DIOS EN POESIA. Cuando los poetas oran....
CUADERNO
DE POEMAS
Aquí en este cuaderno irán
quedando, para recuperar o leer por primera vez, los poemas que van apareciendo
en la portada de “Dios en la poesía”.
1. CONTEMPLO CADA COSA Y
DIGO: DIOS
Contemplo cada cosa y digo: Dios.
No porque sea Dios. Pero las cosas
tienen un corazón donde tú habitas,
un corazón de sombra y de silencio:
(Donde acaba la nada Dios empieza)
Y las cosas se quedan de rodillas
con sus manos de espera levantadas
rezando oscuramente y sin sonido.
Se dicen simplemente. Su plegaria
consiste simplemente en ser ahí y estar dichosas.
Y yo no me resigno: no quisiera
ser silenciosa piedra que no sabe
sino decirse a solas simplemente.
Jesús Tomé (Ciudad Rodrigo.
Salamanca 1927)
2. ESCRITO A CADA INSTANTE
Para inventar a Dios, nuestra palabra
busca, dentro del pecho,
su propia semejanza y no la encuentra,
como las olas de la mar tranquila,
una tras otra, iguales,
quieren la exactitud de lo infinito
medir, al par que cantan...
Y su nombre sin letras,
escrito a cada instante por la espuma,
se borra a cada instante
mecido por la música del agua;
y un eco queda sólo en las orillas.
¿Qué número infinito
nos cuenta el corazón?
Cada latido,
otra vez es más dulce, y otra y otra;
otra vez ciegamente desde dentro
va a pronunciar su nombre.
Y otra vez se ensombrece el pensamiento,
y la voz no le encuentra.
Dentro del pecho está.
Tus hijos somos,
aunque jamás sepamos
decirte la palabra exacta y tuya,
qu repita en el alma el dulce y fijo
girar de las estrellas.
Leopoldo Panero (Astorga 1909-1962)
3. CORPUS CHRISTI
Que viene por la calle Dios, que viene
como de espuma o pluma o nieve ilesa;
tan azucenamente pisa y pesa
que solo un soplo de aire le sostiene.
Otro milagro, ¿ves? Él, que no tiene
ni tamaño ni límites, no cesa
nunca de recrearnos la sorpresa
y ahora en un aro de aire se contiene.
Se le rinde el romero y se arrodilla;
se le dobla la palma ondulante;
las torres en tropel, campaneando.
Dobla también y rinde tu rodilla,
hombre, que viene Cristo caminante
-poco de pan, copo de pan- pasando.
ANTONIO MURCIANO (Arcos de la Frontera 1929)
4. BASÍLICA DE SAN PEDRO
Dí,
Jesucristo, ¿por qué
me
besan tanto los piés?
Soy
San Pedro aquí sentado,
en
bronce inmovilizado;
no
puedo mirar de lado
ni
pegar un puntapié,
pues
tengo los piés gastados,
como ves.
Haz
un milagro, Señor.
Déjame
bajar al río,
volver
a ser pescador,
que
es lo mío.
RAFAEL ALBERTI
( El Puerto de Santa María 1902)
En la muerte de Cristo, contra la dureza del corazón del hombre
Pues
hoy derrama noche el sentimiento
por
todo el cerco de la lumbre pura,
y
amortecido el sol en sombra oscura,
da
lágrimas al fuego, y voz al viento.
Pues
de la muerte el negro encerramiento
descubre
con temblor la sepultura,
y el
monte, que embaraza la llanura
del
mar cercano se divide atento.
De
piedra es hombre duro, de diamante
tu
corazón, pues muerte tan severa
no
anega con tus ojos tu semblante.
Mas
no es de piedra, no, que si lo fuera,
de
lástima de ver a Dios amante,
entre
las otras piedras se rompiera.
FRANCISCO DE QUEVEDO
AHORA EN CAMBIO...
Hubiera
entregado el Dios que no poseo
hubiera
aprendido tres o cuatro signos,
y así
desalentado,
así
fiel, ceniciento,
invariable
como un recuerdo atroz,
me
hubiera respondido,
me
hubiera transformado en ademanes,
me
hubiera convencido como todos,
refugiado
en el hambre universal,
salvado
para siempre y para nada.
Ahora
en cambio, estoy un poco solo,
de
veras un poco solo y solo.
Mi
tristeza es un vaso de oraciones
que
se derraman sobre el césped
y
desde el césped nace Dios
y
está también un poco solo,
de
veras un poco solo y solo.
Mas
yo le ayudo a conocer las aves
y en
toda su extensión la herejía vegetal,
los
corazones de sus alegres huérfanos,
la
tierra que es la palma de su mano.
MARIO
BENEDETTI
(Solo
mientras tanto 1948-1950)
CANCIÓN DE LA BUENA GENTE
(Lied über die guten leute)
A
la buena gente se la conoce
en
que resulta mejor
cuando
se la conoce. La buena gente
invita
a mejorarla, porque
¿qué
es lo que a uno le hace sensato? Escuchar
y
que le digan algo.
Pero,
al mismo tiempo,
mejoran
al que los mira y a quien
miran.
No solo porque nos ayudan
a
buscar comida y claridad, sino más aún,
nos
son útiles porque sabemos
que
viven y transforman el mundo.
Cuando
se acude a ellos, siempre se les encuentra.
Se
acuerdan de la cara que tenían
cuando
les vimos por última vez.
Por
mucho que hayan cambiado
-pues
ellos son los que más cambian-
aún
resultan más reconocibles.
Son
como una casa que ayudamos a construir.
No
nos obligan a vivir en ella,
y
en ocasiones no nos lo permiten.
Por
poco que seamos, siempre podemos ir a ellos, pero tenemos que elegir lo que
llevemos
La
buena gente nos preocupa.
Parece
que no pueden realizar nada solos,
proponen
soluciones que exigen aún tareas.
En
momentos difíciles de barcos naufragando,
de
pronto descubrimos fija en nosotros su mirada inmensa.
Aunque
tal como somos no les gustamos,
están
de acuerdo, sin embargo, con nosotros.
BERTOLD BRECHT
(Poemas y Canciones 1940)
¿De
dónde saca la fuerza esa "buena gente"? ¿Quién es esa buena gente?
Dios mismo brilla, sin decirlo abiertamente, en esa buena gente. Esa es la
forma discreta de Dios, de aparecer en el hoy del mundo. Dios sigue
encarnándose, sigue moviendo por su Espíritu, todo lo que hay de bondad, de
verdad, de libertad, entre nosotros.
PADRENUESTRO
Que
estás en la tierra, Padre nuestro,
que
te siento en la púa del pino
en
el torso azul del obrero,
en
la niña que borda curvada
la
espalda mezclando el hilo en el dedo.
Padre
nuestro que estás en la tierra,
en
el surco,
en
la mina,
en
el huerto,
en
el puerto,
en
el cine,
en
el vino,
en
la casa del médico.
Padre
nuestro que estás en la tierra
donde
tienes tu gloria y tu infierno
y
tu limbo que está en los cafés,
donde
los pudientes beben su refresco.
Padre
nuestro que estás en la escuela de gratis
y
en el verdulero,
y
en el que pasa hambre
y
en el poeta, ¡nunca en el usurero!
Padre
nuestro que estás en la tierra,
en
un banco del Prado leyendo,
eres
ese viejo que da migas de pan
a
los pájaros del paseo.
Padre
nuestro que estás en la tierra,
en
el cigarro, en el beso,
en
la espiga, en el pecho
de
todos los que son buenos.
Padre
que penetras en cualquier hueco.
Tú
que quitas la angustia;
que
estás en la tierra;
Padre
nuestro que sé que te vemos,
los
que luego te hemos de ver,
donde
sea, o ahí en el cielo
GLORIA FUERTES (Madrid 1917-1998)
"Le
dice Felipe: Señor, muéstranos al Padre y nos basta. Le dice Jesús: ¿Tanto
tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces, Felipe? El que me ha visto
a mí, ha visto al Padre." (Jn 14,8-9).
Y
el que ha visto y ha estado con el que sufre, el hambriento, el sediento, el
inmigrante, el que está en la cárcel esperando y esperando.., el desnudo, la maltratada,
el niño en pleno país en guerra..., ese, ha visto a Jesús, y ha visto al Padre,
ha visto su rostro..." (Mt 25)
ROMERO SOLO
Ser
en la vida
romero,
romero
sólo que cruza
siempre
por caminos nuevos;
ser
en la vida
romero,
sin
más oficio, sin otro nombre
y
sin pueblo...
ser
en la vida
romero...
romero... sólo romero.
Que
no hagan callo las cosas
ni
en el alma ni en el cuerpo...
pasar
por todo una vez,
una
vez sólo y ligero, ligero, siempre ligero.
Que
no se acostumbre el pie
a
pisar el mismo suelo,
ni
el tablado de la farsa,
ni
la losa de los templos,
para
que nunca recemos
como
el sacristán
los
rezos,
ni
como el cómico
viejo
digamos
los
versos.
La
mano ociosa es quién tiene
más
fino el tacto en los dedos,
decía
Hamlet a Horacio,
viendo
cómo
cavaba una fosa
y
cantaba al mismo tiempo
un
sepulturero.
-
No
sabiendo
los
oficios
los
haremos
con
respeto-.
Para
enterrar
a
los muertos como debemos
cualquiera
sirve, cualquiera...
menos
un sepulturero.
Un
día todos sabemos hacer justicia;
tan
bien como el rey hebreo,
la
hizo
Sancho
el escudero
y
el villano
Pedro
Crespo...
Que
no hagan callo las cosas
ni
en el alma ni en el cuerpo...
pasar
por todo una vez,
una
vez sólo y ligero, ligero, siempre ligero.
Sensibles
a
todo viento
y
bajo
todos
los cielos,
Poetas,
nunca
cantemos
la
vida
de
un mismo pueblo,
ni
la flor
de
un solo huerto...
Que
sean todos
los
pueblos
y
todos
los
huertos nuestros.
LEÓN FELIPE (Tábara 1884- México 1968)
Este
año del Jubileo compostelano, puede ser bueno volver a leer este poema, y decir
una vez más que en la vida somos caminantes, pero que sabemos bien a dónde
conduce ese camino. El creyente es un caminante tras el Caminante.
LA MANO
Si
una mano estrechamos, puede abrirse
una
puerta de luz, una salida
que
nos lleve a un jardín jamás soñado.
Sus
sorpresas nos abren dedos tibios
y
a demandas contestan ignoradas:
las
súbitas palomas alzan vuelo.
Si
una mano estrechamos, es posible
circunvalar
el aire o abrazarlo,
proyectar
su calor, borrar la sombra.
Como
en juego de niños nos aúna,
hermanados,
idénticos, sonriendo,
en
ese justo centro de la Vida.
CONCHA ZARDOYA
(Valparaíso/Chile
1914 - Majadahonda/Madrid 2004)
La frase clave (un condicional), es
"Si una mano estrechamos". Todo un programa de acercamiento,
estrechamiento humano, solidaridad, destrucción de barreras sociales,
culturales o religiosas que nos dividen. Si aprendiéramos cada día a estrechar
la mano a alguien, tender la mano a solucionar problemas, estar abiertos a los
demás... se haría visible ese misterio que llamamos "Encarnación".
Porque Dios vino y nos estrechó para siempre la mano.
LAS
CONDICIONES DEL PÁJARO SOLITARIO
“La primera, que se
va a lo más alto”
Si fuera yo, si fuera
yo, si fuera
un pájaro de llama
enamorado,
un pájaro de luz tan
incendiado
que en el silencio de
tu noche ardiera;
si pudiera subirme,
si pudiera
muy más allá de todo
lo creado
y en la última rama
de mi Amado
pusiera el corazón y
el alma entera;
si aún más alto, más
alto, y más volara;
allí donde no hay
aire ya, ni vuelo,
allí donde tu mano es
agua clara
y no es preciso
mendigar consuelo,
allí –¡qué soledad!-
yo me dejara
dulcemente morir de
tanto cielo.
JOSÉ LUÍS
MARTÍN DESCALZO
(Madridejos 1930- Madrid 1991)
El inolvidable José Luís publicó unos
meses antes de su muerte un libro de sonetos que se convirtió en un éxito...que
no ha cesado. En esa sobrecogedora confesión de su vida, destacan los sonetos
que dedicó a las "condiciones del pájaro solitario" de los "Dichos
de luz y de amor" de San Juan de la Cruz. Este es el primero de ellos.
CREER
Porque,
Señor, yo te he visto
y
quiero volverte a ver,
quiero
creer.
Te
vi, sí, cuando era niño
y
en agua me bauticé
y,
limpio de culpa vieja,
sin
velos te pude ver.
Quiero
creer.
Devuélveme
aquellas puras
transparencias
de aire fiel,
devuélveme
aquellas niñas
de
aquellos ojos de ayer.
Quiero
creer.
Limpia
mis ojos cansados,
deslumbrados
del cimbel,
lastra
de plomo mis párpados
y
oscurécemelos bien.
Quiero
creer.
Ya
todo es sombra y olvido
y
abandono de mi ser.
Ponme
la venda en los ojos.
Ponme
tus manos también.
Quiero
creer.
Tú
que pusiste en las flores
rocío
y debajo miel
filtra
en mis secas pupilas
dos
gotas frescas de fe.
Quiero
creer.
Porque,
Señor, yo te he visto
y
quiero volverte a ver
creo
en ti y quiero creer.
GERARDO DIEGO
(Santander
1896- Madrid 1987)
Uno de los más grandes poetas del
siglo XX en lengua castellana, y uno de nuestros "buscadores" y
testigos de Dios más evidentes. Este magnífico poema-oración ha sido incluido,
(de forma anónima, como todos los demás) entre los Himnos de la Liturgia de las
Horas en la edición española. Un deseo de la fe, que es también fe ("creo
en ti y quiero creer), que es ya camino hacia el encuentro pleno. Un poema digno
de ser meditado a fondo en este momento social y eclesial
MUJER DE CADA DÍA
Mientras
crece la noche, cada día
prende
el Amor su llama
en
tu candil de aceite desvelado,
siempre
igual y creciente.
El
pan de tus moliendas se cuece, cada día,
bajo
el fuego tranquilo de tus ojos,
mientras
crece también la madrugada.
La
fuente de la plaza te entrega, cada día, su limosna
mientras
le crece el corazón al mundo.
Como
el ave del Tiempo vas y vienes,
de
la casa a la calle, del Misterio al misterio,
muchas
veces al día,
y
llevas con tus pasos el compás de las horas...
Tú
sabes qué es vivir a pulso lento,
sin
novedad para la prensa humana.
Apenas
sin distancia: la de un grito.
En
esta pobre aldea que vigilan
las
higueras comadres
y
el centinela de un ciprés oscuro.
-¿De
Nazaret va a salir algo bueno?
José
viene cansado, cada noche.
Y
el Niño trae el hambre entre los dedos
por
undécima vez.
-¿Qué
quieres, hijo?
(Las
almendras se miran, asustadas de gozo,
y
el plato ríe miel por todas partes).
Tú
ya has dejado el huso sobre el banco dormido
y
la lana suspira blancamente.
Esta
mañana has ido por retama,
y
te sangran las manos, en silencio,
y
te huelen las manos a lejía de yerbas.
Has
ordeñado luego las dos cabras sumisas,
y
sabes toda a leche.
Ayer
vino el siroco, y te abrasó las flores.
Hoy
irrumpe el simún
como
una tropa de soldados romanos,
y
hay que cerrarlo todo y, con la prisa, a oscuras,
se
te pierde una dracma, rescatada
del
tributo de Herodes.
Si
las vecinas rompen tu retiro, como gallinas locas,
tú
sonríes.
Un
día nace un niño, y tú lo acunas.
Y
un día muere un hombre, y tú lo velas.
En
la olla inservible crece un lirio morado,
y
tú riegas su lenta profecía.
Nazaret
se despuebla, cuando llega la Pascua,
y
tú marchas con todos,
peregrina
del Templo,
con
Yahvé de la mano,
con
un salmo en la boca.
La
ruta de Israel converge en tus sandalias.
Y
los caminos múltiples del mundo
arrancan
de tus pies caravaneros.
Tu
corazón no para, día y noche.
Día
y noche recogen sus limpios cangilones
el
agua de la Vida.
Y
el Verbo se hace Hombre, día y noche,
delante
de tus ojos,
al
filo de tus manos,
detrás
de tu silencio...
PEDRO CASALDÁLIGA
(Balsareny-Barcelona
1928)
Pedro, obispo en Brasil, referente de
creyentes y de comprometidos con la vida de los pobres y de los que buscan
nuevos horizontes para nuestra tierra. Decir en América Pedro Casaldáliga, es
como decir Helder Cámara, Monseñor Romero, Eduardo Pironio... y otros muchos.
Pastores con la palabra y con los hechos, profetas de lo que Dios sueña para el
mundo. Y encima de todo esto, Pedro es un gran poeta del verso, y creador de
una nueva imagen de María, la Madre de Jesús. Este poema sobre la
"cotidianidad de María", tomado de su poemario "Llena de Dios y
tan nuestra", es un ejemplo de ello.
CLAVEL DE
LA AURORA
(En el nacimiento del Salvador)
Caído se le ha un
clavel
hoy a la Aurora del
seno;
¡qué glorioso que
está el heno
porque ha caído sobre
él!
Cuando el silencio
tenía
todas las cosas del suelo,
y coronada de hielo
reinaba la noche
fría,
en medio la monarquía
de tiniebla tan cruel
caído se le ha un
clavel.
De un solo clavel
ceñido
la Virgen, Aurora
bella,
al mundo le dio, y
ella
quedó cual antes,
florida.
A la púrpura caída
siempre fue el heno
fiel;
caído se le ha un
clavel.
El heno, pues, que
fue digno,
a pesar de tantas
nieves,
de ver en sus brazos
leves
este rosicler divino,
para su lecho fue
lino,
oro para su dosel;
caído se le ha un
clavel
hoy a la Aurora del
seno;
¡qué glorioso que
está el heno
porque ha caído sobre
él!
LUIS DE
GÓNGORA
(1551-1627)
A los poetas del barroco les encantaba
estos juegos florales. Y a nosotros, en esta Navidad, nos gusta también
olvidarnos de tanto heno sucio y pisado a lo largo del año en nuestro mundo, de
tanta "monarquía de tiniebla" como son las opresiones, violencias y
falta de dignidad. Navidad es un momento para hacer memoria de esta decisión de
Dios: "caer", "bajar", "abajarse", hacerse uno de
nosotros, compartirlo todo (menos la injusticia y el desamor), hacerse
servidor. Ese es el "clavel" que nos da la Mujer que nos representa,
la mujer que nos enseña a encarnar a Cristo en el heno del mundo.
ESPERANZA
La fe que amo más,
dice Dios, es la esperanza; la fe no me sorprende, no me resulta sorprendente.
Resplandezco tanto en
mi creación.
En todas mis
criaturas.
En los astros del
firmamento y en los peces del mar.
Sobre la faz de la
tierra y sobre la faz de las aguas.
En el viento que
sopla sobre el mar y en el viento que sopla en el valle.
En el tranquilo
valle.
En el recogido valle.
En las plantas y en
los animales, y en los animales de los bosques.
Y en el hombre.
La caridad, dice
Dios, no me sorprende.
No me resulta
sorprendente.
Esas pobres criaturas
son tan desdichadas que, a menos de tener un corazón
de piedra, ¿cómo no
iban a tener caridad unas con otras?
¿Cómo no iban a tener
caridad con sus hermanos?
¿Cómo no iban a
quitarse el pan de la boca, el pan de cada día, para dárselo
a desdichados niños
que pasan?
Y ha tenido mi hijo
una tal caridad con ellos...
Mi hijo, su hermano.
Una caridad tan
grande...
Lo que me admira,
dice Dios, es la esperanza.
Y no me retracto.
Esa pequeña esperanza
que parece de nada.
Esa niñita esperanza.
Inmortal.
Porque mis tres
virtudes, dice Dios,
las tres virtudes,
criaturas mías,
niñas hijas mías.
son también como mis
otras criaturas.
De la raza de los
hombres.
La Fe es una Esposa
fiel.
La Caridad es una
Madre.
Una madre ardiente,
toda corazón.
O una hermana mayor
que es como una madre.
La Esperanza es una
niñita de nada.
Que vino al mundo el
día de Navidad del año pasado.
Que juega todavía con
el bueno de Enero.
Con sus pequeños
pinos de madera de Alemania cubiertos de escarcha pintada.
Y con su buey y su
asno de madera de Alemania.
Pintados.
Y con su pesebre
lleno de paja que los animales no comen.
Porque son de madera.
Pero esa niñita
pintada atravesará los mundos.
Esa niñita de nada.
Sola, llevando a las
otras, atravesará los mundos.
Esa niñita de nada.
Sola, llevando a las
otras, atravesará los mundos concluidos.
CHARLES
PEGÚY 1873-1914
(El pórtico del misterio de la segunda virtud). La "niñita de nada"
la necesitamos mucho hoy. Es la virtud teologal que puede sufrir más en este
momento de la historia. Porque el panorama mundial tiene tantos lugares donde
parece haber sido desterrada, ahogada, proscrita... Como la paz. Pero la
"niñita de nada", esperanza frágil para nuestro mundo quiere ser
protegida y ayudada. Somos nosotros los protectores, los impulsores de la
esperanza. Porque, "sola, llevando a las otras, atravesará los mundos
concluidos".
PAN Y DIOS
Si pan es lo que
vemos, ¿cómo dura,
sin que comiendo de
él se nos acabe?
Si Dios, ¿cómo en el
gusto a pan nos sabe?
¿Cómo de sólo pan
tiene figura?
Si pan, ¿cómo le
adora la criatura?
Si Dios, ¿cómo en tan
chico espacio cabe?
Si pan, ¿cómo por
ciencia no sabe?
Si Dios, ¿cómo le
come su hechura?
Si pan, ¿cómo nos
harta siendo poco?
Si Dios, ¿cómo puede
ser partido?
Si pan, ¿cómo en el
alma hace tanto?
Si Dios, ¿cómo le
miro y le toco?
Si pan, ¿cómo del
cielo ha descendido?
Si Dios, ¿cómo no
muero yo de espanto?
FRAY LUIS
DE LEÓN
(Belmonte-Cuenca 1527- Madrigal de las Altas Torres-Ávila 1591). En el
"año de la Eucaristía" este precioso poema de contrastes, como les
gustaba a los poetas barrocos. Fray Luís todavía era muy renacentista, pero ya
anunciaba estas paradojas. Así meditaba la Eucaristía el agustino y profesor de
la universidad de Salamanca, teólogo y exégeta en una época convulsa pero
apasionante.
SONETO DEL
ENCUENTRO CONTIGO
EN EL MUNDO
La vida sobre ruedas
o a caballo,
yendo y viniendo de
misión cumplida,
árbol entre los
árboles me callo
y oigo cómo se acerca
tu venida.
Cuanto menos Te
encuentro, más te hallo,
libres los dos de
nombre y de medida.
dueño del miedo que
Te doy vasallo,
vivo de la esperanza
de Tu vida.
Al acecho del reino
diferente,
voy amando las cosas
y la gente,
ciudadano de todo y
extranjero.
