Evangelii gaudium
La alegría del Evangelio

El Papa Francisco nos regaló para la clausura del Año de la Fe, el 24 de noviembre del 2013 un hermoso documento, que recoge la riqueza de las reflexiones de los padres sinodales durante el sínodo sobre “Nueva Evangelización del año 2012, por eso este documento se llama Exhortación Apostólica, pero, además, el documento incorpora consultas a diversas personas y las preocupaciones que hoy día le inquietan para poder realizar la tarea evangelizadora . (16)

Leyendo este texto tan bonito, descubrimos que algunas de las ideas sobre el significado y la centralidad de la tarea evangelizadora están ya presentes en “Evangelii nuntiandi”, Exhortación Apostólica de Paulo VI de 1975 luego del Sínodo sobre “Evangelización” del año 1974, por ejemplo, allí Paulo VI nos dice que la razón de ser de la Iglesia es evangelizar:

“Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar,...”(14)

”Evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad: “He aquí que hago nuevas todas las cosas” (18)

“La evangelización no sería completa si no tuviera en cuenta la interpelación recíproca que en el curso de los tiempos se establece entre el Evangelio y la vida concreta, personal y social, del hombre. Precisamente por esto la evangelización lleva consigo un mensaje explícito, adaptado a las diversas situaciones y constantemente actualizado, sobre los derechos y deberes de toda persona humana, sobre la vida familiar sin la cual apenas es posible el progreso personal, sobre la vida comunitaria de la sociedad, sobre la vida internacional, la paz, la justicia, el desarrollo; un mensaje, especialmente vigoroso en nuestros días, sobre la liberación”. (29)

Descubrimos así, un dinamismo fundamental del Magisterio Social de la Iglesia, lo nuevo de cada momento y situación que nos desafía a un nuevo discernimiento de la realidad y lo permanente, que se mantiene inalterable pues es “Evangelio puro” .
En tiempo de Paulo VI no teníamos esta sociedad globalizada que nos ha acercado reduciendo distancias en cuestión de segundos, pero no nos ha hecho más fraternos, más hermanos, ya no se escucha el clamor de los que sufren y pasan hambre y muchas necesidades, por eso el Papa Francisco no se cansa de recordarnos que la sociedad actual excluye y mata, porque vive en torno al ídolo dinero que es quien gobierna de muchas maneras el mundo . Se ha globalizado la indiferencia .

La Exhortación Apostólica tiene 5 capítulos, precedidos por una introducción en la que el Papa Francisco nos invita a entrar en el “Río de la Alegría”, (5) que es el encuentro con el Señor .

Introducción: La Alegría del Evangelio

1er capítulo: La transformación misionera de la Iglesia 
2do capítulo: En la crisis del compromiso comunitario 
3er capítulo: El anuncio del Evangelio
4to capítulo: La dimensión social de la Evangelización 
5to capítulo: Evangelizadores con espíritu

 Introducción

El encuentro con nuestro Señor Jesucristo es siempre una experiencia gozosa, si permitimos que él entre en nuestras vidas liberándonos de la oscuridad del pecado y de la muerte, con él “siempre nace y renace la alegría” (1)
El papa Francisco quiere con esta Exhortación Apostólica invitarnos a “una nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría e indicarnos nuevos caminos para la iglesia en los próximos años”. (1)
La alegría es una experiencia que nos abre a otros, porque tiende a comunicarse, esto es muy importante en el mundo actual que con su oferta consumista nos encierra en la “tristeza individualista” que nos encierra en nosotros mismos .

El Papa nos pide dejarnos encontrar por Jesucristo, nadie puede quedar excluido de la alegría de este encuentro, de la posibilidad de recibir su perdón . “Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de acudir a su misericordia” . (3)

Aquel que nos invitó a perdonar «setenta veces siete» (Mt 18,22) nos da ejemplo: Nos vuelve a cargar sobre sus hombros una y otra vez . Nadie podrá quitarnos la dignidad que nos otorga este amor infinito e inquebrantable . Él nos permite levantar la cabeza y volver a empezar, con una ternura que nunca nos desilusiona y que siempre puede devolvernos la alegría .

La alegría del encuentro con el Señor que nos cambia la vida, está presente de muchas maneras en las páginas de la Sagrada Escritura . Los tiempos mesiánicos son tiempos de alegría pues el Señor se hace presente entre nosotros . Esta alegría tiene su punto culminante en los Evangelios y en los relatos de la primera comunidad cristiana .

«Tu Dios está en medio de ti, poderoso salvador. Él exulta de gozo por ti, te renueva con su amor, y baila por ti con gritos de júbilo» (So 3,17). Es la alegría que se vive en medio de las pequeñas cosas de la vida cotidiana, como respuesta a la afectuosa invitación de nuestro Padre Dios: «Hijo, en la medida de tus posibilidades trátate bien [...] No te prives de pasar un buen día» (Si 14,11.14). ¡Cuánta ternura paterna se intuye detrás de estas palabras!

