo: “Me importa una economía que se parece más al hombre, que tiene alma y no es una máquina incontrolable que aplasta a la gente. Son demasiados los que hoy están privados de trabajo, dignidad y esperanza; muchos otros, por el contrario, están oprimidos por ritmos de producción inhumanos, que anulan las relaciones y afectan negativamente a la vida familiar y personal. La economía, nacida para ser "cuidado del hogar", se ha despersonalizado; en lugar de servir al hombre, lo esclaviza, lo esclaviza a mecanismos financieros cada vez más distantes de la vida real y cada vez menos gobernables”22 Y finalizó su discurso, haciendo un llamado a cambiar, a mejorar el mundo: “Es necesario apoyar a los que quieren cambiar para mejor, fomentar modelos de crecimiento basados en la equidad social, en la dignidad de las personas, en la familia, en el futuro de los jóvenes, en el respeto del medio ambiente. Una economía circular ya no puede posponerse. El despilfarro no puede ser la última palabra que dejen unos pocos ricos, mientras que la mayor parte de la humanidad permanece en silencio”.

Conclusión

Algunos podrían pensar que todo lo que hemos dicho aquí está bien para un ambiente como este, pero no para los muros intraeclesiales en los que se ha de hablar de Dios y de su misterio. Precisamente es lo que quisiéramos cambiar: todo lo hablado aquí, es evangelización en su más puro y nuclear razón de ser. Si el evangelio no responde a la vida, no es el evangelio de Jesús. Su anunció programático en la sinagoga de Nazaret: “He venido para anunciar a los pobres la buena nueva, la liberación a los cautivos, la vista a los ciegos, el año de gracia del Señor” (Lc 4, 18-19) se cumplió en aquellos días y se ha de cumplir en los nuestros. Por eso nuestra pretensión en el título de esta intervención: “una evangelización que ‘garantice’ las 3T”. Quisiéramos que la fe no solo acompañe, sino que garantice, no porque podamos proponer programas y proyectos, sino porque tenemos el deber de levantar la voz profética para abrir caminos de liberación en este presente para todos y todas. Ojalá que nuestro compromiso haga posible que se cumpla también hoy esta Escritura.

----------------------------------

22 Discurso del Santo Padre Francisco a los miembros de la Federación Europea del Banco de Alimentos, 18 de mayo de 2019. Cfr. http://w2.vatican.va/content/francesco/it/speeches/2019/may/documents/papa- francesco_20190518_banchi-alimentari.html

11


Comentarios

Entradas populares