Y me llama tu paz
como un abismo
mientras cruzo las
sombras, guerrillero
del Mundo, de la
Iglesia y de mí mismo.
PEDRO
CASALDÁLIGA (Balsareny-Barcelona
1928) Tomado de "Sonetos neobíblicos precisamente", este poema puede
servir muy bien para recordar al obispo Pedro, que acaba de ser sustituido como
tal de la diócesis brasileña a la que tantos años ha servido. "Dios en la
poesía" ya ofreció otro poema suyo (véase en "Cuaderno de
poemas"). Esa vez era un texto mariano, en ese precioso poemario "Tan
llena de Dios y tan nuestra". Esta vez es una confesión sobre la propia
vida como encuentro con Dios en el acontecer del mundo y el servicio a la gente
desde la fe cristiana y la vivencia eclesial. Gracias Pedro, español y
brasileño, hombre de fe y de misión, entregado a los pobres, por tu testimonio
que nos da fuerza y luz.
“TE LLAMARÉ
SEÑOR”
Con las montañas y
las piedras,
te llamaré Señor, a
Ti.
Con los pájaros al
alba,
te llamaré Señor, a
Ti.
Con la luna entre las
aguas,
con la gacela en el
desierto,
En el amor con los
creyentes,
te llamaré Señor a
Ti.
En el cielo con
Jesucristo,
con Moisés en el
Sinaí,
con la vara entre las
manos,
te llamaré Señor a
Ti.
Con Job lleno de
penas,
con Jacob lleno de
lágrimas,
con los que aman a
Mahoma,
te llamaré Señor a
Ti.
Yo conocí bien el
mundo,
abandoné ilusiones y
sueños.
Con la cabeza
descubierta
y los pies descalzos,
te llamaré Señor a
Ti.
Yunus habla todas las
lenguas.
Con las aves, los
ruiseñores,
con los que aman la
justicia,
te llamaré Señor a
Ti.
YUNUS
EMRE.
S.XIV. Místico sufí, el mayor poeta musulmán de Turquía. Una vez más el sufismo
nos ofrece su sensibilidad y su espíritu verdaderamente abierto y ecuménico.
Una oración hecha desde el Islam, pero abrazando a las otras dos religiones monoteístas,
Judaísmo y Cristianismo. Una oración hecha "con", es decir, junto a
hombres y mujeres de otros credos y otras culturas. Una "llamada"
ecuménica al único Dios. En plena Edad Media, el poeta místico sentía así.
¿Cómo sentir y orar hoy, junto a los creyentes y a los increyentes?
SEMANA GRANDE Y SANTA
DEL SEÑOR
TRES POEMAS PARA
VIVIR EL MISTERIO PASCUAL
SALMO III
¡Oh, Señor, tú que
sufres del mundo
sujeto a tu obra,
es tu mal nuestro mal
más profundo
y nuestra zozobra!
Necesitas uncirte al
infinito
si quieres hablarme,
y si quieres te
llegue mi grito
te es fuerza
escucharme.
Es tu amor el que
tanto te obliga
bajarte hasta el
hombre,
y a tu Esencia mi
boca le diga
cuál sea tu nombre.
Te es forzoso
rasgarte el abismo
si mío ser quieres,
y si quieres vivir en
ti mismo
ya mío no eres.
Al crearnos para tu
servicio
buscas libertad,
sacudirte del recio
suplicio
de la eternidad.
Si he de ser, como
quieres, figura
y flor de tu gloria,
hazte, ¡oh, Tu
Creador, criatura
rendido a la
historia!
Libre ya de tu cerco
divino
por nosotros estás,
sin nosotros sería tu
sino
o siempre o jamás.
Por gustar, ¡oh,
Impasible!, la pena
quisiste penar,
te faltaba el dolor
que enajena
para más gozar.
Y probaste el sufrir
y sufriste
vil muerte en la
cruz,
y al espejo del
hombre te viste
bajo nueva luz.
Y al sentirte anhelar
bajo el yugo
del eterno Amor,
nos da al Padre y nos
mata al verdugo
el común Dolor.
Si has de ser, ¡oh,
mi Dios!, un Dios vivo
y no idea pura,
en tu obra te rinde
cautivo
de tu criatura.
Al crear, Creador,
quedas preso
de tu creación,
mas así te libertas
del peso
de tu corazón.
Son tu pan los
humanos anhelos,
es tu agua la fe;
yo te mando, Señor, a
los cielos
con mi amor, mi sed.
Es la sed insaciable
y ardiente
de sólo verdad;
dame, ¡oh, Dios!, a
beber en la fuente
de tu eternidad.
Méteme, Padre eterno,
en tu pecho,
misterioso hogar,
dormiré allí, pues
vengo deshecho
del duro bregar.
MIGUEL DE
UNAMUNO
(Bilbao 1864- Salamanca 1936). La "fe" desgarrada y siempre en tensión
del gran escritor del 98, nos impresiona. Hoy más que nunca, porque vivimos
dando razón de nuestra fe y nuestro seguimiento de Jesús. Un poema famoso
especialmente por su estrofa final "Méteme Padre...", que puede
servir de oración en momentos difíciles. Es la oración de Jesús al final de su
vida, y es nuestra oración también. Un poema de Pasión pero también de
Creación, de sed y de solidaridad: con los sufrimientos del mundo de hoy, de
"los 40 últimos", y de los míos...
MÁS
SENCILLA
Más sencilla... más
sencilla.
Sin barroquismo,
sin añadidos ni
ornamentos.
Que se vean desnudos
los maderos,
desnudos
y decididamente
rectos.
«Los brazos en abrazo
hacia la tierra,
el mástil
disparándose a los cielos.»
Que no haya un solo
adorno
que distraiga este
gesto...
este equilibrio
humano
de los dos
mandamientos.
Más sencilla... más
sencilla...
haz una cruz
sencilla, carpintero.
LEÓN
FELIPE
(Tábara-Zamora 1884-México 1968). Nuestro poeta "peregrino" (su vida
está marcada por el camino: España, Äfrica, América) llega a la sencillez de la
vida y del pensamiento. Por eso nos invita incluso a mirar con
"sencillez" a la cruz de Jesús. Que vayamos a lo esencial. Fijémonos
en esa parábola de los maderos de la cruz como el doble mandamiento del Amor.
CRISTO,
ALEGRÍA DEL MUNDO
Cristo, alegría del
mundo,
Cristo,
alegría del mundo,
resplandor de la
gloria del Padre.
¡Bendita la mañana
que anuncia tu
esplendor al universo!
En el día primero,
tu resurrección
alegraba
el corazón del Padre.
En el día primero,
vió que todas las
cosas eran buenas
porque participaban
de tu gloria.
La mañana celebra
tu resurrección y se
alegra
con claridad de
Pascua.
Se levanta la tierra
como un joven
discípulo en tu busca,
sabiendo que el
sepulcro está vacío.
En la clara mañana,
tu sagrada luz se
difunde
como una gracia
nueva.
Que nosotros vivamos
como hijos de luz y
no pequemos
contra la claridad de
tu presencia.
Himno de
la Liturgia de las Horas. Himno de Pascua y de los Domingos. Cuando se
renovó la Liturgia de las Horas, y se elaboraron nuevos Himnos por parte de los
mejores poetas actuales, todos aceptaron que sus nombres no aparecerían en el
texto litúrgico. ¿Por qué? Porque la Iglesia quería hacerlos de todos, de cada
uno de nosotros. Y así, aunque sabemos qué poeta escribió cada Himno de Pascua,
ahora toda la Iglesia canta y ora la alegría de la Resurrección con la mejor
poesía y las mejores imágenes, con las que se expresa nuestra fe.
MARÍA,
AYÚDANOS A VIVIR CONTIGO LA PASCUA DE TU HIJO
No el poder, sino la humildad.
No la diversión, sino la conversión.
No la burla, sino el amor.
No el racionalismo, sino el Misterio.
No la mediocridad, sino la santidad.
No la introspección, sino la contemplación.
No la riqueza, sino la pobreza.
No el purismo, sino la inocencia.
No el "mal menor" sino la justicia.
No la interpretación, sino la Palabra.
No la "prudencia", sino la Caridad
No el abuso de bienes, sino el uso de bienes.
No la agitación, sino el silencio.
No la picardía, sino la simplicidad.
No el fanatismo, sino la fe.
No la opresión, sino la libertad.
No el Hombre, sino el hombre.
No dios, sino Dios.
No la letra, sino el espíritu.
No el primer lugar, sino el último.
No el tratado, sino la poesía.
No el egocentrismo, sino el humanismo.
No el coche, sino la cruz.
No la Institución, sino el Espíritu.
No una Iglesia instalada, sino perseguida.
No la separación sino la comunicación.
No mi voluntad, sino la voluntad del Padre.
No yo, sino el Cuerpo místico.
No la autosuficiencia, sino la colaboración.
No el acomodo en la verdad, sino la Verdad.
No el oro, sino la piedra.
No la casuística, sino la parábola.
No el desprecio, sino la compasión.
No "mi iglesia" sino la Iglesia.
No la huida, sino la presencia.
No el esquema, sino la realidad.
No la publicidad, sino el testimonio.
No el molde, sino la levadura.
ALFONSO CARLOS
COMÍN (Zaragoza 1933- Barcelona 1980). Un famoso poema de paradojas, o mejor de
"opciones", que define muy bien lo que fue este profeta y agitador de
conciencias. Comín murió muy pronto, 47 años, pero su pensamiento crítico tanto
desde su posición política como desde su fe cristiana militante, nos dejó un
testimonio valiente. Sociólogo, periodista y pensador, pero sobre todo un
inconformista. Lo que necesitamos hoy más que nunca, en esta Pascua que puede abrir una etapa nueva de la
Iglesia. ¿Cómo te
sitúas en estas "preferencias"? ¿Por donde estamos optando?
SEÑORA DE LA CIUDAD
¡También te
perderías, aldeana, por las calles o el metro...!
Todos flotamos en las
turbias aguas de la ciudad, perdidos,
sonámbulos del
Tiempo,
llevados y traídos
como troncos sin memoria del bosque originario,
febriles de pasión,
de sueños, de soledad, de prisa.
No cabemos los
hombres y los coches.
Los ladrillos se
comen el espacio del cielo, descartado del mapa.
Mil gritos
fluorescentes suplantan las llamadas del retorno.
¡Falta el aire de
Dios para el aliento!
¿Dónde puede posarse
la alegría de aquel recodo humano, plantado de promesas,
cuando tenía nombre
cada brizna?
¿Quién aparca en su
sitio la Esperanza?
Vaga el dolor
proscrito, como un perro.
Los cubos de basura
demandan vanamente los talones del lujo retumbantes.
Los vecinos no tienen
más historia que el número de un piso.
Un hombre es un
codazo.
Jerusalén tenía sus
resacas, y se perdía un niño fácilmente.
Pero bramabas tú,
como una cierva,
y el servicio de
urgencia de tu llanto
suplía de antemano la
fiebre derramada de todos los perdidos por la vida.
Vuelve a subir de
Nazaret, Señora.
¡Te reclamamos todos,
sin saberlo siquiera muchas veces!
¡Creemos en la Piedra
tallada en la cantera de tu seno,
oh torre de David
amurallada de escudos y palomas,
ciudad de Dios alzado
sobre el monte
Sión, donde termina
la lenta caravana convocada a la Pascua verdadera... !
Perdidos o exilados,
rebeldes al hogar o en su nostalgia,
todavía avanzamos, en
la noche, con el sello de Dios en nuestras frentes,
camino de la tierra
presentida...
Y en esta misma
patria de márgenes flotantes,
sin casa permanente,
queremos levantar con
nuestras manos,
¡con el cemento vivo
de nuestra propia sangre!,
una nueva ciudad, a
cielo abierto,
con muchas zonas
verdes de gozo redimido,
donde quepamos todos,
sin reservas de tribu en la mirada...
¡...mientras vamos,
cantando, hacia la gloria de la Ciudad futura
que ilumina la
antorcha del Cordero!
PEDRO
CASALDÁLIGA (Balsareny-Barcelona
1928)
(Miguel de Cervantes)
Niña de Dios por nuestro bien nacida,
tierna, pero tan fuerte, que la frente
en soberbia maldad endurecida
quebrantasteis de la infernal serpiente;
brinco de Dios, de nuestra muerte vida,
pues vos fuisteis el medio conveniente
que redujo a pacífica concordia,
de Dios y el hombre la mortal discordia.
ESTA ES MARÍA
(Lope de Vega)
Poco más de mediana la estatura
de aceituna el color, negros cabellos,
vivos los ojos, y las niñas de ellos
siempre radiantes con igual dulzura.
Las cejas lindas, de color oscura,
bien formada nariz, de labios bellos,
tan hermosos, que hablaba el cielo
en ellos por celosías de su rosa pura.
La mano larga para siempre darla
saliendo a los peligros al encuentro
de quien para vivir fuese a buscarla.
Esta es María, sin llegar al centro,
que el alma solo puede retratarla
pintor que tuvo nueve meses dentro.
Año cervantino
(centenario
del Quijote 1605-2005), año para escuchar a Don MIguel recitarnos su precioso
"Niña de Dios", en este Mayo que va terminando.
Y de paso, nos brinda Lope su retrato mariano ("Esta es María").
Por cierto, en la patria chica de Cervantes, Alcalá de Henares, están a punto de inaugurar el Jubileo de los santos niños mártires Justo y Pastor, pues celebran nada menos que los 1700 años del martirio.
Y de paso, nos brinda Lope su retrato mariano ("Esta es María").
Por cierto, en la patria chica de Cervantes, Alcalá de Henares, están a punto de inaugurar el Jubileo de los santos niños mártires Justo y Pastor, pues celebran nada menos que los 1700 años del martirio.
POR QUÉ
CANTAMOS
Si cada hora viene
con su muerte,
si el tiempo es una
cueva de ladrones,
los aires ya no son
los buenos aires,
la vida es nada más
que un blanco móvil...
usted preguntará por
qué cantamos.
Si nuestros bravos se
quedan sin abrazo,
la patria se nos
muere de tristeza,
y el corazón del hombre
se hace añicos,
antes aún que explote
la vergüenza...
usted preguntará por
qué cantamos.
Si estamos lejos como
un horizonte,
si allá quedaron
árboles y cielo,
si cada noche es
siempre alguna ausencia,
y cada despertar un
desencuentro...
usted preguntará por
qué cantamos.
Cantamos porque el
río está sonando,
y cuando suena el
río, suena el río.
Cantamos porque el
cruel no tiene nombre,
y en cambio tiene
nombre su destino.
Cantamos porque el
niño, y porque todo,
y porque algún
futuro, y porque el pueblo.
Cantamos porque los
sobrevivientes
y nuestros muertos,
quieren que cantemos.
Cantamos porque el
grito no es bastante,
y no es bastante el
llanto ni la bronca.
Cantamos porque
creemos en la gente
y porque venceremos
la derrota.
Cantamos porque el
sol nos reconoce,
y porque el campo
huele a primavera,
y porque en este
tallo, en aquel fruto,
cada pregunta tiene
su respuesta.
Cantamos porque
llueve sobre el surco
y somos militantes de
la vida,
y porque no podemos
ni queremos,
dejar que la canción
se haga ceniza.
AUSENCIA DE
DIOS
Digamos que te alejas
definitivamente
hacia el pozo de
olvido que prefieres,
pero la mejor parte
de tu espacio,
en realidad la única
constante de tu espacio,
quedará para siempre
en mí, doliente,
persuadida,
frustrada, silenciosa,
quedará en mí tu
corazón inerte y sustancial,
tu corazón de una
promesa única
en mí que estoy
enteramente solo
sobreviviéndote.
Después de ese dolor
redondo y eficaz,
pacientemente agrio,
de invencible ternura,
ya no importa que use
tu insoportable ausencia
ni que me atreva a
preguntar si cabes
como siempre en una
palabra.
Lo cierto es que
ahora ya no estás en mi noche
desgarradoramente
idéntica a las otras
que repetí
buscándote, rodeándote.
Hay solamente un eco
irremediable
de mi voz como niño,
esa que no sabía.
Ahora qué miedo
inútil, qué vergüenza
no tener oración para
morder,
no tener fe para
clavar las uñas,
no tener nada más que
la noche,
saber que Dios se
muere, se resbala,
que Dios retrocede
con los brazos cerrados,
con los labios
cerrados, con la niebla,
como un campanario
atrozmente en ruinas
que desandará siglos
de ceniza.
Es tarde. Sin embargo
yo daría
todos los juramentos
y las lluvias,
las paredes con
insultos y mimos,
las ventanas de
invierno, el mar a veces,
por no tener tu
corazón en mí,
tu corazón inevitable
y doloroso
en mí que estoy
enteramente solo
sobreviviéndote.
Mario
Benedetti
(Paso de los Toros. Uruguay 1920)
La poesía de Benedetti, parte de la
cual se ha convertido en canción popular, es una crítica de la sociedad y un
hondo mensaje según un doble espacio temático: el amor como programación
solidaria de la existencia, y la historia como experiencia moral. Por ello su
literatura llega tanto a la gente, que anda buscando belleza y a la vez
honestidad. Los dos poemas que presentamos son muy representativos de él.
"Por qué cantamos" es una confesión de fe y a la vez un mensaje de
gratuidad, una explicación sobre el sentido del canto humano. "Ausencia de
Dios", un testimonio de la huella de Dios en el corazón de los no
creyentes, o mejor, de los buscadores de Dios entre la noche de la vida.
PIDIENDO UN CORAZÓN COMPROMETIDO CON LA JUSTICIA, LA FRATERNIDAD Y LA PAZ
JUDAISMO Salmo 130
Señor, mi corazón no es ambicioso
ni mis ojos altaneros;
No pretendo grandezas
que superan mi capacidad,
sino que acallo y modero mis deseos
como un niño en brazos de su madre.
Espere Israel en el Señor,
ahora y por siempre.
ISLAM “Te llamaré Señor”
(YUNUS EMRE. S.XIV. místico sufí,
el mayor poeta musulman de Turquía)
Con las montañas y las piedras,
te llamaré Señor, a Ti.
Con los pájaros al alba,
te llamaré Señor, a Ti.
Con la luna entre las aguas,
con la gacela en el desierto,
En el amor con los creyentes,
te llamaré Señor a Ti.
En el cielo con Jesucristo,
con Moisés en el Sinaí,
con la vara entre las manos,
te llamaré Señor a Ti.
Con Job lleno de penas,
con Jacob lleno de lágrimas,
con los que aman a Mahoma,
te llamaré Señor a Ti.
Yo conocí bien el mundo,
abandoné ilusiones y sueños.
Con la cabeza descubierta
y los pies descalzos,
te llamaré Señor a Ti.
Yunus habla todas las lenguas.
Con las aves, los ruiseñores,
con los que aman la justicia,
te llamaré Señor a Ti.
HINDUISMO Bhagavad Gita
(Krisna habla a Arjuna. Cap 12)
Quien exento de odio, amante y compasivo con todas las criaturas, humilde y desinteresado, de ánimo constante en el placer y en el dolor, sufrido, contento y siempre devoto, teniendo dominio sobre sí y resuelto, ha depositado en mí su corazón y su pensamiento y me adora, ESE ES AMADO POR MÍ.
Quien es el mismo para el amigo que para el enemigo, y se mantiene lo mismo en el honor que en la ignominia, en el frío y el calor, en el placer y en el dolor, y libre de interés, siendo igual en el vituperio y en la alabanza, es silencioso, está contento con todo, no se aferra a su morada, es constante en su pensar, y me es muy devoto, ESE ES AMADO POR MÍ.
BUDISMO Mahayana
“Que cese el dolor en todo el mundo”
Que cese el dolor en todo el mundo.
Que sea desterrado de la humanidad, de las cosas, de todo lo que vive.
Que cada uno de los seres que poseen por sí mismos, o lo han tomado,
el sentido incompleto de todo, quiera estar en la paz y en la salud.
Que en las diez partes de la tierra se espere la libertad.
Los seres ya están casi muertos de anemia y enfermedad:
que aguarden la recuperación, la reintegración a la salud.
Que los amenazados, los aplastados por el miedo a los poderosos,
a los ladrones o los ejércitos, y los que estos condenaron a muerte,
los que se mueven entre angustia, necesidad y hambre,
que todos crean aún en la liberación.
Los apaleados, los encarcelados y atormentados, los miserables,
los harapientos, los agotados, los enfermos,
los envejecidos por multitud de penas.
Todos estos deben esperar aún, ir un día por el mundo libres de su carga.
Que no llegue el sufrimiento y el dolor.
Que toda la humanidad pueda sentirse bien y se goce de lo más hermoso,
de lo agradable, de la felicidad.
Y que esta felicidad no sea para unos pocos, que vaya de unos a otros hasta que les llegue a todos a la medida de sus deseos.
CRISTIANISMO Bienaventuranzas (Mt 5, 1-12)
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:
Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.
Cinco poemas, de cada
una de las cinco religiones más extendidas del mundo. Cinco oraciones
por la paz, para pedir un corazón justo, solidario con los que sufren en el
mundo, pacífico y comprometido con la paz.
Salmo improvisado de mis cuarenta años
Alabad
al Señor, mazorcas de maíz.
Alabadle, gazapos entre el maíz sin lluvia.
Alabadle, laureles, acacias, heliotropos.
Alabad al Señor, lenguas de yerba
y rosales de estío, ya sin rosas.
Alabad al Señor, vientos clarísimos
y arena de las playas.
Alabadle, mañanas,
tardes de luz errante por los montes.
Alabad al Señor, las mareas de agosto.
Alabadle, tropeles cenicientos de nubes
y oleadas de lluvia
sobre la yerba seca amarillenta.
Alabadle, mis años infantiles,
doloross de ensueños.
Alabadle, mis años
de intacta adolescencia sin entrar en la vida.
Alabadle mis años
de juventud rebelde y casi mística.
Alabadle, mis años
de madurez católica, a sabiendas
de todo lo que cuesta
ser católico en vez de vitalista.
Alabadle, mis sueños aislados en familia.
Alabadle, cañadas, playitas solitarias
de mi esposa y mi hija.
(Alábale, criatura
suya - y nuestra-, que empiezas
a rozar los helechos que estrechan el sendero
para salir al claro, ya en brazos de tu madre.)
Alabadle, rincones de lo seres queridos,
los vivos y los muertos,
cada día más fáciles de hallar entre las cosas.
Alabadle, mis años futuros como un árbol
cuyas hojitas tiemblan
sobre el tronco que arruga
patriarcal su corteza hacia la muerte,
hacia la vida eterna.
Alabadle, gazapos entre el maíz sin lluvia.
Alabadle, laureles, acacias, heliotropos.
Alabad al Señor, lenguas de yerba
y rosales de estío, ya sin rosas.
Alabad al Señor, vientos clarísimos
y arena de las playas.
Alabadle, mañanas,
tardes de luz errante por los montes.
Alabad al Señor, las mareas de agosto.
Alabadle, tropeles cenicientos de nubes
y oleadas de lluvia
sobre la yerba seca amarillenta.
Alabadle, mis años infantiles,
doloross de ensueños.
Alabadle, mis años
de intacta adolescencia sin entrar en la vida.
Alabadle mis años
de juventud rebelde y casi mística.