Los discípulos misioneros de Jesús, no podemos ser “cristianos de Cuaresma sin Pascua”, aunque es cierto que la alegría no se vive siempre de la misma manera en todas las etapas y circunstancias de
la vida . Como cristianos “debemos permitir que la alegría de la fe comience a despertarse, como una secreta pero firme confianza, aún en medio de las peores angustias”. (6) Como cristianos sabemos que lo opuesto a la alegría, no es el sufrimiento, sino la tristeza, conocemos muchos hermanos y hermanas que aún en medio de grandes sufrimientos son capaces de trasmitir la alegría del encuentro con el Señor que los sostiene y alimenta en medio del dolor y sufrimiento .

“La sociedad tecnológica ha encontrado maneras de multiplicar las ocasiones de placer, pero no de engendrar la alegría” . (7) Las mayores alegrías las encontramos en lo sencillo, en lo pequeño, en el mundo de los más pobres y de aquellos que en medio de muchos compromisos han mantenido un corazón creyente, desprendido y sencillo. Muchos de nosotros podemos suscribir estas afirmaciones del Papa Francisco en nuestra propia experiencia, es precisamente en medio de nuestro pueblo pobre
y sencillo donde muchas veces encontramos las experiencias más gratificantes de solidaridad y generosidad, que nos ayudan a descubrir la presencia del Señor entre ellos y ellas .

Se comienza a ser cristiano por un encuentro con el Señor, por eso Benedicto XVI podía decir: “No
se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva” . (7) . Solo el encuentro con el Señor nos saca de nuestro aislamiento y de ser auto-referenciales, yo primero, yo segundo, yo tercero..., es el encuentro con Dios, que es amor, que nos devuelve el sentido de la vida .

El bien, la bondad y la belleza siempre tienden a comunicarse . “La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad”, los que más van a gozar de la vida son los que se atreven a dejar la orilla y se apasionan con la misión de comunicar la vida a los demás .

« Aquí descubrimos otra ley profunda de la realidad: que la vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros. Eso es en definitiva la misión ». (10)

El Evangelio es siempre nuevo, siempre joven, porque lo que nos comunica es la buena noticia de Dios, que en Jesús renueva nuestra vida, nuestra comunidad, por ello siempre es necesario volver a la fuente de la que brotan siempre “nuevos caminos, métodos creativos, otras formas de expresión, signos más elocuentes, palabras cargadas de renovado significado para el mundo actual. En realidad, toda auténtica acción evangelizadora es siempre nueva” (11)

La novedad del Evangelio no significa desarraigo, sino memoria viva. El Señor siempre nos está invitando a hacer memoria . Los discípulos nunca olvidaron la hora en que el Señor tocó sus vidas y los llamó en su seguimiento . En nuestra tradición religiosa Dios nos invita permanentemente a hacer memoria de su presencia salvadora en medio nuestro. “Acuérdate Israel”, es una frase que acompaña
el camino del pueblo de Israel. También Jesús nos invita en la última cena con sus discípulos a hacer memoria de lo que él acaba de realizar, tanto de la fracción del pan, como el lavatorio de los pies.

Luego Papa Francisco menciona que los padres sinodales recordaron 3 ámbitos de la nueva evangelización:

1.- Pastoral ordinaria con los fieles que regularmente frecuentan la comunidad y celebran sus sacramentos. En esta misma pastoral están los fieles católicos que viven de manera intensa su fe, aunque no participan frecuentemente del culto.

2.- Bautizados que no viven las exigencias de su bautismo, la Iglesia como madre, siempre atenta, se empeña para que vivan una conversión que les devuelva la alegría de la fe y el deseo de comprometerse con el Evangelio

3.- Para quienes no conocen a Cristo, todos tienen el derecho de recibir el Evangelio. “La Iglesia no crece por proselitismo sino por atracción” (14)

La actitud misionera es el mayor desafío para la Iglesia y la causa misionera debe ser la primera . Ya
no podemos quedarnos pasivamente esperando en nuestros templos, hace falta pasar de una pastoral meramente de conservación a una pastoral decididamente misionera, que siempre será fuente de gozo

Muchos son los temas de los que podemos hablar en relación a la tarea evangelizadora, no se puede esperar del magisterio pontificio una palabra definitiva o completa para las múltiples cosas que afectan a la Iglesia y al mundo, tampoco se va a reemplazar a los obispos en las situaciones concretar que deben enfrentar, de allí que se percibe la necesidad de una necesaria descentralización en la Iglesia .

Luego, antes de finalizar la Introducción, hace un listado de los temas que va a trabajar en profundidad:

a) La reforma de la Iglesia en salida misionera.
b) Las tentaciones de los agentes pastorales.
c) La Iglesia entendida como la totalidad del Pueblo de Dios que evangeliza. d) La homilía y su preparación.
e) La inclusión social de los pobres.
f) La paz y el diálogo social.
g) Las motivaciones espirituales para la tarea misionera.

Preguntas
1.- ¿Tengo una experiencia de encuentro con el Señor, realmente me llena la vida de alegría? 2.- ¿Cuál es la actitud misionera que nos pide el Papa Francisco?
3.- ¿Qué significa entrar en el río de la alegría


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