FREÍ BETTO: OLOR DE GOLPE EN EL AIRE

27/02/2020

Frei Betto es uno de los analistas sociales más astutos y precisos. Durante años vivió con los poderosos, acusándolos de una opción para la gente y los pobres y, en los países socialistas, haciendo que los diversos estados que confesaron ser ateos, superaran su confesionalismo atrasado y asumieran el carácter secular del estado. En este artículo, nos advierte: vivimos a merced de un presidente que magnifica las dictaduras y alaba a los torturadores, desprecia la democracia y hace caso omiso de la Constitución que ha jurado observar. Para él y los que lo rodean, en gran medida militares, están tramando un golpe de estado, aboliendo otros poderes e imponiéndose como el único poder dictatorial. Gracias a Dios, la sociedad reaccionó, las instancias más altas, Los funcionarios lo denunciaron y encontraron el repudio de la mayoría de los brasileños. Vale la pena leer este artículo, ya que aclara lo que está en progreso y, desafortunadamente, puede suceder . L.Boff

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El ministro Augusto Heleno, de la Oficina de Seguridad Institucional (GSI), sugirió, el 19 de febrero, que la gente salga a las calles "contra el chantaje del Congreso". Este asentimiento autoritario fue suficiente para que los aliados del presidente convocaran una manifestación para el domingo 15 de marzo.

Ahora, cuando una autoridad del poder ejecutivo convoca una manifestación que es contraria a otra rama de la República, en este caso la Legislativa, esto es muy grave y señala un complot golpista o, sin rodeos, el cierre del Congreso. Espero que el Poder Judicial, representado por el STF, prohíba tal manifestación, porque de lo contrario correrá el riesgo de firmar el cierre de sus puertas.

La protesta a favor del gobierno tendrá lugar en la misma fecha en que, hace cinco años, tuvo lugar la mayor manifestación por la destitución de la presidenta Dilma Rousseff.

Fue con una escalada de manifestaciones anteriores, como la Marcha con Dios y la Familia por la Libertad, que los militares prepararon el golpe de 1964 que derrocó a João Goulart, el presidente elegido constitucional y democráticamente.

El sueño de todo político con vocación de caudillo o dictador, contrario al régimen democrático, es gobernar mediante la supresión de todos los canales institucionales entre él y el pueblo. Una ruta directa, sin intermediación de los poderes legislativo y judicial, ahora facilitada por las redes digitales.

Convencido de que solo él sabe cómo discernir qué es o no apropiado para la nación, el autócrata desprecia el sistema de partidos, trata a los políticos como sus sirvientes y se relaciona con la Constitución como el terrorista islámico con el Corán. Él oye, pero no oye; habla, pero no dialoga; actúa, pero no refleja. Su tendencia absolutista es, hoy, facilitada por las redes digitales, a través de las cuales hace que su voluntad y sus determinaciones lleguen a la población.

Frente a un pueblo despolitizado, desprovisto de conciencia crítica, el déspota emite sus opiniones como si fueran leyes. Sus seguidores, movidos por el sentido de "servidumbre voluntaria", en la expresión de La Boétie, lo elevan a la condición de "mito", uno que se convierte en paradigma, una referencia por encima de cualquier sospecha o juicio.

El caudillo sabe que, sin el apoyo popular, su futuro político corre el riesgo de convertirse en un simple sueño. Para evitarlo, recurra al armamento de manos y espíritus. Libera la posesión y posesión de armas, y planta en los corazones y las mentes de sus seguidores el odio mortal de sus enemigos, reales o imaginarios. Esta segunda medida se efectúa mediante la descontextualización política, como si la coyuntura, los principios constitucionales y el consenso entre sus pares importaran poco.

Dotado de una intuición ardiente y una agresividad desenfrenada, el autócrata fragmenta su discurso, adopta un vocabulario piadoso, desprecia la coherencia, intercambia al por mayor por menor, el bosque por árboles, y crea un dios a su imagen y semejanza. No tiene otra propuesta o programa que perpetuar el poder y convertir su voluntad en ley. Por eso sus medidas provisionales tienen el peso de definitivas.

¿Dónde están los partidos de oposición, las centrales sindicales, los movimientos populares? Si el desempleo afecta a más de 11 millones de personas; la economía retrocede; salud y educación son descartadas; y 165 millones de brasileños sobreviven con un ingreso mensual de menos de dos salarios mínimos; ¿Cuál es la razón de tal inercia de aquellos que deberían expresar su indignación ante este gobierno?

Hay que tener en cuenta el poema de Eduardo Alves da Costa, atribuido erróneamente a Maiakóvski:

"En la primera noche vienen y roban una flor de nuestro jardín. / Y no decimos nada. / En la segunda noche, ya no se esconden: pisan las flores, matan a nuestro perro y no decimos nada. / Hasta que un día, el más frágil de ellos entra solo a nuestra casa, nos roba la luz y, conociendo nuestro miedo, nos
saca la voz de la garganta. Y ya no podemos decir nada ”.

Frei Betto es escritor, autor de "Calendar of Power" (Rocco), entre otros libros.