Alabadle, mis años
de madurez católica, a sabiendas
de todo lo que cuesta
ser católico en vez de vitalista.
Alabadle, mis sueños aislados en familia.
Alabadle, cañadas, playitas solitarias
de mi esposa y mi hija.
(Alábale, criatura
suya - y nuestra-, que empiezas
a rozar los helechos que estrechan el sendero
para salir al claro, ya en brazos de tu madre.)
Alabadle, rincones de lo seres queridos,
los vivos y los muertos,
cada día más fáciles de hallar entre las cosas.
Alabadle, mis años futuros como un árbol
cuyas hojitas tiemblan
sobre el tronco que arruga
patriarcal su corteza hacia la muerte,
hacia la vida eterna.
Luis Felipe
Vivanco (San Lorenzo de El Escorial 1907- Madrid 1975). Vivanco es uno de nuestros poetas más personales y de mayor
interés, especialmente desde el punto de vista de la técnica poética, de la
posguerra española. La significación de los detalles individualizados, la
imaginación vivificada por el detalle real, ya atrapados en el tiempo, ya
vistos con su muy peculiar óptica poética, constituyen elementos de importancia
capital en su poesía. Pertenece a la llamada Generación del 1936 con Luis Rosales, Leopoldo Panero, y Dionisio Ridruejo, que publicaron en la revista Escorial. Reciben influencias de las vanguardias, utilizan formas
métricas clásicas e ideológicamente tienen a Eugenio D'Ors, Unamuno y Ortega como maestros. Con una visión optimista y esperanzada,
revalorizan el sentimiento y redescubren el tema religioso, el amor, el
vitalismo, la intimidad y la condición humana.
"ASÍ EN LA TIERRA COMO
EN EL CIELO"
(Poema para meditar el día 15, la Asunción de María)
Hoy sube al cielo María
que Cristo, en honra del suelo
traslada la casa al cielo
donde en la tierra vivía.
Hoy el palacio real
de solo Dios habitado
sube a la patria inmortal:
hoy la casa en que vivía
la Eterna Sabiduría,
hoy la soberana Aurora
la luna pisa, el sol dora:
hoy sube al cielo María.
Suben las columnas graves
de aquella siempre bendita
casa, y las celestes aves
al fénix que resucita
dicen con voces suaves:
¿cómo sube en mortal vuelo?
¿La tierra puede subir?
Pero bien pueden decir
que Cristo, en honor del suelo,
vuestro privilegio pasa,
casa ilustre, de la ley
común, porque fuiste casa
del Rey, ni pagará el Rey
tal casa con mano escasa;
casa hermosa, honrad el suelo,
levantad al cielo el vuelo;
de Dios lo fuisteis, y Dios
por no estar en él sin vos,
traslada la casa al cielo.
Suba al que el premio le den
que tan alta gloria encierra;
suba el breve cielo, en quien
halló casa en la tierra,
donde cupo tan bien;
suba con justa alegría,
que no es bien, pues que María
fue de Dios cielo en el suelo,
que se vuelva en tierra el cielo
donde en la tierra vivía.
LOPE DE VEGA (Madrid 1562-1635)
"PÁGINAS DEL DIARIO DE
MARÍA"
I
De mi infancia recuerdo yo la Presencia.
La niña que yo fui se preguntaba
qué o quién la invadía,
qué hilos tiraban de su sangre ¿hacía donde?
Recuerdo que una noche me desperté llorando
asustada de lo ancho del sueño,
como si no tuviera corazón para tanto.
La vida -como un traje-
se me iba quedando pequeña, y avanzaba
por el misterio que, misteriosamente,
se me volvía dulce y cotidiano.
Ni rezar era necesario. Lo invisible
crecía en mí
silencioso
como los sueños de la hierba en la noche.
II
Recuerdo bien que todas mis amigas vivía de
esperanzas,
entrelazaban juegos, creían vivir, cantaban.
Yo me iba quedando al margen de las cosas,
vaciándome,
como una copa
que ni siquiera sospecha
por qué ha sido creada tan abierta.
Todos querían vivir mucho y muy deprisa;
yo me iba quedando en el misterio
desbordada y sola
pero nunca
nunca cerrada,
viviendo como un tallo
que tiene ya por dentro maniatadas
las flores y el olor de las flores y su gozo
que nadie ve, pero que ya están ardiendo.
Por eso me quedaba contemplando a los pájaros,
tratando de adivinar mis alas.
III
Me gustaba el silencio: en él podría
oírse el aleteo de los ángeles
si vinieran un día. Pero nunca
llegaban. Solo el ruido de Dios tronaba a veces.
Un Dios hermoso, posesivo y virgen
que eclipsaba todo otro deseo
y me encendía como el cristal bajo la luz del sol
Fui madre en esperanza tantas veces
que el alma me creció como un almendro.
IV
¿Lo soñé alguna vez? ¡Cómo podría!
Eso hubiera
desgarrado mis sueños
cual una nuez pisada por un monte
o un mar que estalla un búcaro.
Los profetas
sonaban en el trueno más allá de los montes,
mas, ¿quién piensa engendrar la tormenta?
Sabía, sí, que Dios estaba loco de misericordia,
mas también
que él tendría la última sensatez de elegir bien su casa.
Yo viviría a su sombra callada
en la clara penumbra de una vida sin fuegos,
sabiendo que las flores no engendran
porque sólo son flores.
V
Sin embargo, a veces me sentaba en lo oscuro y esperaba.
Entonces empezaba a escuchar sus latidos
enormes, sin preguntarse si eran
del corazón de Dios o si tan solo de una niña aterrada.
Comprendía
que Alguien o algo tenía prisa,
que el cielo no podía respirar de impaciencia,
girando ya hacia bosques jamás atravesados.
Olía a lluvia el mundo
y yo no entendía
por qué mi corazón iba tomando aquella extraña forma
de nido.
VI
¡Qué sin deseos estaba el alma! Yo sabía: ser virgen
no es tener un vacío sino arder;
no es carecer de hijos, sino de hambre;
no es llorar a la entrada del desierto,
sino caminar libre entre jardines.
Por eso no tenía que buscar la pobreza. El alma era
pobre sin darse cuenta. Sólo rica
de gozo, rica de libertad entre cautivos.
VII
Me dolían los hombres. Todos eran
mejores que yo, pero ¡qué tristes!
Yo quería interpretar sus ojos
pero todos
Miraban desde el fondo como ciegos
con las almas desnudas y llorando.
¿Cómo podían no percibir a Dios, si Dios latía
más dentro que ellos mismos,
si asediaba la sangre con sus besos
siendo ya hijo de todos?
Estaba ya viniendo. Se tocaba
ya en el aire su rostro, ya las nubes
escribian su nombre, ya llovían
gotas de redención.
VIII
¡Pero cuánto tardaba
Dios! Yo quería
crecer, como si el cielo
estuviera esperando mis catorce
años. Y le guardaba entera la manzana
del corazón, el único
don
que yo podía devolver a sus manos.
JOSÉ LUIS MARTÍN DESCALZO. Madridejos (Toledo) 1930 -
Madrid 1991
Del libro "Apócrifo
de María" el poemario mariano de Martín Descalzo, estos tres primeros
cuadros de "Páginas del diario de María". Septiembre es un mes
mariano, aunque popularmente parezca serlo más el mes de Mayo. Pero Septiembre
tiene tres memorias de Ella: el 8 la Natividad de María, el 12 el Santo Nombre
de María (fiesta patronal de la Compañía de María), y el 15 la Virgen de los
Dolores. Las "páginas del diario de María" es una original meditación
sobre la adolescencia de María, a punto para el anuncio-propuesta de Dios...
DIOS
ES HUMOR
Dios es humor
y sobre todo
Dios (y nunca mejor dicho)
es Amor.
Dios nos
llena la despensa.
Dios nos
sonríe sin esperar recompensa.
Quiere que
hagamos el bien.
Si en vez de
un tiro en la sien
damos un beso
en la sien
Dios nos
guiña un ojo,
lo mismo a un
azul que a un rojo.
Dios ama
todos los colores:
Blanco,
negro, amarillo...
porque Dios
fue monaguillo.
DIOS
SABE IDIOMAS
Dios sabe
idiomas.
Lo admiro.
Dios lee
y lee en los
pergaminos de nuestra piel,
lee en los
surcos de nuestros campos.
Dios es
telépata y lee
en los
laberintos de nuestro cerebro
en las líneas
de nuestras manos,
en las líneas
de nuestros caminos.
Él sabe donde
vamos
y de dónde
venimos.
Dios, en cuatro
palabras
es el único
que
"se las
sabe todas".
SI
LLAMO A DIOS, A VECES COMUNICA.
Si llamo a
Dios, a veces comunica
–tiene tantas
llamadas-.
Marco su
número y yo quedo marcada,
con su
silencio útil.
Os llamo y
llama.
Os llamo
desde mi alma azul que es un teléfono
–yo sola en
la cabina de mi pecho-
os llamo
amigos cuando Dios me dice:
Llámalos,
Gloria, que los tienes cerca.
VEN
A VISITARME
Dios:
Ven a
visitarme con frecuencia
aunque no te
recuerde,
aunque no te
rece,
aunque no te
merezca.
Dios, ven a
visitarme con frecuencia.
GLORIA
FUERTES
(Madrid 1917-1998). Volvemos a Gloria (ya publicamos al año pasado su
"Padre nuestro"; cf. "Cuaderno de poemas). Esta vez son cuatro
poesías de su "teología cotidiana". Su imagen de Dios es a la vez una
preciosa interpretación y comentario del misterio insondable que es Dios, y del
misterio de la Encarnación: mucho más que jugar con las palabras
"humor-amor" en "Dios es humor"; en "Dios sabe
idiomas" está la resonancia del salmo 138 ("Tú me sondeas y me
conoces..."); "Si llamo a Dios a veces comunica" es de una
extraordinaria belleza y sencillez, hablándonos a la vez de la revelación, la
oración, y el amor-comunicación con los demás; y "Ven a visitarme"
¡es una canción de Adviento!
I, desgraciadamente,
el dolor crece en el mundo a cada rato,
crece a treinta minutos por segundo, paso a paso,
y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces
y la condición del martirio, carnívora voraz,
es el dolor dos veces
y la función de la yerba purísima, el dolor
dos veces
y el bien de ser, dolernos doblemente.
Jamás, hombres humanos,
hubo tanto dolor en el pecho, en la solapa, en la cartera,
en el vaso, en la carnicería, en la aritmética!
Jamás tanto cariño doloroso,
jamás tan cerca arremetió lo lejos,
jamás el fuego nunca
jugó mejor su rol de frío muerto!
Jamás, señor ministro de salud, fue la salud
más mortal
y la migraña extrajo tanta frente de la frente!
Y el mueble tuvo en su cajón, dolor,
el corazón, en su cajón, dolor,
la lagartija, en su cajón, dolor.
Crece la desdicha, hermanos hombres,
más pronto que la máquina, a diez máquinas, y crece
con la res de Rousseau, con nuestras barbas;
crece el mal por razones que ignoramos
y es una inundación con propios líquidos,
con propio barro y propia nube sólida!
Invierte el sufrimiento posiciones, da función
en que el humor acuoso es vertical
al pavimento,
el ojo es visto y esta oreja oída,
y esta oreja da nueve campanadas a la hora
del rayo, y nueve carcajadas
a la hora del trigo, y nueve sones hembras
a la hora del llanto, y nueve cánticos
a la hora del hambre y nueve truenos
y nueve látigos, menos un grito.
El dolor nos agarra, hermanos hombres,
por detrás de perfíl,
y nos aloca en los cinemas,
nos clava en los gramófonos,
nos desclava en los lechos, cae perpendicularmente
a nuestros boletos, a nuestras cartas;
y es muy grave sufrir, puede uno orar…
Pues de resultas
del dolor, hay algunos
que nacen, otros crecen, otros mueren,
y otros que nacen y no mueren, otros
que sin haber nacido, mueren, y otros
que no nacen ni mueren (son los más)
Y también de resultas
del sufrimiento, estoy triste
hasta la cabeza, y más triste hasta el tobillo,
de ver al pan, crucificado, al nabo,
ensangrentado,
llorando, a la cebolla,
al cereal, en general, harina,
a la sal, hecha polvo, al agua, huyendo,
al vino, un ecce-homo,
tan pálida a la nieve, al sol tan ardio!
¡Cómo, hermanos humanos,
no deciros que ya no puedo y
ya no puedo con tanto cajón,
tanto minuto, tanta
lagartija y tanta
inversión, tanto lejos y tanta sed de sed!
Señor Ministro de Salud; ¿qué hacer?
!Ah! desgraciadamente, hombres humanos,
hay, hermanos, muchísimo que hacer.
(Poemas humanos)
CESAR VALLEJO (Santiago de Chuco,Perú,
1892- París 1938). El poeta más grande de Perú y uno de los
mayores del siglo XX. Leer a Vallejo siempre impresiona y ayuda. Ayuda a
pensar, a hacer memoria, a tomar postura ante la vida y el ser humano. Su
poesía es un grito y una urgencia. Poeta de honda vena antropológica y social, representa
la "poesía como arma cargada de futuro" que diría León Felipe. En mi
reciente estancia en Perú, allá arriba en Otuzco, recibí de regalo, una
conversación con Cela Talavera sobre Vallejo y un CD con sus poemas. No fue en
Perú donde conocí a Vallejo, ya era amigo antiguo. En un teatro de Ciudad Real,
hace ya años, me tocó recitar este poema extraordinario de "Los nueve
monstruos". Ahora que los cristianos hemos recibido una carta, en la que
se nos dice que si "Dios es amor" esto define la existencia del
creyente como amor, Vallejo nos recuerda que "hay, hermanos, muchísimo que
hacer". Porque el dolor está presente, porque nos toca amar estando al
lado del que sufre. Porque amar "es ocuparse del otro, es preocuparse por
el otro".
AMIGO
Amigo, llévate lo que
tú quieras,
penetra tu mirada en
los rincones
y, si así lo deseas,
yo te doy mi alma entera
con sus blancas
avenidas y sus canciones.
Amigo, con la tarde
haz que se vaya
este inútil y viejo
deseo de vencer.
Bebe en mi cántaro si
tienes sed.
Amigo, con la tarde
haz que se vaya
este deseo mío de que
todo rosal
me pertenezca.
Amigo,
si tienes hambre,
come de mi pan.
Todo, amigo, lo he
hecho para ti. Todo esto
que sin mirar verás
en mi estancia desnuda:
todo esto que se
eleva por los muros derechos
-como mi corazón-
siempre buscando altura.
Crepusculario (1920)
PABLO
NERUDA
(Parral, Chile. 1904- Santiago de Chile. 1973). El gran poeta de
Chile, voz comprometida con la belleza y con el sufrimiento de la gente, nos
ofrece en "Amigo", una ventana a la auténtica amistad y a la profunda
relación con el otro. Es un poema de gran resonancia, abierto y trascendente
("como mi corazón, siempre buscando altura"), despojado y entregado,
pacífico y todo don. Cuaresma es tiempo y camino para pedir esta amstad con el
otro, con los otros, con Dios. ¿O no será que quien habla en el poema es Él?
EUCARISTÍA
(Jueves santo, Día del Pan entregado)
Amor de ti nos quema,
blanco cuerpo;
amor que es hambre,
amor de las entrañas;
hombre de la palabra
creadora
que se hizo carne;
fiero amor de vida
que no se sacia con
abrazos, besos,
ni con enlace
conyugal alguno.
Sólo comerte nos
apaga el ansia,
pan de inmortalidad,
carne divina.
Nuestro amor
entrañado, amor hecho hambre,
¡oh Cordero de Dios!,
manjar que te quiere,
quiere saber sabor de
tus redaños,
comer tu corazón, y
que su pulpa
como maná celeste se
derrita
sobre el ardor de
nuestra seca lengua:
que no es gozar en
ti: es hacerte nuestro,
carne de nuestra
carne, y tus dolores
pasar para vivir
muerte de vida.
Y tus brazos abriendo
como en muestra
de entregarte amoroso
nos repites:
"¡Venid, comed,
tomad: éste es mi cuerpo!".
Carne de Dios, Verbo
encarnado, encarna
nuestra divina hambre
carnal de ti.
MIGUEL DE
UNAMUNO
MALDITA SEA
LA CRUZ
(Viernes santo. Día de la Verdadera
Cruz que salva)
Maldita sea la cruz
que cargamos sin amor
como una fatal
herencia.
Maldita sea la cruz
que echamos sobre los
hombros
de los hermanos
pequeños.
Maldita sea la cruz
que no quebramos a
golpes
de libertad
solidaria,
desnudos para la
entrega,
rebeldes contra la
muerte.
Maldita sea la cruz
que exhiben los
opresores
en las paredes del
banco,
detrás del trono
impasible,
en el blasón de las
armas,
sobre el escote del
lujo,
ante los ojos del
miedo.
Maldita sea la cruz
que el poder hinca en
el Pueblo,
en nombre de Dios
quizás.
Maldita sea la cruz
que la Iglesia
justifica
— quizás en nombre de
Cristo—
cuando debiera
abrasarla
en llamas de
profecía.
¡Maldita sea la cruz
que no pueda ser La
Cruz!
PEDRO
CASALDÁLIGA
LA CORAZA
DE SAN PATRICIO
(El grito
del venado)
(Domingo de Pascua. Día del encuentro
en la fe con el Viviente)
Hoy me alzo
con poderosa fuerza e
invoco a la Trinidad
con trinitaria fe
profesando la unidad
del Creador de todo
lo creado
Hoy me alzo
con la fuerza del
nacimiento de Cristo gracias a su bautismo,
con la fuerza de su
crucifixión y muerte,
con la fuerza de su
resurrección y ascensión,
con la fuerza de su
descenso el día del juicio
Hoy me alzo
con la fuerza del
amor del querubín,
obediente a los
ángeles,
al servicio de
arcángeles,
en la esperanza de la
resurrección para encontrar consuelo
con los rezos de los
patriarcas,
las predicciones de
los profetas,
las enseñanzas de los
apóstoles,
la fe de los
confesores,
la inocencia de las
santas vírgenes,
los hechos de los
hombres de bien.
Hoy me alzo
con la fuerza de los
cielos:
la luz del Sol,
el brillo de la Luna,
el esplendor del
fuego,
la velocidad del
trueno,
la rapidez del
viento,
la profundidad de los
mares,
la permanencia de la
tierra,
la firmeza de la
roca.
Hoy me alzo
con la fuerza de Dios
que me guía:
su grandeza que me
apoya,
su sabiduría que me
guía,
su ojo que me cuida,
su oído que me
escucha,
su palabra que me
habla,
su mano que me
defiende,
su camino para
seguirlo,
su escudo para
protegerme,
su eucaristía para
librarme
de las trampas del
demonio,
de la tentación de
los vicios,
de aquellos que me
desean el mal,
lejos o cerca,
solo o en compañía
Invoco hoy todos
estos poderes para que se alcen entre mí y estos males,
contra todos los
crueles e infames poderes que deseen
el mal para mi cuerpo
y alma,
contra las
invocaciones de los falsos profetas,
contra las nefastas
leyes de la paganía,
contra las falsas
leyes de la herejía,
contra las artes de
la idolatría,
contra los hechizos
de brujas y nigromantes y hechiceros,
contra todo
conocimiento que corrompa el cuerpo y el alma
Cristo que me proteja
hoy
contra el veneno,
contra el fuego,
contra morir ahogado,
ser herido
para que así venga a
mí abundante consuelo.
Cristo conmigo,
Cristo antes que mí,
Cristo tras de mí,
Cristo en mí,
Cristo bajo mí,
Cristo sobre mí,
Cristo a mi diestra,
Cristo a mi
siniestra,
Cristo cuando duermo,
Cristo cuando
descanso,
Cristo cuando me
levanto,
Cristo en el corazón
de todo hombre que piense en mí,
Cristo en la boca de
quien hable de Mi,
Hoy me alzo con
poderosa fuerza
e invoco a la
Trinidad
con trinitaria fe
Profesando la unidad
del Creador de todo
lo creado. Amen.
VENCEDORA
DE LA MUERTE
Los cipreses también
creen en ti...
Todos los muertos
caen buscando tu mirada.
¿No te han citado
todos, muchas veces, para esa hora oscura?
Todos los huesos
crecen, reclamados, hacia el abril temprano de tu carne gloriosa,
¡humana vencedora de
la Muerte,
poyo de los que
llegan agotados del día!
Si esperas tú a la
entrada de la Muerte
- igual que en
Nazaret anochecido, cuando volvía el Hijo del trabajo-
morir ya no es
hundirse de bruces en las sombras
o desplomarse, solo,
en los filos de la supuesta Ira:
¡desde tus brazos hay
un paso apenas hasta el cuello del Padre!
Morir bajo tu nombre
es encontrar, de pronto,
detrás de las
cortinas, la Fiesta preparada...
(Por la plata
mugrienta de tu nombre sobre la piedra fría de un latido
parado en el segundo
de llamarte,
yo sé que más de un
pródigo se ha colado en la Fiesta).
Detrás de ti la vida
se abre paso por entre los sepulcros,
como por los pasillos
de casa acostumbrados,
con una luz a mano en
cada esquina.
La Muerte se ha
vestido de tu aroma después de haberte hallado.
Tú dejabas, al irte
detrás del Renacido,
- como una estrella
viva para aclarar la tarde
sobre el opaco monte
de este lado del Tiempo-
esa mirada blanda que
buscan, cuando caen, los muertos redimidos.
Y aunque moriste,
como el sol, intacta, vestida de promesas,
cogida de las sienes
por las manos de Dios, y con su boca
cortándote el aliento
de la boca encendida,
¡tú sabes qué es
morir al modo humano!
Habías muerto antes,
muchas veces, a espada y a suspiros y en silencio...
La muerte se hizo
carne también en tus entrañas, con la carne del Hijo,
y creció por tus
años, como un árbol votivo, hasta quebrar los muros, golpe a golpe.
Con la Sangre del
Hijo derramaba tu alma, gota a gota, su aceite en agonía.
¡Y en Su Muerte
expiraste toda entera!
...Tú sabes qué es la
Muerte, como nadie en el mundo lo ha sabido.
Tú conoces las
muertes, una a una, como las caras mismas de tus hijos pequeños,
y las llamas, segura,
por su nombre.
junto al Cuerpo de
Cristo, recostado en tu seno por la
Muerte vencida,
aquella tarde, todas
las muertes de los
hombres descansaron su grito en tu regazo...
(Su Carne era la
carne destrozada por todas las metrallas y torturas
y expuesta a la
vergüenza de todas las picotas;
y Su rictus cerraba
los espasmos de todas las asfixias y de todos los vuelcos.
Su Muerte voluntaria
varaba en las riberas desoladas de todos los suicidios,
y las muertes
anónimas dormían en sus párpados...).
Señora de la Muerte y
de la Vida,
puerta grande del
Cielo, a nuestra!
¡vida, dulzura y
esperanza
Cuando nos llegue
aquella hora oscura
de caer, con los
muertos, en la fila implacable;
cuando busquemos, al
caer, desnudos de todo, Su mirada...
¡vuelve a nosotros
esos ojos tuyos,
como una luz templada
y a la espera, igual que una caricia
sobre el rostro
salvado para siempre,
como el beso de Dios,
por fin logrado...
...¡«Y después del
destierro, muéstranos a Jesús»!
PEDRO
CASALDÁLIGA. Un poema para unir María y Pascua. Vencedora
de la muerte por gracia de la Resurrección de su hijo Jesús, nuestro Señor.
SUBE A
NACER CONMIGO, HERMANO
Sube a nacer conmigo,
hermano.
Dame la mano desde la
profunda
zona de tu dolor
diseminado.
No volverás del fondo
de las rocas.
No volverás del
tiempo subterráneo.
No volverá tu voz
endurecida.
No volverán tus ojos
taladrados.
Mírame desde el fondo
de la tierra,
labrador, tejedor,
pastor callado:
domador de guanacos
tutelares:
albañil del andamio
desafiado:
aguador de las
lágrimas andinas:
joyero de los dedos
machacados:
agricultor temblando
en la semilla:
alfarero en tu greda
derramado:
traed a la copa de
esta nueva vida
vuestros viejos
dolores enterrados.
Mostradme vuestra
sangre y vuestro surco,
decidme: aquí fui
castigado,
porque la joya no
brilló o la tierra
no entregó a tiempo
la piedra o el grano:
señaladme la piedra
en que caísteis
y la madera en que os
crucificaron,
encendedme los viejos
pedernales,
las viejas lámparas,
los látigos pegados
a través de los
siglos en las llagas
y las hachas de
brillo ensangrentado.
Yo vengo a hablar por
vuestra boca muerta.
A través de la tierra
juntad todos
los silenciosos
labios derramados
y desde el fondo
habladme toda esta larga noche
como si yo estuviera
con vosotros anclado,
contadme todo, cadena
a cadena,
eslabón a eslabón, y
paso a paso,
afilad los cuchillos
que guardasteis,
ponedlos en mi pecho
y en mi mano,
como un río de rayos
amarillos,
como un río de tigres
enterrados,
y dejadme llorar,
horas, días, años,
edades ciegas, siglos
estelares.
Dadme el silencio, el
agua, la esperanza.
Dadme la lucha, el
hierro, los volcanes.
Apegadme los cuerpos
como imanes.
Acudid a mis venas y
a mi boca.
Hablad por mis
palabras y mi sangre.
CANTO GENERAL (XII)
PABLO
NERUDA
(Parral-Chile
1904- Santiago de Chile 1973). Uno de los más grandes poetas americanos en uno
de los poemas más definitivos de su "Canto general"(1950). "Sube
a nacer conmigo" dice el poeta y parece un eco de la Pascua. Nacer de
nuevo o nacer a lo nuevo. En cada país que busca libertad y paz, en cada
corazón que quiere estrenar Vida.
DIOS
TAN SECRETO
Estoy contra
de ti, que no te encuentro,
que no te sé
buscar, que busco fuera,
y estás
veraz, tan hondo en mi ceguera,
tan cerca
estás de mí, Señor, tan dentro.
Te busco
desde aquí, desde mi centro,
porque no sé
buscar de otra manera,
herido, a
dentelladas, como fiera
que soy,
hasta llegar a tu epicentro.
Mas llegarás
un día, liberado
de este vivir
de hombre tan concreto;
mi mundo, mi
demonio encadenado.
Perdóname mi
falta de respeto,
que estás
lejos de mí, tan a mi lado,
tan evidente
al fin y tan secreto.
JACINTO
MAÑAS
(Tetuán 1933). Poeta y médico, del grupo "Aljibe", colaborador de la
prensa y de revistas poéticas, académico de la Real de Córdoba y buen
conferenciante, nos trae este precioso soneto sobre la búsqueda de Dios, que
tiene un sabor "agustiniano" ("por fuera te buscaba... y tú
estabas dentro de mí, y yo fuera" dice Agustín en el famoso pasaje de
"Las Confesiones"). Un dentro y fuera que pertenece a nuestra más
profunda experiencia de la oración, la evasión, y la fe.
ME HAS TRAIDO HASTA AQUÍ.
Me has traído hasta aquí.
Sé tantas cosas. Nombres, verbos,
imágenes. Mi mente
desborda, un cajón que no se cierra.
Entre los torturados, ilesa. Pergamino
ignorante
en blanco, tan solo unos rasgos
ligeros, donde
el amanuense probó su pluma.
Soy tan pequeña, un grano de polvo
que atraviesa el mundo. El mundo
un grano de polvo en el universo.
¿Tienes en tus manos
el universo? Te agarras
a mi pequeñez... ¿Cómo la coges,
cómo no se desliza?
Sé tan poco.
Me has traído hasta aquí.
DENISE LEVERTOV (Ilford,Londres 1923- Seattle-USA 1997). Denise ha sido una de las grandes poetisas de habla inglesa del siglo
XX. Mujer admirable por la generosidad de su vida, por su calidad poética y por
su compromiso social y político (luchadora en favor de la paz, y en contra de
las políticas militaristas de Estados Unidos), ha tenido una influencia
importante en las últimas generaciones de poetas de los Estados Unidos.
Profesora en varias universidades, fue nombrada catedrática de la universidad
de Stanford. Autora de treinta libros, sus ensayos críticos constituyen un
comentario lúcido de la poesía contemporánea. En su obra de los años 80-90, y
después de un largo camino de búsqueda, se percibe su crecimiento en la fe y su
confianza desbordante en el Creador. Este poema, "El principio de la
sabiduría", tomado del libro de poemas "Las arenas del
pozo"(1995), es una bella meditación de la que sin duda es una de las
frases más importantes de la Biblia: "El principio de la sabiduría es el
temor del Señor" (Prov 9,10). Tan importante es este principio, que la Biblia
lo repite continuamente, especialmente en los sapienciales (Sirac 1,14; Job
28,28), pero también en los salmos
(111,10). Desgraciadamente la
expresión "temor de Dios, o temor del Señor", tiene actualmente un
matiz negativo, en nuestro lenguaje, por la asociación que hacemos entre
"temor" y miedo", cuando en realidad en la mente bíblica no hay
una expresión más positiva que esa: "temor" es una mezcla indisoluble
entre respeto, amor y confianza total. Y Denise, que sabe muy bien su
significado, construye este precioso poema, donde ella, ante su Creador, se
siente "pequeña", pero donde Dios mismo se "agarra". Él es
quien "la ha traído hasta aquí"... Hasta este mundo, también tan
pequeño en medio del universo... Y Denise se queda extasiada, asombrada, por este
Dios y Padre que la tiene agarrada, que se ha agarrado a ella. Ella es
"pergamino ignorante en blanco" donde el amanuense Dios prueba cada
día su pluma. El "principio de la sabiduría" es el temor del Señor,
es sentirse así, agarrada por él, querida por él, adorándole, amándole por
siempre a Él.
O TODOS O
NINGUNO ("Oda a la
Dialéctica")
Esclavo, ¿Quién te
liberará?
Los que están en la
cima más honda
te verán, compañero,
tus gritos oirán.
Los esclavos te
liberarán.
O todos o ninguno. O
todos o nada.
Uno solo no puede
salvarse.
O los fusiles o las
cadenas.
O todos o ninguno. O
todos o nada.
Hambriento, ¿quien te
alimentará?
Si tú quieres pan,
ven con nosotros,
los que no lo
tenemos.
Déjanos enseñarte el
camino.
Los hambrientos te
alimentarán.
O todos o ninguno. O
todos o nada.
Uno solo no puede
salvarse.
O los fusiles o las
cadenas.
O todos o ninguno. O
todos o nada.
Vencido, ¿quien te
puede vengar?
Tú que padeces
heridas,
únete a los heridos.
Nosotros, compañero,
aun que débiles,
nosotros te podemos
vengar.
O todos o ninguno. O
todos o nada.
Uno solo no puede
salvarse.
O los fusiles o las
cadenas.
O todos o ninguno. O
todos o nada.
Hombre perdido,
¿quién se arriesgará?
Aquel que ya no pueda
soportar
su miseria, que se
una a los que luchan
por que su día sea el
de hoy
y no algún día que ha
de llegar.
O todos o ninguno. O
todos o nada.
Uno solo no puede
salvarse.
O los fusiles o las
cadenas.
O todos o ninguno. O todos
o nada
Bertolt
Brecht (Augsburgo 1898- Berlín 1956) Considerado
como el más importante poeta y dramaturgo alemán del siglo XX, es una de las
más grandes figuras literarias, políticas y sociales de la Europa moderna. Escritor
brillante, agudo y perspicaz, se destacó en muchos géneros literarios. Capaz de
escribir con mucha fluidez, versátil tanto en el estilo como en la práctica de
los diferentes géneros sin llegar a ser ecléctico, nunca se sintió circunscrito
a ninguno de ellos aún cuando prefirió la dramaturgia. Le gustaban los avances,
las novedades y los cambios sin embargo siempre mantuvo un estilo, una estética
y elegancia típicamente suya. Genuinamente preocupado por la vida, por la
esencia del hombre y por la sociedad, fue desde su adolescencia un rebelde por
naturaleza, un idealista, un soñador. Muchas de sus obras están relacionadas
con el sentimiento de frustración que el ciudadano común siente a causa de las
ambiciones de poder político y económico de los poderosos y de los malos
gobernantes. Se lo recuerda también por su abierta y frontal oposición al
nazismo. En su "Oda a la dialéctica" ("O todos o ninguno")
se refleja bien este deseo de una plenitud de vida para todos. Es una llamada a
trabajar por el bien común, por la solidaridad activa.
Las siete
palabras de Jesús en la Cruz
1. «Padre, perdónalos
porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34)
Sabiendo o no
sabiendo lo que hacemos,
sabemos que nos amas,
porque ya hemos visto
tus maneras
en los ojos y en la boca
de tu Hijo Jesús.
Ya no eres más para
nosotros el Dios terrible.
¡Sabemos que eres
Amor!Sabemos que no sabes castigar...
Tú eres un Dios
vencido en la ternura.
Tú esperas siempre,
Padre, y acoges y restauras la vida
hasta de los asesinos
de tu Hijo(que somos todos nosotros).
¡Perdónalos!
¡Perdónanos!
Atiende este pedido
de tu Hijo en la cruz,
prueba mayor de tu
amor de Padre.
¡Y acógenos, oh
Padre, oh Madre,
oh cuna, oh casa de
cuantos retornamos buscando tu abrazo!
2. «En verdad te
digo: hoy mismo estarás conmigo en el Paraíso» (Lc 23,43)
Tu corazón sin
puertas, siempre abierto,
¡qué fácil es robarte
el Paraíso!
Bandidos todos
nosotros,
depredadores
del Cosmos y de la
Vida,
sólo podemos
salvarnos
asaltándote, Cristo,
en nuestro «hoy»
diario-
esa Misericordia que
chorrea en tu sangre...
Tu blando silbo de
Buen Pastor nos llama.
Tu corazón reclama,
impaciente,a todos los marginados,
a todos los
prohibidos.
Tú nos conoces bien,
y nos consientes,
hermano de cruz y
cómplice de sueños,
compañero de todos
los caminos,
¡Tú eres el Camino y
la Llegada!
3. «¡Mujer, he ahí a
tu Hijo! ¡He ahí a tu madre!» (Jn 19,26-27)
Por causa de ese
Hombre, el más totalmente humano,
¡tú eres la bendita
entre todas las mujeres!
Madre de todas las
madres, dulce Madre nuestra,
¡por causa de ese
Hijo, hermano de todos!
¡Hagamos casa, pues,
oh Madre!
¡Hagamos la familia
de todas las familias de todas las naciones!
A cuenta de esa
Carne, hermana de toda carne,
destrozada en la
cruz, Hostia del mundo.
Cansados o perdidos,
necesitamos, Madre,
tu agasajo,
sombra clara de Dios
en toda cruz humana,
divina canción de
cuna en todo humano sueño.
Queremos ser
discípulos amados,
¡oh Maestra del
Evangelio!
Queremos ser
herederos de Jesús,
oh Madre, ¡vida de la
Vida!
En ese cambio de
hijos,
tú sabes bien, María,
que nos ganas a todos
y no pierdes el Hijo
ya de vuelta a su
Padre,
para esperarnos con
la Casa pronta.
4. «Dios mío, Dios,
mío, ¿por qué me has abandonado?» (Mc 15,34)
Todos nuestros
pecados
se hacen hematoma en
tu Carne, oh Verbo.
Todos nuestros rictus
te deforman el Rostro.
En tu soledad se
refugian
todas las soledades
de la Historia Humana...
En tu grito vencido
(¡misteriosa
victoria!)
detonan, oh Jesús,
todos nuestros gritos ahogados,
todas nuestras
blasfemias...
-Dios mío, Dios mío,
¿por qué me has abandonado?
¿Por qué nos
abandonas
en la duda, en el
miedo, en la impotencia?
¿Por qué te callas,
Dios, por qué te callas
delante de la
injusticia,
en Rio o en Colombia,
en Africa, en el
mundo,
ante los tribunales o
en los bancos...?
¿No te importan los
hijos que engendraste?
¿No te importa tu
Nombre?
Es la hora de las
tinieblas, del silencio del Padre,para su Hijo.
Es la hora de la fe,
oscura y desnuda,
del silencio de Dios,
para todos nosotros...
5. «¡Tengo sed!» (Jn
19,28)
Tú tienes sed ¿de
qué, oh Fuente Viva?
En el manantial
quebrado de tu Cuerpo
los ángeles se
sacian.
Y todos los humanos
bebemos en tus ojos
moribundos
la luz que no se
apaga.
Tierra de nuestra
carne, calcinada
por todo el egoísmo
que brota de la Humanidad,
tienes la sed del
Amor que no tenemos,
ebrios de tantas
aguas suicidas...
Sabemos, sin embargo,
que será de esa boca,
reseca por la sed,
de donde nos vendrá
el Himno de la Alegría,
el Vino de la
Fraternidad,
¡la crecida jubilosa
de la Tierra Prometida!
¡Danos sed de la sed!
¡Danos la sed de
Dios!
6. «Todo está
consumado» (Jn 19,30)
De Tu parte, ¡sí¡
De nuestra parte,
nos falta aún ese
largo día a día
de cada historia
humana,
de toda la Humana
Historia.
Tú ya lo has hecho
todo, ¡Rey y Reino!
Todo está por hacer,
a la luz del Reino,
en esta noche que nos
cerca
(de lucro y de
egoísmo,
de miedo y de
mentira,
de odios y de
guerras).
El Padre te dio un
Cuerpo de servicio
y Tú has rendido el
ciento, el infinito.
Todo está consumado,
en el Perdón y en la
Gloria.
Todo puede ser
Gracia,
en la lucha y en el
camino.
Ya has sido el
Camino, Compañero.
Y eres, por fin, ¡la
Llegada!
En tu Cruz se anulan
el poder del Pecado
y la sentencia de la
Muerte.
Todo canta
Esperanza...
7. «¡Padre, en tus
manos entrego mi Espíritu!» (Lc 23,46)
Gloria de su Gloria,
Dios de Dios,
de siempre igual a
El,
Tú has venido del
Padre.
Y ahora al Padre
vuelves
desde nosotros, igual
a nosotros,
Dios y Hombre para
siempre.
En el seno del
Espíritu
el Padre te acoge,
Hijo Bienamado,
Amén de su Amor ya
satisfecho.
La Muerte ha
sucumbido en tu Muerte
como un fantasma
inútil, para siempre.
Y en tus Manos
reposan nuestras vidas,
vencedoras de la
muerte, a su hora.
En tu Paz descansa
esperanzada
nuestra agitada paz.
Descansa en Paz, por
fin,
en la Paz del Padre,
eterna,
Tú que eres ¡nuestra
Paz!
PEDRO
CASALDÁLIGA
(Balsareny-Barcelona 1928). Un poema meditativo sobre Jesús entregando su
vida por toda la humanidad. Un poema de un obispo poeta, que ha entregado su
vida a los pobres: los cristianos de su diócesis brasileña. Las siete palabras
de Jesús en la cruz, recogidas de los cuatro evangelistas, han sido un motivo
clásico de meditación en las semanas de la pasión. Son un retrato del corazón
de Cristo, una memoria de la fe de la Iglesia primitiva, ante el testimonio del
Mesías crucificado, el Cordero inmolado. Hoy, nos unimos al Cristo que sufre en
el mundo: los enfermos, los perseguidos a causa de la la defensa de la justicia
y de la fe, los encarcelados, los que mueren en Irak y en tantas guerras, los
niños explotados, las mujeres maltratadas, los que tienen hambre de verdad, los
desplazados e inmigrantes sin papeles, los ancianos abandonados, los que sufren
por abrir caminos de paz y reconciliación, los mal vistos o rechazados por el
color de su piel, sus opiniones políticas, su credo religioso o su sexo. Cristo
sufre y muere en ellos y Cristo resucitará en ellos.
VIVIR ES
SEGUIRTE VIENDO
La lámpara del cuerpo es el ojo, así
que si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo será luminoso (Mt 6,22).
Verte, ¡qué visión
tan clara!
vivir es seguirte
viendo,
¡para morir no me
sirven
los ojos con que te
veo!
no sé si puedo
seguirlos,
no sé si seguirlos
puedo,
pero me llevan, me
empujan,
me arrastran hacia tu
encuentro.
Mientras estoy a tu
lado
te vivo más que te
siento;
no sé mirarte, no sé
mirar quedándome
ciego.
Todas las cosas del
mundo
te dan
reconocimiento:
tuya es el agua que
tiene
tu tembloroso espejo,
tuya es la tierra que
piso,
tuya es la vida que
tengo,
tuyo el corazón que
vive
con sol después del
encuentro.
Si vives siento tu
paso
caminar sobre mi
cuerpo;
si faltas puede la
luna
equivocarse de cielo;
si vienes todos los
astros
se apagarán un
momento
y en la noche limpia
y clara
tu cuerpo se irá
encendiendo;
éste es el pie que
tenía
son de granizo en el
suelo,
éste es el cuerpo tan
niño
que estaba
aprendiendo a serlo,
éste es el pecho que
miro
sin querer, y el
alabeo
de la miel que
gateaba
para bajar por tu
cuello,
quiero aprender a
mirar
tu cuerpo casi sin
verlo;
no tengo prisa en los
ojos:
vivir es seguirte
viendo;
no tengo prisa, tú
eres
claustro donde me
destierro,
núbil paciencia de
playa,
tranquilísimo
desierto,
¡verte para amarlo
todo
porque si el ojo es
sincero
se irá haciendo
luminoso
al contemplarte mi
cuerpo!
* * *
Verte, ¡qué visión
tan clara!
vivir es seguirte
viendo,
como sólo ve la luz
el ciego de
nacimiento.
Caminas junto a mi
lado,
y un viento alegre y
marcero
para cegarme de ti
me envuelve, me está
envolviendo.
La tierra siente tus
pasos
tal vez como yo los
siento,
la tierra que tú
pisares
quiero que cubra mi
cuerpo.
¡Verte, Abril, verte
tan solo,
y el trigal limpio y
moreno
tendrá su candelería
encendida bajo el
cielo!
hojas de plata
cantora
tendrá el álamo en
invierno
y tintinearán mis
ojos
levemente con su
tiemblo.
No hay sol, no hay
luna, no hay
nada sino este
silencio
de estar viviendo a
tu lado
sin sol, sin luna,
sin tiempo.
Viéndote, ¡todo es
tan claro!
viéndote todo es tan
cierto
que el latido de mi
sangre
siente en ti su
alumbramiento.
Ya en la vida y en la
muerte
Abril, solamente
quiero
vivir junto a ti,
vivir,
vivir y verte
viviendo,
cuando terminan las
clases
y dan las doce en el
cielo
cuya luz va
rodeándote
de un resplandor
velazqueño,
allí, junto al
ventanal,
volviendo a sentir el
vuelco
del corazón que se
queda
mirándote tan
pequeño,
allí donde todo puede
morir y nacer de
nuevo,
no sé si pueden
seguirte
mis ojos cuando te
veo,
no me sostienen, no
sé
casi sostenerme en
ellos,
pero me llevan, me
empujan
hacia ti, yo no los
llevo,
me arrastran, yo no
los sigo;
no sé cerrarlos, no
puedo
cerrarlos, no sé
vivirlos:
vivir es seguirte
viendo .
LUIS
ROSALES (Granada
1910-Madrid 1993). Uno de los grandes poetas contemporáneos. Generación de
1936. Premio Nacional de Poesía de 1949 por «La casa encendida», Premio
Nacional de Literatura en 1951, y Premio Cervantes 1982. Poeta de lo cotidiano
y de una profunda sensibilidad religiosa. Nos ofrece en "Vivir es seguirte
viendo" una meditación de esa fijación que tiene Rosales por su primer
amor (Abril), símbolo de la Vida, del Amor; su primer libro, llevaba
precisamente como título "Abril"(1935). Un poema para meditar en esta
Pascua, para "aprender a mirar", para "amarlo todo".
CORPUS EN
TOLEDO
Fue aquel día. Aquel
niño fue. Tendía
sus lienzos, en el
sol, el sol. Estaba
quieto el río,
lentísimo, yacente;
enhebrando los
puentes, muelle, el agua.
Castillos a la
escucha. Ay, ¿hacia dónde?
Enhiesto San
Servando, áureo Galiana,
torres con el gran
tiempo recogido,
patios de soledad,
cifra almenada.
Fue aquel día, aquel
día. Puertas graves
y lúcidas abrían su
mañana.
Fue aquel día, Señora
de los Valles,
al otro lado del
milagro alzada;
aquel día, Jesús
sobre la Vega,
que la mano de amor
desenclavabas;
aquel día con rosas
de Casilda,
con oros de Ildefonso
en las espaldas,
con la piedra de luz
ante su Cristo
por los cascos del
potro resbalaba…
Fue aquel día. Y yo,
niño, conocía
por vez primera a
Dios. Y comenzaba
el misterio, el
encuentro; oh sí, esperado
con la indecisa
claridad del alba;
ya en el lecho
despierto, ya vigía
de Dios, entre la
sombra la mirada.
Entró la luz, y yo
labraba cuna,
tela tejía, templo
levantaba,
mesa cubría de ávidos
manteles,
alimentaba en el
hogar la brasa.
Fue aquel día
teniendo todo el pecho
con un trigal
naciente; toda el alma,
como un bosque de
innúmeros caminos
y en la umbría, la
miel ensimismada;
un bosque traspasado
de resina,
un bosque con la
hundida y fácil agua,
un bosque con los
nidos palpitantes
y con la verde hierba
intimidada.
En mí tenía a Dios
por vez primera:
Dios origen, anuncia,
forma, causa,
Dios quebrado por mí,
para mí entero,
clave de mi infinita
resonancia,
secreto de mi paso
entre los hombres,
senda para mi pie
facilitada.
Fue aquel día, y
quemaba Dios delgado,
Dios vecino, mi Dios
que en Sí se estaba.
Tenía yo en el
tiempo, por fortuna,
la redondez frutal de
aquella plaza.
Veía mis balcones en
el aire
como una exaltación,
una atalaya
para mirar a Dios
desde su altura,
al Dios que descendía
y se entregaba.
En el azul intenso
algunas nubes,
portadoras de Dios y
navegadas
por Dios, hacia mis
puertos de ventura
dirigían su quilla
inmaculada.
Era Zocodover un
crisol vivo;
las calles, de
violeta, despeñaban
ríos de sombra de las
altas velas
-Toledo era una nave
empavesada-,
que, heridas por el
viento, dulcemente,
unían los tejados de
las casas.
Todos los mediodías,
estallando
de luz sobre la luz,
se arracimaban;
todas las gracias de
Toledo iban
pidiendo a Dios su
apetecida gracia,
buscando a Dios,
rendidas y tremantes,
soñando a Dios,
humildes y unitarias.
Un arco, el río, con
la plata viva;
una razón, la
catedral flechada;
una paleta de
amarillos cálidos
el Tránsito que el
Greco transitaba;
un peto de guerrera
piedra altiva
por los estribos y el
arzón de Alcántara;
por San Martín, un
cigarral bajando,
cantando y
desgranando sus cigarras;
un momento posible de
la espuma
jugando por los Baños
de la Cava;
por San Juan de los
Reyes, las cadenas
sueltas de amor y
desencadenadas;
por los ojos del Tajo
miradores,
el Miradero abriendo
sus acacias,
y en las hoces, que
al cabo se extendían
hacia las tierras
rojas de la Sagra,
versos de Garcilaso
sosegando
precipicios que
Góngora cantara…
Fue aquel día, aquel
día. El niño mío,
el niño yo, niño
anhelante, estaba
sobresaltando de
pasión las cosas
de la tierra de Dios,
por Dios. La guarda
del corazón montaba
su vigilia
y por los pulsos se
me esperanzaba:
guerrero en una arena
sin contrarios,
esperaba impaciente
la batalla;
mesnadero de Dios,
iba gozando
de mi mesnadería y mi
mesnada.
El niño que yo era se
sabía
Niño de Dios y, entre
la gente, el ascua,
El incendio de Dios
iba creciendo
Y en sus lenguas
ardientes me estrechaba.
Allí estaba el Señor.
La calle era
la residencia que Él
glorificaba.
¿Qué hora puntual de
Dios iba en mi pecho
creciéndome la fe
entre campanadas?
¿Qué silencio del
mundo quieto en torno?
¿Qué acogimiento en
lo que contemplaba…?
Pasaba Dios; pasaba
el árbol mágico
de la casa de Dios.
Dentro, Él estaba.
El artificio
escalador del oro
se sucedía y se
multiplicaba;
se dividía para
hacerse mínimo
cerca de Dios con su
oración tallada.
Porfiados encajes de
columnas
ascensiones en flor
se disputaban;
todo el
deslumbramiento no podía
entenebrar la cereal
crisálida.
Dios era Dios; bullía
entre los oros,
nacía entre los oros,
derramaba
sobre los hombres
gratitud. Dios era
Dios. Veía en mi Dios
arder la llama.
Dios era Dios, y
dentro de mi pecho
todo su incendio se
justificaba.
¿Fue aquel niño,
Toledo? ¿Es aquel niño
de ayer el que hoy
pregunta, espera, pasa
junto a este amor que
Tú, sobre los días,
creces, esparces,
amaneces, lanzas?
¿La ciudad elegida,
permanece
-Puerta del Sol y del
Cambrón, Visagra-
cerrando, custodiando
lo guardado
entre las primaveras
renovadas…?
Y este hombre, mi
Dios, y este Toledo,
heridos en el tiempo,
di, ¿te cantan,
te tienen, como
entonces, cobijado?
¿Qué es un hombre
ante Ti? ¿Y un niño que habla?
Pasa de nuevo. Naces,
oh Dios, siempre;
Niño Dios, Hombre
Dios, sin cesar pasas.
Junio va hacia un
estío toledano;
Son las doce de Dios
en esta plaza.
Se abre mi corazón
entre las ruinas
-oh, renacidas torres
del Alcázar-;
libre mi corazón
encarcelado
-oh, salvadora fe de
Leocadia-;
vuelve a las venas el
temblor antiguo,
vuelve la sangra que
perdí –Posada
de la sangre, mi
Cristo de la Sangre:
crucificada orilla de
mi casa-,
y la voz que nació
con aquel día
vuelve con aquel día
a la palabra.
Dios está aquí. Mi
Dios aquí me encuentra.
Dios está aquí. Yo
soy el que aquí estaba.
De: Corpus Christi y seis sonetos
JOSÉ
GARCÍA NIETO
(Oviedo 1914-Madrid 2001). Uno de los grandes poetas españoles del siglo
XX. Premio Cervantes 1996. Llegado a Madrid, abandona la carrera de Exactas, se
dedica al periodismo y poco a poco entra en el camino literario. Toma contacto
con el grupo del famoso "Café Gijón" del paseo de la Castellana, y
funda la revista de poesía "Garcilaso". Vivió entre Soria y Toledo.
Este poema "Corpus en Toledo" nos traslada a "la procesión del
Corpus por antonomasia". García Nieto nos ofrece en ella una vivencia
religiosa ante el misterio eucarístico con acentos únicos: Cristo eucaristía
como "Dios aquí", "Dios vecino", "la casa de
Dios", el "niño", la ciudad de Toledo... Un poema clásico de la
literatura, para orar y para saborear nuestra lengua.
VIENTOS DEL
PUEBLO ME LLEVAN
Vientos del pueblo me
llevan,
vientos del pueblo me
arrastran,
me esparcen el
corazón
y me aventan la
garganta.
Los bueyes doblan la
frente,
impotentemente mansa,
delante de los
castigos:
los leones la
levantan
y al mismo tiempo
castigan
con su clamorosa
zarpa.
No soy un de pueblo
de bueyes,
que soy de un pueblo
que embargan
yacimientos de
leones,
desfiladeros de
águilas
y cordilleras de
toros
con el orgullo en el
asta.
Nunca medraron los
bueyes
en los páramos de
España.
¿Quién habló de echar
un yugo
sobre el cuello de
esta raza?
¿Quién ha puesto al
huracán
jamás ni yugos ni
trabas,
ni quién al rayo
detuvo
prisionero en una
jaula?
Asturianos de
braveza,
vascos de piedra
blindada,
valencianos de
alegría
y castellanos de
alma,
labrados como la
tierra
y airosos como las
alas;
andaluces de
relámpagos,
nacidos entre
guitarras
y forjados en los
yunques
torrenciales de las
lágrimas;
extremeños de
centeno,
gallegos de lluvia y
calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente
propagada,
leoneses, navarros,
dueños
del hambre, el sudor
y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la
labranza,
hombres que entre las
raíces,
como raíces
gallardas,
vais de la vida a la
muerte,
vais de la nada a la
nada:
yugos os quieren
poner
gentes de la hierba
mala,
yugos que habéis de
dejar
rotos sobre sus
espaldas.
Crepúsculo de los
bueyes
está despuntando el
alba.
Los bueyes mueren
vestidos
de humildad y olor de
cuadra;
las águilas, los
leones
y los toros de
arrogancia,
y detrás de ellos, el
cielo
ni se enturbia ni se
acaba.
La agonía de los
bueyes
tiene pequeña la
cara,
la del animal varón
toda la creación
agranda.
Si me muero, que me
muera
con la cabeza muy
alta.
Muerto y veinte veces
muerto,
la boca contra la
grama,
tendré apretados los
dientes
y decidida la barba.
Cantando espero a la
muerte,
que hay ruiseñores
que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las
batallas.
MIGUEL
HERNÁNDEZ (Orihuela
1910- Alicante 1942). En medio de tantas guerras y violencias, un poeta
encarcelado, compone sus versos. Piensa en España desgarrada por la guerra
civil. Y canta a la paz, y afirma que "hay ruiseñores que cantan encima de
los fusiles y en medio de las batallas". Él es uno de esos ruiseñores. Uno
de los grandes poetas españoles del siglo XX.
ANSIA
Como la tierra silenciosa espera
ser labrada, apasionadamente,
así. Ya tengo el corazón caliente
de espera bajo el sol a que Dios
quiera.
A que quiera venir. Si Dios viniera,
si viniera Él aquí, si de repente...
¿Por qué pensaré en Dios tan
dulcemente
cuando tengo en la vida quien me
quiera?
Y me pongo a soñar, y se me llena
de sueño el corazón, y me parece
que cantan sobre mí. Pura, serena,
gira la tierra lenta del verano.
Desde la gana de vivir me crece
un ansia de llamar a Dios hermano.
ANTONIO
GAMONEDA
(Oviedo 1931). Premio Cervantes 2006. Un poeta forjado en la segunda mitad del
siglo XX, que publica sus primeros poemarios en los años 50-70, hace silencio
poético en plena transición cultural-política, y despega como gran voz
literaria en los años 80. Su "Libro del frío" (1992) le consagra como
uno de los más importantes poetas contemporáneos en lengua castellana. Premio
nacional de poesía (1988). Premio Reina Sofía de poesía iberoamericana (2006),
y finalmente Premio Cervantes 2006. De este "poeta de la memoria"
como se le ha llamado, rescatamos un soneto antiguo, lleno de esperanza, que
incorporamos a "Dios en la poesía".
DOS POEMAS
DEL "LIBRO DE LAS HORAS" DE RILKE
Ich glaube an Alles noch nie Gesagte
Creo en todo lo que aún no se ha
dicho.
Liberaré mis sentimientos más
piadosos.
Lo que aún nadie se atrevió a querer
será para mí algún día involuntario.
Si esto es desmesura, Dios, perdóname.
Pero con ello sólo quiero decirte
que mis mejores fuerzas serán como un
instinto,
libres como él de ira y de temor: así
te aman los niños.
Con este fluir, ese desembocar
en anchos brazos en el mar abierto,
con ese retorno creciente
voy a confesarte y proclamarte
como nadie antes.
Y si esto es arrogancia, déjame que
sea arrogante
en la oración, que se yergue seria y
sola
ante tu frente nublada.
Ich liebe meines
Wesens Dunkelstunden
Amo las horas oscuras de mi ser,
en las que se ahondan mis sentidos;
en ellas como en viajas cartas,
hallo mi vida cotidiana ya vivida y
lejana y olvidada
como una leyenda.
Gracias a ellas se que tengo espacio
para vivir otra ancha vida intemporal.
Y a veces soy como el árbol
que sobre una tumba, maduro y
rumoroso,
cumple aquel sueño que el niño que se
fue
(al que abraza con sus raices tibias)
perdió en tristezas y canciones.
Rainer Maria Rilke (Praga 1875- Valmont 1926). Uno de los grandes poetas de habla alemana
del siglo XX. Una lírica única e inconfundible, ligada al arte y la cultura
europea: al escultor Rodin (de quien fue secretario), al filósofo Kierkegaard
(de quien recibió influjo para escribir su única novela), al literato André
Gide (con quien mantuvo una importante correspondencia), etc. Rilke en el
centro de la cultura europea del XX. Rilke es siempre un poeta fundamental en
nuestro saborear las imágenes, la profundidad de la literatura. Las
"Elegías de Duino", los "Sonetos de Ofeo", "El libro
de las horas", las "Cartas a un joven poeta", son obras clave
que no podemos nunca olvidar. El "Libro de las horas" es su poemario
místico, de donde extraemos estas dos "oraciones" bellisimas:
"Creo en todo lo que aún no se ha dicho", y "Amo las horas
oscuras de mi ser".
POEMAS
NAVIDEÑOS DEL 27
2007 ha sido un año para recordar
aquel 1927 en el que un grupo de poetas españoles se reunieron en Sevilla para
celebrar el tercer centenario de la muerte de Luis de Góngora (1627). Esa
reunión de amistad y de comunión en la poesía, dio origen a una de las
"generaciones" líricas más importantes de nuestra literatura, la
llamada "Generación del 27". Muchos nombres están unidos en esta
denominación, pero recordemos a los más importantes: Pedro Salinas, Jorge
Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Vicente
Aleixandre, Luis Cernuda, Emilio Prados, Manuel Altolaguirre, Rafael Alberti.
La foto que se hicieron en el Ateneo de Sevilla inmortalizó ese día de su
reunión, y sirve de "icono" de la Generación. Ofrecemos dos poemas
navideños de esta generación: Rafael Alberti y Gerardo Diego.
RAFAEL
ALBERTI
. "NAVIDAD"
1
¡Muchachas, las
panderetas!
De abajo yo, por las
cuestas,
cantando, hacia el
barrio alto.
La Virgen María
llorando, arrecida,
hacia el barrio bajo.
¡Las panderetas,
muchachas!
2
- Un portal.
- No lo tenemos.
- Por una noche...
- ¿Quién eres?
- La Virgen.
- ¿La Virgen tú,
tan cubiertita de
nieve?
- Sí.
3
La mejor casa,
Señora,
la mejor,
si sois la Madre de
Dios.
Que tenga la mejor
cama,
Señora,
la mejor,
si sois la Madre de
Dios.
¡Abran los portales,
abran!
Pronto,
por favor,
que está la Madre de
Dios!
GERARDO
DIEGO.
"Canción al Niño Jesús"
Si la palmera pudiera
volverse tan niña,
niña,
como cuando era una
niña
con cintura de
pulsera,
para que el Niño la
viera...
Si la palmera tuviera
las patas de
borriquillo,
las alas de Gabrielillo,
para cuando el Niño
quisiera
correr, volar a su
vera...
Que no, que correr no
quiere
el Niño,
que lo que quiere es
dormirse
y es, capullito,
cerrarse
para soñar con su
madre.
Y lo sabe la
palmera...
Si la palmera supiera
que sus palmas, algún
día...
Si la palmera supiera
por qué la Virgen
María
la mira... Si ella
supiera...
Si la palmera
pudiera...
la palmera...
Arrebato (1937)
Y si es a Ti a quien busco,
¿por qué no te me ofreces de un sorbo?
¿Por qué de un solo canto no cae tu voz en mí?
¿Por qué no me desborda tu empuje de océano
y toda te reboso cual cauce a un fiero río
que sale de su madre, y baña las orillas,
se lleva las raíces, las aves y los vientos?
¿por qué no te me ofreces de un sorbo?
¿Por qué de un solo canto no cae tu voz en mí?
¿Por qué no me desborda tu empuje de océano
y toda te reboso cual cauce a un fiero río
que sale de su madre, y baña las orillas,
se lleva las raíces, las aves y los vientos?
Que si eres Tú mi forma, si vas a ser mi
sino,
¿qué tiempo este que pierdo en no ser toda tuya?
¿Acaso mi alegría, mi pena o mi desvelo
serían menos tuyos si Tú los recogieras,
se en Ti se rebujaran, si a Ti se te doblaran
cual frutos de tu tierra que piden que los comas
para alcanzarte a Ti?
¿qué tiempo este que pierdo en no ser toda tuya?
¿Acaso mi alegría, mi pena o mi desvelo
serían menos tuyos si Tú los recogieras,
se en Ti se rebujaran, si a Ti se te doblaran
cual frutos de tu tierra que piden que los comas
para alcanzarte a Ti?
¡Ah lejos de los lejos, criatura que
no veo!
¡De cuántas sacudidas me puebla desearte!
Quisiera conocerte, oír tu voz violenta,
oler tu áspero cuerpo de fuerza en arrebato.
Poder saber que voy a un día y hacia un tiempo.
Dormirme a Ti doblada, sentirte aquí en mi oído...
Que ya la sangre ahoga de tanto presentirte,
de tanto imaginarte, de ir en busca tuya.
Y si eres Tú mi fin, te pido que me llames
con una voz, la tuya, que sea voz del cielo.
Y, ¡Carmen!, si me llamas, será toda una brasa
que funda tu palabra hasta quedarse muerta.
¡De cuántas sacudidas me puebla desearte!
Quisiera conocerte, oír tu voz violenta,
oler tu áspero cuerpo de fuerza en arrebato.
Poder saber que voy a un día y hacia un tiempo.
Dormirme a Ti doblada, sentirte aquí en mi oído...
Que ya la sangre ahoga de tanto presentirte,
de tanto imaginarte, de ir en busca tuya.
Y si eres Tú mi fin, te pido que me llames
con una voz, la tuya, que sea voz del cielo.
Y, ¡Carmen!, si me llamas, será toda una brasa
que funda tu palabra hasta quedarse muerta.
En tí mi Dios,
en tí quiero estar callada.
Transparentándote.
Resonándote.
Y que todo este enlace de huesos y músculos
huela a tomillo fresco,
sea lo más cándido de cuanto ignoro tuyo.
Nunca más corazón,
cuerpo, voz inutil entre lo efímero
ni entre lo eterno, porque yo sé, Señor...
¡Déjame pedirte lo que no sé,
lo que no puedo pensar:
una brizna de tu voluntad en mi voluntad,
que al desgajarse de lo que aquí ama,
de no volverlo a hallar,
idéntico, ello otra vez,
te pide le otorgues la misericordia
del no ser absoluto!
He delinquido de tal manera
yéndome sin lograr alas,
sin sacar ángeles de mí ni de otros,
que tendré vergüenza eterna
de mi ruindad.
¿Para qué contar conmigo luego?
Creo en tí y en Todo.
Pero déjame, Señor...
¡Déjame con tu perdón, fruta de luz en mis dientes,
más duraderos que los senos
que te latieron a tí!
en tí quiero estar callada.
Transparentándote.
Resonándote.
Y que todo este enlace de huesos y músculos
huela a tomillo fresco,
sea lo más cándido de cuanto ignoro tuyo.
Nunca más corazón,
cuerpo, voz inutil entre lo efímero
ni entre lo eterno, porque yo sé, Señor...
¡Déjame pedirte lo que no sé,
lo que no puedo pensar:
una brizna de tu voluntad en mi voluntad,
que al desgajarse de lo que aquí ama,
de no volverlo a hallar,
idéntico, ello otra vez,
te pide le otorgues la misericordia
del no ser absoluto!
He delinquido de tal manera
yéndome sin lograr alas,
sin sacar ángeles de mí ni de otros,
que tendré vergüenza eterna
de mi ruindad.
¿Para qué contar conmigo luego?
Creo en tí y en Todo.
Pero déjame, Señor...
¡Déjame con tu perdón, fruta de luz en mis dientes,
más duraderos que los senos
que te latieron a tí!
CARMEN CONDE ( Cartagena 1907- MAdrid
1996). Una
de
las poetisas más importantes del siglo XX. Maestra nacional. Casada con el
poeta y profesor Antonio Oliver. Ambos colaboran para la creación de la
Universidad popular de Cartagena. Matrimonio muy comprometido en la literatura.
Por el apoyo de ambos a la República de 1931, en el comienzo de la posguerra
pasan por unos años difíciles, en los que no decaen las publicaciones y la
dedicación pedagógica y literaria de Carmen. Muy ligada a grandes figuras de la
poesía española y latinoamericana.
ALMUERZO AL SOL
Bendícenos, el Padre,
el tendal del almuerzo.
Bendice el mediodía
blanco como el cordero
que a los dispersos trae
y va sentando en ruedo.
La gracia de la hora
dibuja el cerco
en mandando su rayo
preciso y recto
¡y se dora la tierra
de hombres y de alimentos!
Bendícenos la mesa
hija de siete huertos,
y de un trigal dorado
y un herbazal al viento.
Bendícenos la jarra
que abaja el cuello fresco,
la fruta embelesada,
la mazorca riendo,
y el café de ojo oscuro
que está empinado, viéndonos.
Las grecas de los cuerpos
bendígalas su Dueño;
ahora el brazo en alto,
ahora el pecho,
y la mano de siembras,
y la mano de riegos.
Si acaso somos dignos
de sentir, Padre Nuestro,
que pasas y repasas
la parva de alimentos.
Y si yantan en torno
boyadas y boyeros,
y ya bebió el cabrito
y el pájaro sediento.
Al mediodía, Padre,
en el azul acérrimo,
¡qué íntegro tu pecho
qué redon do tu reino!
EN ESTA TARDE, CRISTO DEL
CALVARIO
En esta tarde, Cristo del Calvario,
vine a rogarte por mi carne enferma;
pero, al verte, mis ojos van y vienen
de tu cuerpo a mi cuerpo con
vergüenza.
¿Cómo quejarme de mis pies cansados,
cuando veo los tuyos destrozados?
¿Cómo mostrarte mis manos vacías,
cuando las tuyas están llenas de
heridas?
¿Cómo explicarte a ti mi soledad,
cuando en la cruz alzado y solo estás?
¿Cómo explicarte que no tengo amor,
cuando tienes rasgado el corazón?
Ahora ya no me acuerdo de nada,
huyeron de mí todas mis dolencias.
El ímpetu del ruego que traía
se me ahoga en la boca pedigüeña.
Y sólo pido no pedirte nada,
estar aquí, junto a tu imagen muerta,
ir aprendiendo que el dolor es sólo
la llave santa de tu santa puerta.
La tierra estaba verde como el cielo
y la resurrección en mis orillas
cantaba largamente sobre el valle.
Aquí hay un cuerpo muerto que respira,
hay un dulce desnudo que aparece
como las yerbas, débil y temblando.
El sol que se destroza allá reunido,
va removiendo este rumor de rosas.
Yo escucho la piedad en sus pupilas.
Y en las lejanas pedrerías verdes;
en las vegetaciones donde el día
sube como la luz de un mar reciente.
Aquí hay un cuerpo eterno que se rompe,
un estremecimiento que sacude
el corazón delgado de los aires.
Llega la boca misma de lo verde,
los pies de la esmeralda fugitiva.
Y los muros azules se derrumban.
Todo vierte un amor o unas violetas.
Los montes tienen gusto de manzana,
hasta del sufrimiento se hace un río.
Verdes peces circulan el abismo,
verdes árboles crecen y palpitan,
nubes verdes e inmensas pasan lentas.
Enamorados pájaros se encienden
sobre un calor callado que se estrecha
entre las mansas olas desplazadas.
Toda esta furia dulce estaba ausente;
como una momia de oro resucita
despedazada por el alba verde.
Aquí hay un cuerpo muerto que se mueve,
un grito de maíz, una palabra
escrita con la savia de los astros.
La tierra estará verde como el cielo
y la resurrección en mis orillas
cantará largamente estremecida.
Sí, llamas. Sí, tinieblas. Sí, sollozos;
El Cristo.
Floresta fulgurante de amatistas,
celeste resplandor azul y blanco:
El Cristo.
Sobre un mar ciego de palomas rojas,
y el corazón sembrado de violetas:
El Cristo.
Con el sol y la Luna en los dos hombros,
entre el temblor de trigos desgraciados:
El Cristo.
Cordero del Abismo: centro y círculo,
pez infinito, pan despedazado:
El Cristo.
Almendro de cristal, red de rubíes,
esposo del espacio y de sus almas:
El Cristo.
Sí, llamas. Sí, tinieblas. Sí, sollozos;
El Cristo.
Aquí en la lejanía se levanta
un humo desolado y azulísimo
sobre un montón más triste de la tierra.
(Cordero del Abismo. 1946)
JUAN
EDUARDO CIRLOT (Barcelona 1916-1973). Poeta, crítico
y ensayista, la obra de Cirlot discurre por un camino propio, aunque vinculado
a la música y las artes, a la Cábala judía, al estructuralismo y al simbolismo
fonético. Hay que destacar en él también su adhesión al surrealismo francés y
su gusto por la mística sufí. Es por tanto un poeta muy original, que bebe de
tradiciones muy diferentes y de la gran corriente creadora europea de los años
20-30. Este poema, que lleva el nombre de su colección publicada en 1946,
Cordero del Abismo, es un extraordinario poema al Cristo pascual, hecho con las
imágenes y símbolos que recuerdan tanto a Dalí, como a García Lorca, o Buñuel.
PIADOSAMENTE,
LAS ESTRELLAS
Todo amor es tu
sombra, Dios viviente,
silenciado fluir que
en sueños mana,
perpetuamente, bajo
el alma humana,
como pasan las aguas
por el puente.
Así mi corazón en la
corriente,
siente Tu oscuridad,
Tu fe devana,
y recibe el latir de
Tu lejana
fuente de vida,
cristalina fuente.
Y así en mi soledad
de Ti soy parte,
que suena silenciada
en Tu armonía
mientras con valles y
montañas giro,
y casi desprendido al
contemplarte
en mi íntima visión
de lejanía,
piadosamente, las
estrella miro.
("Escrito en el aire" 1949)
LEOPOLDO
PANERO
(Astorga 1909- León 1962). Poeta de una familia de poetas (su hermano Juan, y
sus hijos Leopoldo María y Juan Luís). De la llamada Generación de 1936,
"poesía arraigada de posguerra", vivió toda la extraordinaria vida
cultural europea y española del primer tercio del siglo XX (surrealismo, vanguardias,
dadaismo, Generación del 27...), las convulsiones de los años 30 y la guerra
civil. Tras la guerra desarrolla una larga trayectoria poética y cultural. Gana
En 1949 recibió el premio Fastenrath de la Academia por su libro Escrito a cada
instante , y al año siguiente el Premio Nacional de Literatura. Más tarde
publicó en la revista Poesía Española (1952-1971). Dirigió la revista Correo
Literario y figuró en (1952) como organizador de las Exposiciones Bienales de
Arte. Fue secretario de una sección del Instituto de Cultura hispánica. En 1960
publicó “Cándida puerta”, considerada una de sus obras maestras. Su inspiración
religiosa marca su poesía, que ha dado algunos de los mejores poemas creyentes
en la literatura española. En la Liturgia de las Horas, oración oficial de la
Iglesia, utilizamos como himnos algunas de sus poesías.
SOBRE EL
AGUA
Agua tan pura que
casi
no se ve en el vaso
de agua.
Del otro lado está el
mundo
de este lado, casi
nada...
Un agua tan pura, tan
limpia
que da trabajo
mirarla.
MANUEL
DEL CABRAL
(Santiago de los caballeros 1907- Santo Domingo 1999). Poeta de la República
dominicana, contribuyó a enriquecer la poesía anfroantillana. Diplomático,
viajó por América y Europa. Perteneció a los movimientos literarios del 40 y de
la poesía negroide. Hombre de una gran sensibilidad social y preocupado por la
situación de los pueblos afroamericanos, hizo una poesía clara y llena de
hondura, cargada de simbolismos, casi parabólica. Este breve poema sobre el
agua es todo un símbolo de vida y de espíritu.
ANOCHE
CUANDO DORMÍA
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita
ilusión!,
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Di, ¿por qué acequia
escondida,
agua, vienes hasta
mí,
manantial de nueva
vida
de donde nunca bebí?
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita
ilusión!,
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en
él,
con las amarguras
viejas,
blanca cera y dulce
miel.
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita
ilusión!,
que un ardiente sol
lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque
daba
calores de rojo
hogar,
y era sol porque
alumbraba
y porque hacía
llorar.
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita
ilusión!,
que era Dios lo que
tenía
dentro de mi corazón.
ANTONIO
MACHADO
(Sevilla 1875 - Colliure/Francia 1939). "La teología de Antonio
Machado". Ese fue el título que José María González Ruiz, el gran
sacerdote y teólogo malagueño, fallecido en 2005, dedicó a la presencia de Dios
en la poesía de Antonio Machado. Es un libro imprescindible para rastrear la
"búsqueda religiosa" del poeta sevillano (Aunque canónigo de la
catedral de Málaga...¡González Ruiz fue también párroco en Triana, un lugar mágico
de sueño y agua!). Dormir, despertar, agua, fontana, acequia... Dios en el
corazón... Sueño y Agua: dos grandes temas para expresar el itinerario poetico
machadiano.
Dice Antonio Machado : “Si vivir es
bueno, es mejor soñar, y mejor que todo, madre, despertar” (Antonio Machado.
Nuevas Canciones. Proverbios y cantares 81). Machado trabajó mucho este tema,
siempre como símbolo de una tensión: “Anoche soñé que oía a Dios, gritándome
¡Alerta! Luego era Dios quien dormía, y yo gritaba ¡Despierta!” (Campos de
Castilla. Proverbios y cantares 46). Otras veces expresa la búsqueda de la fe:
“Ayer soñé que veía a Dios, y que a Dios hablaba; y soñé que Dios me oía…
Después soñé que soñaba” (Campos. Proverbios y cantares 21). O el más famoso,
que ha sido muy comentado: “ Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que
una fontana fluía dentro de mi corazón. Di: ¿por qué acequia escondida, agua,
vienes hasta mí, manantial de nueva vida de donde nunca bebí? Anoche cuando
dormía, soñé ¡bendita ilusión! Que era Dios lo que tenía dentro de mi corazón”
(Soledades 59). ¿Machado era un “agnóstico abierto”, como decía González Faus
de Tierno Galván? ¿Un hombre de fe como decía Bergamín? ¿Un cristiano atípico?
Acompañaba a misa a Leonor, su joven esposa. Iban a la preciosa iglesia románica
soriana y recordándolo, decía en un pequeño poema: “En Santo Domingo, la misa
mayor. Aunque me decían hereje y masón, rezando contigo, ¡cuanta devoción!”
(Nuevas canciones. Canciones 12). Pero siempre desemboca en la tarea de “asumir
la realidad”: “Tras el vivir y el soñar, está lo que más importa: despertar”
(Nuevas canciones. Proverbios y cantares 53). “¿Mi corazón se ha dormido?/
Colmenares de mis sueños/ ¿ya no labráis? ¿Está seca la noria del pensamiento,/
los cangilones vacíos,/ girando, de sombra llenos?/ No , mi corazón no duerme./
Está despierto, despierto./ Ni duerme ni sueña, mira/ los claros ojos
abiertos,/ señas lejanas, y escucha/ a orillas del gran silencio” (Soledades
60). Despertar no es negar el sueño, sino hacerlo realidad (si es de Dios, si
es digno del hombre). Despertar es desenmascararlo en caso contrario, si no es
bueno.
INSOMNIO
A Tí, Señor, quiero
llamar
pero no sé si me
escuchas.
En el fondo de la
noche caí,
callada y muy triste.
Mas no sé si te
preocupas.
Mi sueño se fue
como hilo de circo.
Caí desde lo alto sin
otro amparo ,
que la certeza de tus
manos
para la incertidumbre
de mi grito.
Señor,
No hagas caso de mis
sueños.
Tan dolorosos de
recordar,
tan imposibles de
vivir:
Mi cielo de estrellas
quebradizo
sin tener nunca un
amanecer.
Tú ves el fondo de mi
noche
sin necesitar que te
cuente nada.
Los hombres no. Se
quedan en la playa
siempre en espera de
una palabra
naufragada.
(Diálogo con la esfinge. 1973)
MANUEL
SIMÔES
(1922). Ensayista, pedagogo y poeta portugués. Colaboró con la revista
"Távola redonda", que tenía como lema: "Al servicio de la poesía
y nunca al servicio de...". Trabajó incansablemente en este órgano vivo de
poesía, en el que alentó a numerosos autores. En este poema titulado insomnio,
se destaca el vaiven del hombre, entre la ignorancia y la certeza, de que en
medio de la noche, Dios ama y guía. Pero a pesar del "no sé si me
escuchas...si te preocupas", el poeta confiesa: "La certeza de tus
manos...Tu ves el fondo de mi noche, sin necesitar que te cuente nada". Es
como si recordara las palabras de Jesús: "El Padre sabe de qué teneís
necesidad" (Mt 6,8). Un poema para curar la duda, para ser educados en la
confianza, para sentir que en el Señor no hay nafragio en la playa de nuestras
oraciones. La palabra de Dios no es una palabra naufragada.
ORACIONES
DEL CAMINANTE
1. Yo te veo, Señor,
con un hierro encendido
quemándome la carne
hasta los huesos.
Sigue, Señor,
que de ese hierro han
salido
mis alas y mi verso.
2. Nadie fue ayer
ni va hoy ni irá
mañana
hacia Dios
por este mismo camino
que yo voy.
Para cada hombre
guarda
un rayo nuevo de luz
el sol...
y un camino virgen,
Dios.
3. No conozco este
camino.
Y ya no alumbra mi
estrella
y se ha apagado mi
amor.
Así... vacío y a
oscuras,
¿a donde voy?
Sin una luz en el
cielo
y roto mi corazón...
¿cómo saber si es el
tuyo
este camino, Señor?
4. Hazme una cruz
sencilla,
carpintero...,
sin añadidos
ni ornamentos...,
que se vean desnudos
los maderos,
desnudos
y decididamente
rectos:
los brazos en abrazo
hacia la tierra,
el astil disparándose
a los cielos.
Que no haya un solo
adorno
que distraiga este
gesto:
este equilibrio
humano
de los dos
mandamientos...
Sencilla, sencilla...
Hazme una cruz
sencilla, carpintero.
CREDO
Aquí estoy...
En este mundo
todavía... Viejo y cansado... Esperando
a que me llamen...
Muchas veces he
querido escaparme por la puerta maldita
y condenada
y siempre un ángel
invisible me ha tocado en el hombro
y me ha dicho severo:
No, no es la hora
todavía... hay que esperar...
Y aquí estoy
esperando...
con el mismo traje
viejo de ayer,
haciendo recuentos y
memoria,
haciendo examen de
conciencia,
escudriñando
agudamente mi vida...
¡Qué desastre!... ¡Ni
un talento!... Todo lo perdí.
Sólo mis ojos saben
aún llorar. Esto es lo que me queda...
Y mi esperanza se
levanta para decir acongojada:
Otra vez lo haré
mejor, Señor,
porque... ¿no es
cierto que volvemos a nacer?
¿No es cierto que de
alguna manera volvemos a nacer?
Creo que Dios nos da
siempre otra vida,
otras vidas nuevas,
otros cuerpos con
otras herramientas,
con otros
instrumentos... Otras cajas sonoras
donde el alma
inmortal y viajera se mueva mejor
para ir corrigiendo
lentamente,
muy lentamente, a
través de los siglos,
nuestros viejos
pecados,
nuestros tercos
pecados...
para ir eliminando
poco a poco
el veneno original de
nuestra sangre
que viene de muy
lejos.
Corre el tiempo y lo
derrumba todo, lo transforma todo.
Sin embargo pasan los
siglos y el alma está, en otro sitio...
¡pero está!
Creo que tenemos
muchas vidas,
que todas son
purgatorios sucesivos,
y que esos
purgatorios sucesivos, todos juntos,
constituyen el
infierno, el infierno purificador,
al final del cual
está la Luz, el Gran Dios, esperándonos.
Ni el infierno... ni
el fuego y el dolor son eternos.
Sólo la Luz brilla
sin tregua,
diamantina,
infinita,
misericordiosa,
perdurable por los
siglos de los siglos...
Ahí está siempre con
sus divinos atributos.
Sólo mis ojos hoy son
incapaces de verla...
estos pobres ojos que
no saben aún más que llorar.
(Versos y oraciones
de caminante 1920)
LEÓN FELIPE
(Tábara-Zamora 1884- Ciudad de México 1968). Su verdadero nombre era Felipe
Camino Galicia. Una biografía de hombre bohemio, buscador, de profunda
conciencia social y literaria. Viajó por España y acabó viviendo en América,
tras la guerra civil. Uno de los poetas más inclasificables del siglo XX. Se le
ha situado entre las generaciones del 98 y la del 27.Su obra poética se abrió
con Versos y oraciones del caminante (1920), cuya sencillez temática y
estilística distanció al autor de las corrientes posmodernistas del momento. En
el segundo volumen de Versos y oraciones del caminante (1930) vuelven los temas
intimistas centrados en la experiencia cotidiana, pero el tono elevado y
profético revela el magisterio de W. Whitman, que fue traducido por el autor.
La actitud moral comenzó a manifestarse en su siguiente obra, Drop a star
(1933), donde las influencias de Whitman, A. Machado, M. de Unamuno y T. S.
Eliot se fundieron con un modelo expresivo inspirado en la Biblia, que fue
característico de su producción. La experiencia de la guerra civil y el exilio
posterior configuraron una voz poética combativa y rebelde, especialmente a
través de La insignia (1937), El payaso de las bofetadas y el pescador de caña
(1938), El hacha (1939), Español del éxodo y el llanto (1939) y El gran
responsable (1940). La mayoría de sus poemas quedaron agrupados en la
"Antología rota" (1947), reeditada continuamente con añadidos. Es de
destacar la última edición crítica de la "Antología rota" editada por
Cátedra-Letras hispánicas (2008).
PALABRAS
DE MARÍA EN NAVIDAD
José, sobre Belén
está nevando.
No le queda a la
noche ni un camino.
¿Y esta nieve
pequeña, cómo vino
tan sin sentir, si
estábamos velando?
Estábamos los dos
rezando, cuando
-¿o hablábamos,
José?- se hizo mas fino
el aire y, de
repente, como un trino
estaba ya sonando y
encantando.
Dime, José... ¿o
acaso tú tampoco
sepas cómo se puso el
heno lleno
de nieve viva, aquí,
bajo techado?
Dime, José, cómo le
tengo y toco
y cómo fue desde mi
seno al heno
y volvió desde el
heno a mi costado.
CARLOS
MURCIANO.
"La calle nueva" (1965)
HABLA
MARÍA
Cuando venga, ay, yo
no sé
con qué le envolveré
yo,
con qué.
Ay, dímelo tú, la
luna,
cuando en tus brazos
de hechizo
tomas al roble macizo
y le acunas en tu
cuna.
Dímelo, que no lo sé,
con qué le tocaré yo,
con qué.
Ay, dímelo tú, la
brisa,
que con tus besos más
leves
la hoja más alta
remueves,
peinas la pluma más
lisa.
Dímelo y no lo diré
con qué le besaré yo,
con qué.
Pues dímelo tú,
arroyuelo,
tú que con labios de
plata
le cantas una sonata
de azul música de
cielo.
Cuéntame, susúrrame
con qué le cantaré
yo,
con qué.
Y ahora que me
acordaba,
Ángel del Señor, de
ti,
dímelo, pues recibí
tu mensaje: "he
aquí la esclava".
Sí, dímelo por tu fe,
con qué le abrazaré
yo,
con qué.
O dímelo tú, si no,
si es que lo sabes,
José,
y yo te obedeceré
que soy una niña yo,
con qué manos le
tendré
que no se me rompa,
no,
con qué.
GERARDO
DIEGO.
"El
cerezo y la palmera" 1952-62
CARLOS
MURCIANO
(Arcos de la Frontera. 1931) Murciano es un reconocido poeta y prosista
español, destacado también como musicólogo, crítico de arte y crítico
literario. Entre sus numerosos galardones cabe destacar tal vez el Premio
nacional de poesía 1970 por "Este claro silencio" y el Premio
nacional de literatura infantil y juvenil 1982 por "El mar sigue esperando"
.
GERARDO
DIEGO
(Santander 1896- Madrid 1987). Destacado poeta y escritor español perteneciente
a la llamada "Generación del 27". .Alumno de la Universidad de Deusto
donde sigue la carrera de Filosofía y Letras, y donde conoce a quien seria
después un amigo esencial en la vida literaria, Juan Larrea. Finalizada la
carrera, se doctoró en Madrid. Fue catedrático de Lengua y Literatura en varios
Institutos. En Santander dirigió dos de las más importantes revistas del 27,
Lola y Carmen . Fue uno de los principales seguidores de la Vanguardia poética
española, y en concreto del Ultraismo y Creacionismo. En 1925 obtuvo el Premio
nacional de Literatura, ex aequo con Rafael Alberti. Elaboró las dos versiones
de la famosa Antología de poesía que dio a conocer a los autores de la
Generación del 27. Su poesía tradicional comprende poemas de corte tradicional
y clasicista, donde recurre con frecuencia a romance, a la décima y al soneto.
Los temas son muy variados: el paisaje, la religión, la música, los toros, el
amor, etc. Es suyo uno de los más conocidos sonetos de la literatura española,
"El ciprés de Silos". Como profesor, dio cursos y conferencias por
todo el mundo. Fue además crítico literario, musical y taurino además de
columnista en varios periódicos. Desde 1947 fue miembro de la Real Academia
española. En 1979, se le concedió el Premio Cervantes.
NO QUIERO
NO quiero
que los besos se
paguen
ni la sangre se venda
ni se compre la risa
ni se alquile el
aliento.
No quiero
que el trigo se queme
y el pan se escatime.
No quiero
que haya frío en las
casas
que haya miedo en las
calles,
que haya rabia en los
ojos.
No quiero
que en los labios se
encierren mentiras,
que en las arcas se
encierren millones,
que en la cárcel se
encierre a los buenos.
No quiero
que el labriego
trabaje sin agua,
que el marino navegue
sin brújula,
que en la fábrica no
haya azucenas,
que en la mina no
vean la aurora,
que en la escuela no
ría el maestro.
No quiero
que las madres no
tengan perfumes,
que las mozas no
tengan amores,
que los padres no
tengan tabaco,
que a los niños les
pongan los Reyes
camisetas de punto y
cuadernos.
No quiero
que la tierra se
parta en porciones,
que en el mar se
establezcan dominios,
que en aire se agiten
banderas,
que en los trajes se
pongan señales.
No quiero
que mi hijo desfile,
que los hijos de
madre desfilen
con fusil y con
muerte en el hombro;
que jamás se disparen
fusiles,
que jamás se
fabriquen fusiles.
No quiero
que me manden Fulano
y Mengano
que me fisgue el
vecino de enfrente,
que me pongan
carteles y sellos
que decreten lo que
es poesía.
No quiero
amar en secreto
llorar en secreto
cantar en secreto.
No quiero
que me tapen la boca
cuando digo NO
QUIERO.
ÁNGELA
FIGUERA AYMERICH
VALLEJO,
HERMANO
Al fin del atentado
y muerto el inocente,
vino hacia él Bin Laden
y le dijo: “¡No
mueras, te amo tanto!”
Pero el cadáver ¡ay!
siguió muriendo.
Al fin de la batalla
y muerto el inocente,
vino hacia él Bush & Co.
Y le dijo: “¡No
mueras, te amo tanto!”
Pero el cadáver ¡ay!
siguió muriendo.
Al fin de la tortura
y muerto el
disidente, vino hacia él Sadam
y le dijo: “¡No
mueras, te amo tanto!”
Pero el cadáver ¡ay!
siguió muriendo.
Al fin del bombardeo
y muerto el niño
palestino, vino hacia él Olmert
y le dijo: “¡No
mueras, te amo tanto!”
Pero el cadáver ¡ay!
siguió muriendo.
Al fin de la
explosión del autobús
Y muerto el niño de
Israel, vino hacia él Hamás
y le dijo: “¡No
mueras, te amo tanto!”
Pero el cadáver ¡ay!
siguió muriendo.
Entonces, todos los
seres piadosos de la tierra
rodearon al múltiple
cadáver
con un ruego común:
“¡Quédate hermano!
¡No nos dejes, valor,
vuelve a la vida!”
Los vio el cadáver
triste, emocionado.
Intentó levantarse,
abrazarlos, perdonar
y vivir. Abrió los ojos.
Dijo:
“El peso de tanto
asesinato no me deja moverme, perdónenme, perdónenme”
Cerró los ojos y
volvió a la muerte.
FELIX
GRANDE
(Sobre el poema “Masa” de Cesar Vallejo)
MASA
Al fin de la batalla,
y muerto el
combatiente, vino hacia él un hombre y le dijo: "¡No mueras, te amo
tanto!"
Pero el cadáver ¡ay!
siguió muriendo.
Se le acercaron dos y
repitiéronle:
"¡No nos dejes!
¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"
Pero el cadáver ¡ay!
siguió muriendo.
Acudieron a él
veinte, cien, mil, quinientos mil, clamando: "¡Tanto amor y no poder nada
contra la muerte!"
Pero el cadáver ¡ay!
siguió muriendo.
Le rodearon millones
de individuos,
con un ruego común:
"¡Quédate hermano!"
Pero el cadáver ¡ay!
siguió muriendo.
Entonces, todos los
hombres de la Tierra
le rodearon; les vio
el cadáver triste, emocionado;
incorporose
lentamente,
abrazó al primer
hombre; echose a andar.
CESAR
VALLEJO.
"España, aparta de mí este cáliz" (1939)
ÁNGELA
FIGUERA AYMERICH (1902-84). Poeta española nacida en Bilbao. Estudió
Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid, fue Catedrática de Lengua y
Literatura en los Institutos de Huelva, Alcoy y Murcia hasta después de la
guerra civil española y posteriormente trabajó en la Biblioteca Nacional de
Madrid. Junto con Blas de Otero y Gabriel Celaya, formó parte del importante
triunvirato vasco de la poesía de post-guerra. «Mujer de barro» editado en
1948 fue su primer libro, al que siguieron luego muchas publicaciones de
renombre como «Belleza cruel» y «Toco la tierra». Falleció en 1984.
FELIX
GRANDE
(Mérida 1937). Poeta, narrador y ensayista. Después de haber trabajado en el
campo como pastor y vaquero, de vendedor ambulante y oficinista, la vida le
lleva al periodismo y la literatura. Es uno de los grandes renovadores de la
poesía española de los años 1960. Muy estudioso de Machado, Rosales y Cesar
Vallejo. Guitarrista, letrista, y estudioso del cante jondo, consiguió con su
libro "Memoria del flamenco" (1979) el premio nacional de
flamencología. Premio nacional de poesía 1978 y premio de las Letras españolas
2004.
CESAR
VALLEJO
(Santiago
de Chuco/Perú 1892- París 1938). El poeta más grande de Perú y uno de los
mayores del siglo XX. Leer a Vallejo siempre impresiona y ayuda. Ayuda a
pensar, a hacer memoria, a tomar postura ante la vida y el ser humano. Su
poesía es un grito y una urgencia. Poeta de honda vena antropológica y social,
representa la "poesía como arma cargada de futuro" que diría León
Felipe. En El Cuaderno de poemas está ya publicado su poema "Los nueve
monstruos".
DEL AMOR
Cuando el amor les
llegue, síganlo.
Aunque sus senderos
sean arduos y penosos.
Y cuando les envuelva
bajo sus alas, entréguense a él.
Aunque la espada
escondida entre sus plumas les hiera.
Y cuando les hable,
crean en él.
Aunque su voz sacuda
sus sueños como hace el viento del norte, que arrasa los jardines.
Porque igual que el
amor les regala a ustedes, así los crucifica.
Porque así como les
hace prosperar, así también les siega.
Así como se remonta a
lo más alto y acaricia sus ramas más delicadas que tiemblan al sol, así
descenderá hasta sus raíces y las sacudirá desarraigándolas de tierra.
Como a mazorcas de
maíz les recogerá.
Les desgranará hasta
dejarles desnudos.
Les cernerá hasta
librarles de su pellejo.
Les molerá hasta
conseguir la indeleble blancura.
Les amasará para que
lo dócil y lo flexible brote de la dureza de ustedes.
Y les destinará luego
al fuego sagrado, para que puedan convertirse en el sagrado pan para el sagrado
banquete de Dios.
Todo esto hará el
amor con ustedes, para que conozcan los secretos de su propio corazón…
Cuando amen, no
digan: "Dios está en mi corazón", sino "Estoy en el corazón de
Dios".
Y no crean que podrán
dirigir el curso del amor: será él quien, si les halla dignos, dirigirá su
curso…
G. Jalil Gibrán
DESPUÉS DE MI PASEO POR LOS
PARQUES DEL MUNDO
Señor, Señor, cómo
has cambiado.
Me dí una vueltecita
por el mundo
y todo sigue igual:
maravillosa
la gente (la que no
te manipula).
Señor, cómo has
cambiado desde la última vez,
cómo mutas,
transformas,
cuántos rostros
deparas,
qué silencio distinto
me ofreces, qué palabras
insólitas, qué de
asuntos inventas.
Cómo has cambiado,
Padre, qué diferencias noto
tras mi rodeo por el
mundo. Aparte
de que las cosas
cambien, no es nada comparable
a tus evoluciones.
Tus ciclos
superiores, infinitesimales,
hacen pesado y tardo
el rayo y el relámpago
y el devenir del
péndulo que tanto necesita,
mientras tú,
irrepetible, variado, evolucionas
tus sístoles y
diástoles repentinos en Otro,
Otro, Otro a cada
instante,
a la velocidad de
cada "ahora".
Y "ahora"
ya eres Otro y Otro y Otro.
Señor, a tus espejos
múltiples yo me asomo
para mirar. Qué
cambio, Señor, cómo has cambiado.
Te abandoné la tarde
en que quise medir mis propios pulsos.
Te abandoné cuando
pensé que tú me abandonabas,
cuando creí que eras
un lento crepúsculo cansado.
Eres vertiginoso,
voraz, veloz, terrible,
y cuando yo creía
desatada de Ti, que
paseaba el mundo,
Tú seguías, bobina de
mi ser, enredándome,
cambiándome en tus
husos, envolviéndome en Tí
incandescente y
rápida. Ahora veo que nada
nos separó, que no
hubo paseo solitario,
que tu cambio es mi
cambio.
Qué extraña estoy.
Qué nueva.
PILAR PAZ
PASAMAR (Jerez de la Frontera 1933). Poetisa del
grupo de la revista gaditana de poesía "Platero", proyecto en el que
participó y para el que fue decisiva su amistad con Juan Ramón Jiménez
—fervoroso admirador de su obra—, Pilar Paz Pasamar destaca dentro del
"grupo generacional de los cincuenta". La dilatada carrera de esta
escritora, plasma desde aspectos herméticos y filosóficos, cercanos al
misticismo, hasta momentos de la realidad circundante. 1933-1957: periodo en el
que destaca la publicación de Mara (1951) y estancia en Madrid, así como la de
Los buenos días (1954), accésit del Premio Adonais de poesía; ciclo de juventud
que culmina con la publicación de Ablativo amor (1956) y Del abreviado mar
(1957) y la fundación de la revista Platero. Si en un momento dado opta por una
búsqueda interior, años más tarde nos sorprenderá con luminosos versos que
indagan en las preocupaciones del ser humano y, en ocasiones, su canto habitará
lo familiar o se detendrá en las pequeñas cosas que dan sentido a la
existencia. La mayor parte de su vida ha transcurrido en Cádiz, ciudad que la
ha nombrado «Hija adoptiva» (2004) , y desde donde nos llega su cántico, su
portentosa poética, que, entre otras fuentes, bebe de la tradición andaluza en
su vertiente popular. En 1957, el mismo año de la aparición de su libro de
homenaje a Góngora, Del abreviado mar, Pilar se casa con Carlos Redondo. Como
si se tratara de un paralelismo con la historia sus padres, abandona su exitosa
carrera literaria en Madrid, para entregarse a la vida de pareja en Cádiz, en
donde se radicó definitivamente. Este retiro no fue comprendido por muchos de
sus compañeros de generación, ni por algunos de sus maestros, que lo juzgaron
misterioso. Sin embargo, Pilar no abandonó la creación literaria; de ello queda
constancia en la publicación de los libros La soledad contigo de 1960, el
ensayo sobre poesía y la mujer Poesía femenina de lo cotidiano en 1964, y
Violencia inmóvil de 1967. A estos tres libros les sigue un periodo de unos
quince años en los que declara haberse entregado a una búsqueda interior, así
como a desarrollar tareas de carácter social o atendiendo a los más
desfavorecidos.
En 1982 Pilar Paz Pasamar publica La
torre de Babel y o tros asuntos , un libro inquietante, extraño, no muy bien
entendido por la crítica y, sin embargo, fundamental para explicar su retiro de
los ambientes literarios y su posterior locuacidad creativa, en busca de la
trascendencia, de la divinidad, que conjugan la heterodoxia de la vida con la
sabiduría. A este libro le seguirían la antología La alacena , de 1986; Textos
lapidarios: La dama de Cádiz , de 1990, Philomena, de 1994, y
"Sophía" (2003).
EL CORPUS
EN TRES SONETOS
Nadie ni
nada
Nadie estuvo más solo que tus manos
perdidas entre el hierro y la madera;
mas cuando el pan se convirtió en
hoguera
nadie estuvo más lleno que tus manos.
Nadie estuvo más muerto que tus manos
cuando, llorando, las besó María;
mas cuando el vino ensangrentado ardía
nadie estuvo más vivo que tus manos.
Nadie estuvo más ciego que mis ojos
cuando creí mi corazón perdido
en un ancho desierto sin hermanos.
Nadie estaba más ciego que mis ojos.
Grité, Señor, porque te has ido.
Y Tú estabas latiendo entre mis manos.
Dios
malgastado
¿Cómo es posible, oh Dios, que cada
día
yo levante tu Sangre entre mis manos
y que mis labios sigan siendo humanos
y que mi sangre siga siendo mía?
Treinta años sacerdote, y todavía
nada sé de tu amor, y he vuelto vanos
tus doce mil prodigios soberanos
y doce mil millones perdería.
¡No vengas más! ¡Refúgiate en tu cielo
o búscate otras manos más amigas!
¡Yo soy capaz de congelar tu fragua!
Me das amor, y te lo torno hielo.
Siembras tu Carne, y te produzco
ortigas.
Viertes tu sangre, y la convierto en
agua.
Redondamente
A Pascua sabe el Pan, a Pascua viva,
un pan aún, apenas, matiscado,
y vivo ya, y ya resucitado.
Aún bajo tierra y ya volando arriba.
No hay nada que la muerte no reviva
y nada que, al nacer, no esté
enterrado:
el Pan ya está en la hoz, y en el
bocado
latiendo está la espiga primitiva.
Y Dios es Pan, y simultáneamente
el Pan ya es muerte y ya la muerte es
vuelo;
y el Pan, que es pan si lo miráis de
frente
es más que pan si levantáis el velo.
Que carne y pan y muerte y tierra y
cielo
juegan al corro en Dios, redondamente.
José
Luis Martín Descalzo. (Madridejos 1930- Madrid 1991). De Martín
Descalzo ya hemos publicado varios poemas. Ahora traemos para la fiesta del Corpus,
tres sonetos tomados de su poemario "Testamento del pájaro
solitario"(1991). Lo publicaba semanas antes de su muerte, dejándonos
mucho más que un conjunto de poesías. Este librito ha sido considerado desde
entonces como el testamento espiritual de este gran novelista, poeta sacerdote
y sobre todo cristiano, que fue José Luis. Son tres sonetos sobre el misterio
del pan y del cuerpo de Cristo, memoria del amor de Jesús entregado por todos
en forma de vida, de tiempo, de libertad, de parábolas, de rescates de personas
marginadas y desorientadas, de discípulos queridos y formados en su Palabra, y
sobre todo, en un final de lavatorio, de perdón, de cruz y de alegrías
pascuales. Martín Descalzo reza en el Corpus y tiene esos pensamientos
traducidos en sonetos, que son preguntas, convicciones, revisión de su vida de
sacerdote, compromiso para el futuro de la Iglesia de todos los tiempos.
LIBERTAD
"En mis cuadernos de clase
en mi pupitre y los árboles
en la arena y en la nieve
escribo tu nombre.
En las páginas leídas
en aquellas que están blancas
piedra sangre papel polvo
escribo tu nombre.
En las imágenes doradas
en las armas del soldado
en la corona de los reyes
escribo tu nombre.
En la jungla y el desierto
en los nidos y retamas
en el eco de mi infancia
escribo tu nombre.
En las bellezas nocturnas
en el pan de las jornadas
en las estaciones novias
escribo tu nombre.
En mis trapos azules
en el estanque de sol enmohecido
en el lago de viviente lunas
escribo tu nombre.
En los campos en el horizonte
en las alas de los pájaros
en el molino de las sombras
escribo tu nombre.
En cada sorbo de la aurora
en el mar en los barcos
en la alocada montaña
escribo tu nombre.
En la espuma de las nubes
en el sudor de las tempestades
en la lluvia menuda y fatigante
escribo tu nombre.
En las formas resplandecientes
en las campanas de colores
en la verdad física.
escribo tu nombre.
En los senderos despiertos
en los caminos desplegados
en las plazas desbordantes
escribo tu nombre.
En la lámpara que se enciende
en la lámpara que se extingue
en la casa de mis hermanos
escribo tu nombre.
En el fruto en dos cortado
en el espejo de mi cuarto
en la concha vacía de mi lecho
escribo tu nombre.
En mi perro glotón y tierno
en sus orejas levantadas
en su patita coja
escribo tu nombre.
En el quicio de mi puerta
en los objetos familiares
en la llama de fuego bendecida
escribo tu nombre.
En la carne que me es dada
en la frente de mis amigos
en cada mano que se tiende
escribo tu nombre.
En la vitrina de las sorpresas
en los labios displicentes
más allá del silencio
escribo tu nombre.
En mis refugios destruidos
en mis faros sin luz
en el muro de mi tedio
escribo tu nombre.
En la ausencia sin deseo
en la soledad desnuda
en las escalinatas de la muerte
escribo tu nombre.
En la salud reencontrada
en el riesgo desaparecido
en la esperanza sin recuerdo
escribo tu nombre.
Y por el poder de una palabra
vuelvo a vivir.
Nací para conocerte,
para nombrarte,
Libertad
PAUL
ELUARD (Saint Denis 18955- Charenton 1952). Su verdadero nombre era Eugène Grindel. Su poesía es esencialmente
lírica, aunque siempre basada en asuntos cotidianos y experiencias dramáticas
de su propia vida. Durante la década de los años 20 y principios de los 30,
Eluard se entregó a la experimentación poética y junto con Breton, Soupault y
Aragon dio vida al movimiento surrealista, publicando Morir de no morir (1924),
Capital del dolor (1926) y Los ojos fértiles (1936). El sueño frente a la
realidad y la libre expresión del pensamiento se reflejan en sus poemas
surrealistas de este periodo. Más tarde, influido por la Guerra civil española
y la 2ª Guerra Mundial, escribió poemas de contenido más político como Poesía y
verdad (1942) y En la corte alemana (1944), en los que regresa a formas
estilísticas más tradicionales. El famoso poema "Libertad" lo
escribió en 1942, en plena ocupación nazi, por lo que fue perseguido por la
Gestapo. "Dios en la poesía" acoge este canto a la libertad como una
de las expresiones del deseo y del compromiso humano en favor de un mundo más
justo, más libre, más como Dios quiere que sea.
UN
HOMBRE PASA CON UN PAN AL HOMBRO
Un hombre
pasa con un pan al hombro
¿Voy a
escribir, después, sobre mi doble?
Otro se
sienta, ráscase, extrae un piojo de su axila, mátalo
¿Con qué
valor hablar del psicoanálisis?
Otro ha
entrado en mi pecho con un palo en la mano
¿Hablar luego
de Sócrates al médico?
Un cojo pasa
dando el brazo a un niño
¿Voy,
después, a leer a André Bretón?
Otro tiembla
de frío, tose, escupe sangre
¿Cabrá aludir
jamás al Yo profundo?
Otro busca en
el fango huesos, cáscaras
¿Cómo
escribir, después, del infinito?
Un albañil
cae de un techo, muere y ya no almuerza
¿Innovar,
luego, el tropo y la metáfora?
Un
comerciante roba un gramo en el peso a un cliente
¿Hablar,
después, de cuarta dimensión?
Un banquero
falsea su balance
¿Con qué cara
llorar en el teatro?
Un paria
duerme con el pie a la espalda
¿Hablar, después,
a nadie de Picasso?
Alguien va en
un entierro sollozando
¿Cómo luego
ingresar a la Academia?
Alguien
limpia un fusil en su cocina
¿Con qué
valor hablar del más allá?
Alguien pasa
contando con sus dedos
¿Cómo hablar
del no-yo sin dar un grito?
Poemas
humanos
CESAR
VALLEJO (Santiago de Chuco/Perú
1892- París 1938). El poeta más grande de Perú y uno de los mayores del siglo
XX. En el "Cuaderno de poemas" están ya publicados otros dos títulos:
"Los nueve monstruos" y "Masa". Ahora presentamos "Un
hombre pasa con un pan al hombro". El poema está construido en forma de
contrastes: un hecho de vida y una pregunta. Unos contrastes provocadores, que
tienden a que nos preguntemos sobre cómo pasamos al lado de multitud de
situaciones en las que los hombres y mujeres de hoy nos interpelan...y nosotros
parecemos estar en otra dimensión: nuestra "gran cultura", nuestra
filosofía, nuestra literatura, nuestra religión, nuestras bellas artes, el
último grito de nuestra gran sabiduría posmoderna... Es un poema que puede ser
continuado: piensa varias situaciones de vida de nuestro mundo, o de lo que
encuentras (donde haya sufrimiento, necesidad, violencia, injusticia...) y
luego piensa: ¿con qué cara sigo yo viviendo en las alturas no comprometidas
del pensamiento, de la ciencia, de la fe? Vallejo, siempre Vallejo...
********************
Miércoles
De Ceniza
Porque no abrigo esperanzas de volver otra vez
porque no abrigo esperanzas
porque no abrigo esperanzas de volver
ansiando el donde este hombre de este otro sus andanzas
no lucho por llegar hacia esas cosas
(¿Por qué no ha de abrir el halcón sus alas ya andrajosas?)
¿Por qué he de lamentar
el perdido poder del reino usual ?
Porque no
abrigo esperanzas de conocer otra vez
la cierta hora de tan incierta gloria
porque no pienso así
y porque sé que no conoceré
la única veraz potencia transitoria
puesto que he de beber, ahí,
donde florecen los árboles y las vertientes fluyen,
porque otra vez no hay nada.
Porque yo sé que el tiempo es siempre tiempo
y que el lugar es siempre y solamente un lugar
y que lo que es actual lo es sólo en cierto tiempo
y para un solo lugar
me alegro que sean así las cosas
y renuncio a la vez
a la sagrada faz y también a la voz
entonces, como no me es posible pensar que he de volver
me regocijo al tener que construir algo que me proporcione regocijo
la cierta hora de tan incierta gloria
porque no pienso así
y porque sé que no conoceré
la única veraz potencia transitoria
puesto que he de beber, ahí,
donde florecen los árboles y las vertientes fluyen,
porque otra vez no hay nada.
Porque yo sé que el tiempo es siempre tiempo
y que el lugar es siempre y solamente un lugar
y que lo que es actual lo es sólo en cierto tiempo
y para un solo lugar
me alegro que sean así las cosas
y renuncio a la vez
a la sagrada faz y también a la voz
entonces, como no me es posible pensar que he de volver
me regocijo al tener que construir algo que me proporcione regocijo
Y ruego a
Dios que nos tenga misericordia
ruego que nos haga olvidar
estos asuntos que originan en mí tanta discordia
ya que los he discutido y me los he explicado demasiado
porque no abrigo esperanzas de volver otra vez
que estas palabras respondan
por lo que ya se ha hecho que no se hará otra vez
y que se nos juzgue con misericordia
porque con estas alas no es posible volar
son simples abanicos y para abanicar
un aire seco ya y muy reducido
más seco, más reducido que la voluntad
enséñanos a sentir y a prescindir,
danos tranquilidad.
ruego que nos haga olvidar
estos asuntos que originan en mí tanta discordia
ya que los he discutido y me los he explicado demasiado
porque no abrigo esperanzas de volver otra vez
que estas palabras respondan
por lo que ya se ha hecho que no se hará otra vez
y que se nos juzgue con misericordia
porque con estas alas no es posible volar
son simples abanicos y para abanicar
un aire seco ya y muy reducido
más seco, más reducido que la voluntad
enséñanos a sentir y a prescindir,
danos tranquilidad.
Ora por
nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte.
Ora por nosotros por ahora y en la hora de nuestra muerte.
Ora por nosotros por ahora y en la hora de nuestra muerte.
Thomas Stearns (T.S.) ELIOT (1888-1965).
Poeta, crítico literario y dramaturgo inglés nacido en
Estados Unidos. Premio Nobel de Literatura y autor del famoso poema
"Tierra Baldía" , una de las obras más discutidas e importantes de
comienzos del siglo XX. Sus obras de teatro, basadas en el empleo coloquial del
verso sin rima, intentan revivir el drama poético para el público
contemporáneo. Sus métodos de análisis literario han tenido una influencia muy
importante en la crítica inglesa y estadounidense. Su largo poema de cinco
partes, "Tierra Baldía" (1922),
una obra erudita que expresa vivamente su idea de la esterilidad de la sociedad
moderna en contraste con las sociedades del pasado, se convirtió en un hito de
la modernidad. Eliot influyó profundamente en los principios de la crítica
literaria escribiendo ensayos sobre los dramaturgos isabelinos, los poetas
metafísicos ingleses y el poeta italiano Dante. En los años treinta, la serenidad
y la humildad religiosa empezaron a ser primordiales en su poesía, sobre todo
en "Miércoles de ceniza" (1930),
La roca (1934) y su larga obra en verso, Asesinato en la catedral
(1935), basada en el martirio de santo Tomás Becket en el siglo XII. En
ese momento se convierte al Anglicanismo. "Cuatro
cuartetos" (1943), considerado por muchos críticos como su mejor
obra, expresa un transcendental sentido del tiempo en versos emotivos. "Miércoles de ceniza" es un magnífico poema
dedicado a la Virgen María, escrito en un momento mundial convulso, entre
guerras y a punto de estallar además el horror nazi y su holocausto.
******************
Contraelegía
Mi único tema
es lo que ya no está
Y mi obsesión
se llama lo perdido
Mi punzante
estribillo es nunca más
Y sin embargo
amo este cambio perpetuo
este variar
segundo tras segundo
porque sin él
lo que llamamos vida
sería de
piedra.
Prehistoria
(nº 2)
Al contemplar
por vez primera la noche
me pregunté:
¿será eterna?
Quise indagar
la razón del sol, la inconstante
movilidad de
la luna,
la misteriosa
armada de estrellas
que navegan
sin desplomarse.
Enseguida
pensé que Dios es dos:
la luna y el
sol, la tierra y el mar, el aire y el fuego,
O es dos en
uno:
la lluvia /
la planta, el relámpago / el trueno.
¿De dónde
viene la lumbre del cielo?
¿La produce
el estruendo? ¿O es la llama
la que
resuena al desgarrar el espacio?
(como la
grieta al muro antes de caer
por los
espasmos del planeta siempre en trance de hacerse).
¿Dios es el
bien porque regala la lluvia?
¿Dios es el
mal por ser la piedra que mata?
¿Dios es el
agua que cuando falta aniquila
y cuando
crece nos arrastra y ahoga?
A la parte de
mí que me da miedo
la llamaré
Demonio.
¿O es el
doble de Dios, su inmensa sombra?
Porque sin el
dolor y sin el mal
no existirían
el bien ni el placer,
del mismo
modo que para la luz
son
necesarias las tinieblas.
Nunca jamás
encontraré la respuesta.
No tengo
tiempo. Me perdí en el tiempo.
Se acabó el
que me dieron.
JOSÉ
EMILIO PACHECO. Premio Cervantes 2009. Poeta y ensayista
mexicano nacido en Ciudad de México en 1939. Empezó a brillar desde muy joven
en el panorama cultural mexicano, gracias a su dominio de las formas clásicas y
modernas y al enfoque universal de su poesía. Además de poeta y prosista se ha
consagrado también como eximio traductor, trabajando como director y editor de
colecciones bibliográficas y diversas publicaciones y suplementos culturales.
Ha sido docente universitario e investigador al servicio de entidades
gubernamentales. Entre sus galardones se cuentan: Premio Nacional de Poesía,
Premio Nacional de Periodismo Literario, Premio Xavier Villaurrutia, Premio
Magda Donato, Premio José Asunción Silva en 1996,el Premio Octavio Paz en el
año 2003, el Premio Federico García Lorca 2005, el Premio Iberoamericano de
Poesía Pablo Neruda en 2004, la XVIII edición del Premio Reina Sofía de Poesía
Iberoamericana en 2009 y el Premio Cervantes en 2009. De su obra poética se
destacan: «Los elementos de la noche» en 1963, «El reposo del fuego» en
1966, «No me preguntes cómo pasa el tiempo» en 1969, «Irás y no volverás»
en 1973, «Islas a la deriva» en 1976, «Desde entonces» en 1980,
«Trabajos en el mar» en 1983, y «El silencio de la luna» poemas de 1985 1996.
*******************
El difícil todo
Lc 10, 38-42: Marta y María. La mejor "parte".
Lc 2, 50-52: María daba vueltas a todo esto, meditándolo en su corazón.
Tan sólo
mejor
que la mejor
parte
que escogió
María,
el difícil
todo.
Acoger al
Verbo,
dándose al
servicio.
Vigilar su
Ausencia,
gritando su
Nombre.
Descubrir su
Rostro
en todos los
rostros.
Hacer del
silencio
la mayor
escucha.
Traducir en
actos
las Sagradas
Letras.
Combatir
amando.
Morir por la
vida,
luchando en
la paz.
Derribar los
tronos
con las
viejas armas
quebradas de
ira,
forradas de
flores.
Plantar la
bandera,
la justicia
libre,
en los gritos
pobres.
Cantar sobre
el mundo
el
Advenimiento
que el mundo
reclama,
quizá sin
saberlo.
El difícil
todo
que supo
escoger
la otra
María.
PEDRO
CASALDÁLIGA (Balsareny-Barcelona
1928). El obispo poeta, claretiano hecho pastor de los campesinos de Brasil. Ya
jubilado como obispo, pero presente en la memoria de la Iglesia, de la pastoral
con los pobres, y la nueva poesía religiosa. De Pedro Casaldáliga hemos
publicado varios de sus poemas en "Dios en la poesía". En este
"El dificil todo" juega con dos textos: el de María de Betania (de
quien Jesús dijo que "ha escogido la mejor parte"), y de la madre de
Jesús, que desde su llamada (Anunciación) hasta su muerte y asunción. escogió
"el dificil todo" del Evangelio de su hijo. La Iglesia sigue
queriendo acoger, vivir y testimoniar este dificil pero esencial
"todo" de Jesús.
EN
LA PLAZA
Hermoso es,
hermosamente humilde y confiante,vivificador y profundo,
sentirse bajo
el sol, entre los demás, impelido,
llevado,
conducido, mezclado, rumorosamente arrastrado.
No es bueno
quedarse en
la orilla
como el
malecón o como el moluscoque quiere calcáreamente imitar a la roca.
Sino que es
puro y sereno arrasarse en la dicha
de fluir y
perderse,
encontrándose
en el movimiento con que el gran corazón de los hombres palpita extendido.
Como ese que
vive ahí, ignoro en qué piso,
y le he visto
bajar por unas escaleras
y adentrarse
valientemente entre la multitud y perderse.
La gran masa
pasaba. Pero era reconocible el diminuto corazón afluido.
Allí, ¿quién
lo reconocería? Allí con esperanza, con resolución o con fe, con temeroso
denuedo,
con silenciosa
humildad, allí él también
transcurría.
Era una gran
plaza abierta, y había olor de existencia.
Un olor a
gran sol descubierto, a viento rizándolo,
un gran
viento que sobre las cabezas pasaba su mano,
su gran mano
que rozaba las frentes unidas y las reconfortaba.
Y era el
serpear que se movía
como un único
ser, no sé si desvalido, no sé si poderoso,
pero
existente y perceptible, pero cubridor de la tierra.
Allí cada uno
puede mirarse y puede alegrarse y puede reconocerse.
Cuando, en la
tarde caldeada, solo en tu gabinete,
con los ojos
extraños y la interrogación en la boca,
quisieras
algo preguntar a tu imagen,
no te busques
en el espejo,
en un extinto
diálogo en que no te oyes.
Baja, baja
despacio y búscate entre los otros.
Allí están
todos, y tú entre ellos.
Oh, desnúdate
y fúndete, y reconócete.
Entra
despacio, como el bañista que, temeroso, con mucho amor y recelo al agua,
introduce
primero sus pies en la espuma,
y siente el
agua subirle, y ya se atreve, y casi ya se decide.
Y ahora con
el agua en la cintura todavía no se confía.
Pero él
extiende sus brazos, abre al fin sus dos brazos y se entrega completo.
Y allí fuerte
se reconoce, y se crece y se lanza,
y avanza y
levanta espumas, y salta y confía,
y hiende y
late en las aguas vivas, y canta, y es joven.
Así, entra
con pies desnudos. Entra en el hervor, en la plaza.
Entra en el
torrente que te reclama y allí sé tú mismo.
¡Oh pequeño
corazón diminuto, corazón que quiere latir
para ser él
también el unánime corazón que le alcanza!
VICENTE
ALEIXANDRE
(Sevilla. 1898- Madrid 1984). Uno de los grandes poetas del siglo XX en lengua
española. Generación del 27. Premio Nobel de Literatura 1977. "En la
plaza" es uno de los poemas más ecuménicos y amplios de Aleixandre, y de
toda la poesía española, una invitación a la comunicación, al diálogo, a la
salida de sí, a la interrelación. Escrita en el momento histórico en que España
estaba culminando su proceso de acercamiento y relación con Europa y el
conjunto de las naciones. España, que había vivido siglos "encerrada"
política, social y religiosamente, se abre poco a poco al mundo. El poeta
reconoce implícitamente esta apertura cultural e histórica del país, e invita a
cada ser humano a bajar a la plaza, a sentirse comunidad. Invita a pasar del
"corazón diminuto, encerrado" al "unánime corazón que le
alcanza".
RESURRECCION
Y VIDA
Así Te
quiero, Dios; agua manante,
de tu muerto costado dencendente,
viva, a mi encuentro, al muerto en mí viviente;
en mis vértebras río desbordante.
Así Te quiero: enamorado amante,
y nominado Tú, tan tiernamente:
panal, pastor, pelícano muriente,
y vid de los sarmientos transformante.
Renáceme este aliento amortajado,
en surtidor perenne, cielo arriba.
Por la ventana del milagro, viva,
de tu muerto costado dencendente,
viva, a mi encuentro, al muerto en mí viviente;
en mis vértebras río desbordante.
Así Te quiero: enamorado amante,
y nominado Tú, tan tiernamente:
panal, pastor, pelícano muriente,
y vid de los sarmientos transformante.
Renáceme este aliento amortajado,
en surtidor perenne, cielo arriba.
Por la ventana del milagro, viva,
como aquella
de Lázaro enterrado,
puede saltar el alma, si cautiva,
si sedienta escondida en tu costado.
puede saltar el alma, si cautiva,
si sedienta escondida en tu costado.
SEBASTIAN
URBANO BAENA (La Malahá -Granada-. 1904- Granada 1977). Sacerdote,
poeta, ermitaño, asceta, y entregado a la gente. Entregado pastoralmente a sus
gentes de sus parroquias de Celín de Dalías, Montefrío, Láujar, Málaga,
Barcelona e Iznalloz, donde ejerció el ministerio sacerdotal. Finalmente, en el
último tramo de su vida, se ofreció a un trabajo pastoral que nadie quería: ser
capellán del cementerio de Granada. Se ofreció por amor, como todo lo que hizo,
pero además eligió el cementerio no solo como encargo pastoral, de la Iglesia
diocesana, sino como lugar de oración para él y para todos, y paradójicamente,
como lugar de poesía: porque la mayor poesía (poesía es belleza) es la Buena
Noticia de la Resurrección del Señor, noticia dada, proclamada en un
cementerio, en el sepulcro de Jesús. Por eso, la apuesta de Sebastián, se
convirtió en Granada en un mensaje. Y resultó que venían gente de todas partes
a participar en esa Eucaristía dominical, del "cura del cementerio"
de Granada, que habla y dice unas cosas que nunca habíamos oido... Y así
Sebastián Urbano, fue dando a conocer sus poemas escondidos, y a trancas y
barrancas dejando que los editores granadinos publicaran sus poesías, como este
precioso soneto pascual.
SALMO INICIAL
Señor, no
estás conmigo aunque te nombre siempre.
Estás allá,
entre nubes, donde mi voz no alcanza,
y si a veces
resurges, como el sol tras la lluvia,
hay noches en
que apenas logro pensar que existes.
Eres una
ciudad detrás de las montañas.
Eres un mar
lejano que a veces no se oye.
No estás
dentro de mí. Siento tu negro hueco
devorando mi
entraña, como una hambrienta boca.
Y por eso le
nombro, Señor, constantemente,
y por eso
refiero las cosas a tu nombre,
dándoles
latitud y longitud de Ti.
Si estuvieras
conmigo yo hablaría de cosas*,
del cielo, de
la brisa, del amor y la pena.
Como un feliz
amante que dice solo: «Mira
qué pájaro,
qué rosa, qué sol, qué tarde clara»,
y vierte así
en la luz de los nombres su amor.
Pero no. Tú
me faltas. Y te nombro por eso.
Te persigo en
el bosque detrás de cada tronco.
Te busco por
el fondo de las aguas sin luz.
¡Oh cosas,
apartaos, dadme ya su presencia
que tenéis
escondida en vuestro oscuro seno!
Marcado por
tu hierro vago por las llanuras
abandonado,
inútil, como una oveja sola...
Hombre de
Dios me llamo. Pero sin Dios estoy
Poemario
“Hombre de Dios” (1945)
José María Valverde (Valencia de
Alcántara 1926- Madrid 1996)
José María Valverde
nació en Valencia de Alcántara (Cáceres), pasó su infancia y adolescencia en
Madrid, donde estudió y vivió gran parte de su vida. Se exilió durante varios
años a EEUU y Canadá, y volvió a Barcelona a ocupar su cátedra de estética.
Participó en las revistas literarias de su época y en numerosas publicaciones periódicas
donde fue publicando gran parte de su pensamiento. Él mismo decía que era un poeta metido a filósofo,
y no al contrario. Su extensa labor como crítico literario, traductor de poetas
y ensayista es imposible resumirla en unas líneas. Escribió innumerables
ensayos sobre crítica literaria, filosofía y lenguaje, entre otros temas.
Siempre mantuvo un compromiso
ético muy alto, hasta el punto de que se exilió voluntariamente en 1964,
en solidaridad con Tierno Galván, Aranguren, García Calvo y otros profesores
universitarios, expulsados de sus cátedras por el régimen franquista.
Su labor como traductor fue inmensa, destaca la
traducción que hizo del Ulises
de Joyce y las versiones de las obras de Cavafis, Rilke, Hölderlin,
Walt Whitman, Goethe, Shakespeare, etc.
La poesía de
José Mª Valverde es sobre todo comunicación: Desde sus primeros
poemas cree que los poetas han nacido para nombrar las cosas, para gozar la
vida y contarlo : Tú nos das el mundo para que lo gocemos./
Tú nos lo entregas para que lo hagamos palabra. Sus primeros poemas
tienen una temática religiosa. Luego fue introduciendo en sus versos nuevos
asuntos, cada vez más humanos, acercándose a planteamientos marxistas. Se ha
dicho de él que era un cristiano
marxista, con planteamientos cercanos a las tesis de la Teoría
de la Liberación.
Todas las obras de
J.Mª Valverde son libros unitarios, esto es, tienen una idea central sobre la
que gravitan todos los poemas, una idea o un tema, no escribe poemas sueltos,
sino libros de poemas. Y todos ellos son poemarios claros, porque la sencillez es una de
sus cualidades. Escribe para comunicarse, para reflexionar y hacernos
reflexionar. La estética literaria es importante también, pero cada vez le va
interesando más el fondo humano de sus poemas, y menos la forma, así que sus
últimos textos son narrativos. La sencillez expresiva no está exenta de
precisión léxica, buscando siempre el verso ajustado al tema pero
pretendidamente fácil, sencillo, sin retoricismos innecesarios, casi coloquial.
En esto sigue la tradición
de Antonio Machado.
Su primer libro plantea
preguntas a un Dios en el que cree, expresa la angustia del
poeta ante el dramático paisaje de la guerra y sus consecuencias posteriores.
Se mezclan los ruegos y salmos con oraciones a un Dios que no siempre está
presente. Es poesía religiosa y sentimental. En los años 50 su poesía se acerca más a las
realidades cotidianas. Se va haciendo poesía de la comunicación por
influencia de la poesía hispanoamericana y por su propia
evolución ideológica hacia un cristianismo
crítico y hacia una forma de entender la creación poética
cercana a lo social. En los años 60 busca una síntesis entre el marxismo y
cristianismo. Y a partir de los años
70 su compromiso humanístico le lleva a escribir poemas sobre
el hombre, la solidaridad, el amor... Algunos de sus poemas religiosos han sido
incorporados a la oración oficial de la Iglesia. Fue además un gran traductor
del Nuevo Testamento. Un poeta, y más que un poeta. Un hombre que buscaba creer
y que quería una fe más limpia y más sincera. Alguien que nos ayudó a creer en
Dios y en un mundo más como lo soñó Dios para todos.
**************
Cristianos y paganos
1
Los
hombres se dirigen a Dios cuando se sienten necesitados,
imploran ayuda, piden felicidad y pan,
salvación de la enfermedad, de la culpa y de la muerte.
Todos lo hacen así, todos, cristianos y paganos.
imploran ayuda, piden felicidad y pan,
salvación de la enfermedad, de la culpa y de la muerte.
Todos lo hacen así, todos, cristianos y paganos.
2
Los
hombres se dirigen a Dios cuando le sienten necesitado,
lo encuentran pobre y despreciado, sin abrigo y sin pan,
lo ven devorado por el pecado, la debilidad y la muerte.
Los cristianos están con Dios en su pasión.
lo encuentran pobre y despreciado, sin abrigo y sin pan,
lo ven devorado por el pecado, la debilidad y la muerte.
Los cristianos están con Dios en su pasión.
3
Dios
se dirige a todos los hombres cuando se sienten necesitados,
sacia cuerpo y alma con su pan,
muere crucificado para cristianos y paganos
y perdona a unos y otros.
sacia cuerpo y alma con su pan,
muere crucificado para cristianos y paganos
y perdona a unos y otros.
Dietrich
Bonhoeffer (Breslau-Alemania
1906- Campo de concentración de Flossenburg 1945). Teologo y pastor luterano,
ofreció a la Iglesia algunas de las páginas mas bellas, profundas y valientes,
que teólogo alguno haya escrito en la historia. Seguir leyendo hoy "Resistencia y sumisión" (Cartas y apuntes desde la cárcel), "El precio de la gracia" o "Cartas
de amor desde la prisión"
(destinadas a su novia María), es un gozo para nuestra inteligencia, el corazón
y sobre todo para la fe, de los que entendemos esta como un don para el
testimonio y la misión. Bonhoeffer participó activamente en el movimiento de
resistencia al Nazismo, primero como teólogo y fundador con Karl Barth de la "Iglesia Confesante" contra la dictadura nazi; finalmente implicándose
en ayudar a quienes estaban intentando derrocar a Hitler. Desempeñó un papel
clave en la política eclesial que testimoniaba desde la fe contra el horror del
antisemitismo y el holocausto. Acusado de conspiración, fue detenido, internado
en varios campos de exterminio hasta su ejecución en el campo de Flossenburg.
Su teología y su fe, que brillan en sus poemas y cartas, representa el
pensamiento nuevo de la Iglesia brotando en pleno siglo XX, pero que todavía nos
desborda y nos provoca en el siglo XXI. Bonhoeffer fue y es un auténtico
profeta, que murió como todos los verdaderos profetas.
**************
Sepulcro
abierto
Lo
advirtieron primero las mujeres
Marta
y María de Magdala, que, en principio,
llenaron
el sepulcro de aromas funerarios;
lo
recalcaron la mirra y áloe de Nicodemo
y
lienzos de José Arimatea en su intento
consternado
de adecentar lo que no tenía remedio,
su
travesía hacia la muerte negra,
el
infame holocausto que le regalaron.
Luego
los que le seguían diariamente
de
aldea en aldea, que sabían
de
sus pies cansados y sus prodigios,
su
mención del Reino, mas ignorando
que
al mismo Dios acompañaban; Mateo
el
publicano, y los que en el lago
volvían
a faenar, perdida la esperanza,
Simón,
Andrés, Juan y Santiago.
Fue
la noche de un Viernes madrugada.
Algo
así como rocío por cuajar,
entraba
por las rendijas de la piedra
seguro
de llegar a sus destino,
exultante
de amor y rebeldía.
Era
el aliento de Dios y su designio;
y
así anunciaba el Padre -cosas suyas-
la
resurrección de su hijo predilecto,
músculo
a músculo, y diástole a diástole.
Nunca
una noche fue más pródiga.
El
mismo aire del huerto ya lo probaba
el
Ungido, Jesús, el bien nacido,
sorbiendo
el aire que tanta vida dio
tan
generosamente y por tan poco,
árbol
frondoso su madero de Rey,
transparente
el huerto, y transparente
la
cruz que fue una afrenta infame,
hasta
romper los lienzos de la muerte.
Algunos,
cuando lo vieron, se asustaron.
Otros
lloraron de alegría.
Como
una cometa que surca todo el cielo
aquí
dejó su aliento y como si tal cosa,
reincidente
en su amor hasta el extremo,
amigo
de marginados y oprimidos,
por
ahí anda volviendo a hacer lo mismo.
FERNANDO
LEÓN
(Melilla. 1951). Residente desde niño en Sevilla, es un "profesor de
lengua y literatura metido a poeta". Su único libro de poemas publicado es
"Las heridas del agua" (1993), aunque desde siempre han ido
apareciendo sus poemas en diversas revistas literarias. Fernando León hace
latir su fe en lo que enseña, en la lectura que hace de nuestra literatura, en
su poesía honda y cristiana. En este poema sobre la Resurrección de Jesús llama
a Jesús "el aliento de Dios y su designio", "reincidente en su
amor haste el extremo". Un poema para orar en la Pascua.
Virgen
de la Visitación, María,
que dejas Nazaret y vas ligera,
emprendiendo tu azarosa carrera,
sin miedo a aquella dura orografía.
No te importan peligros, lejanía,
tu caridad no conoce frontera
cuando sabes que allí Isabel te espera,
que tu presencia llevará alegría.
Y con ella, fundida en un abrazo,
cantas el himno del poder divino;
¡Magníficat colmado en tu embarazo!
Ser Virgen peregrina es tu destino,
llevando a Jesús siempre en tu regazo;
¡Visitación, María del Camino!
que dejas Nazaret y vas ligera,
emprendiendo tu azarosa carrera,
sin miedo a aquella dura orografía.
No te importan peligros, lejanía,
tu caridad no conoce frontera
cuando sabes que allí Isabel te espera,
que tu presencia llevará alegría.
Y con ella, fundida en un abrazo,
cantas el himno del poder divino;
¡Magníficat colmado en tu embarazo!
Ser Virgen peregrina es tu destino,
llevando a Jesús siempre en tu regazo;
¡Visitación, María del Camino!
JOSÉ LUÍS MARTINEZ.
Sacerdote
marianista. Nació en Aguilar de Bureba (Burgos) en 1923, aunque vivió toda su
infancia en Madrid. Licenciado en Filosofía pura por la Universidad Central de
Madrid y Licenciado en Teología por la Universidad de Friburgo (Suiza). Ha
pasado largos años dedicado a la docencia en diversos colegios marianistas y
ejerciendo cargos de dirección en los mismos. Actualmente sigue colaborando en
la Parroquia Santa María del Pilar de Madrid. Seleccionando de su abundante
creación poética ha publicado diversos poemarios (Retablo, Fuentes en el
camino, La tarde era un grito verde). Entre ellos destaca un curioso salterio,
una traducción poética de todos los salmos bíblicos en forma de sonetos:
"El salterio asonetado".
ESTÁ FLOTANDO EN EL VIENTO
¿Cuántos
caminos debe recorrer un hombre
antes
de que le consideréis un hombre?
Sí,
¿cuántos mares debe surcar una paloma blanca
antes
de que ella duerma sobre la arena?
Sí,
¿cuántas veces deben las balas del cañón volar
antes
de que sean prohibidas para siempre?
La
respuesta, amigo mío, está flotando en el viento,
la
respuesta está flotando en el viento.
¿Cuántos
años puede una montaña existir
antes
de que sea arrastrada al mar?
Si,
¿y cuántos años pueden algunas personas existir
antes
de que se les permita ser libres?
Sí,
¿y cuantas veces puede un hombre volver su cabeza,
fingiendo
simplemente que no ve?
La
respuesta, amigo mío, está flotando en el viento,
la
respuesta está flotando en el viento.
¿Cuántas
veces debe un hombre alzar la vista
antes
de que pueda ver el cielo?
Si,
¿cuántas orejas debe tener un hombre
antes
de que pueda oír gritar a la gente?
Sí,
¿cuántas muertes serán necesarias hasta que él comprenda
que
ya ha muerto demasiada gente?
La
respuesta, amigo mío, está flotando en el viento,
la
respuesta está flotando en el viento.
BLOWIN’ IN THE WIND
How many roads must a man walk down
Before you call him a man?
Yes, 'n' how many seas must a white dove sail
Before she sleeps in the sand?
Yes, 'n' how many times must the cannon balls fly
Before they're forever banned?
The answer, my friend, is blowin' in the wind,
The answer is blowin' in the wind.
How many years can a mountain exist
Before it's washed to the sea?
Yes, 'n' how many years can some people exist
Before they're allowed to be free?
Yes, 'n' how many times can a man turn his head,
Pretending he just doesn't see?
The answer, my friend, is blowin' in the wind,
The answer is blowin' in the wind.
How many times must a man look up
Before he can see the sky?
Yes, 'n' how many ears must one man have
Before he can hear people cry?
Yes, 'n' how many deaths will it take till he knows
That too many people have died?
The answer, my friend, is blowin' in the wind,
The answer is blowin' in the wind.
Before you call him a man?
Yes, 'n' how many seas must a white dove sail
Before she sleeps in the sand?
Yes, 'n' how many times must the cannon balls fly
Before they're forever banned?
The answer, my friend, is blowin' in the wind,
The answer is blowin' in the wind.
How many years can a mountain exist
Before it's washed to the sea?
Yes, 'n' how many years can some people exist
Before they're allowed to be free?
Yes, 'n' how many times can a man turn his head,
Pretending he just doesn't see?
The answer, my friend, is blowin' in the wind,
The answer is blowin' in the wind.
How many times must a man look up
Before he can see the sky?
Yes, 'n' how many ears must one man have
Before he can hear people cry?
Yes, 'n' how many deaths will it take till he knows
That too many people have died?
The answer, my friend, is blowin' in the wind,
The answer is blowin' in the wind.
BOB DYLAN, nombre
artístico de ROBERT ALLEN ZIMMERMAN (Duluth, Minnesota, Estados Unidos; 24 de mayo de 1941),
ha sido, durante cinco décadas, una de las mayores figuras en la música
popular, siendo considerado uno de los compositores y músicos más influyentes y
prolíficos del siglo XX. Muchos de los más célebres
trabajos de Dylan datan de la década de 1960, en la cual se convirtió en un
cronista informal de los conflictos estadounidenses. Aunque es bien conocido
por revolucionar el concepto de los límites de la música popular en 1965 con el
single "Like a Rolling Stone"de
seis minutos de duración, algunas de sus primeras canciones, como "Blowin' in the Wind"
y "The Times They Are
a-Changin'", se convirtieron en himnos
antibélicos y de los movimientos civiles de la
época.
A
lo largo de su carrera, Dylan ha sido reconocido y honrado por sus
composiciones, interpretaciones y grabaciones. Sus discos le han valido varios Grammys,
Globos de Oro y premios de la
Academia, y su nombre se halla en el Salón de la
Fama del Rock and Roll, el Salón de la
Fama de Compositores de Nashville y el Salón de la
Fama de los Compositores. En enero de 1990, fue investido Caballero de
la Orden de las Artes y las Letras por el Ministro de Cultura de
Francia Jack Lang. En 1999, fue incluido en la lista de
las cien personas más influyentes del siglo XX elaborada por la revista Time. En el año 2000, ganó el Premio de Música
Polar de la Real Academia Sueca
de Música,y en 2004 alcanzó el segundo puesto en la lista de los 100
mejores artistas de todos los tiempos elaborada por la revista Rolling Stone, después de The Beatles. El 13 de junio de 2007
fue premiado con el Premio Príncipe de Asturias de
las
Artes,y en 2008 recibió un
reconocimiento honorario del Premio Pulitzer por su "profundo impacto
en la música popular y en la cultura americana, marcado por sus composiciones
líricas de extraordinario poder poético". En este contexto, desde 1996
diversos autores y académicos han nominado a Dylan para la candidatura del Premio Nobel de
Literatura.
Blowin’ in
the wind.
El poema, convertido en canción, fue incluido en el álbum The Freewheelin' Bob
Dylan, editado el 27 de mayo
de 1963. Es descrita
como una canción protesta, que
contiene una serie de preguntas retóricas
sobre la paz, la guerra
y la libertad, no haciendo referencia a ningún
evento específico. En 1999 fue introducida en el Grammy Hall of Fame y en 2004
la revista Rolling Stone la
consideró la decimocuarta mejor canción de todos los tiempos. En junio de
1962, la canción fue publicada en la revista "Sign Out!", con
comentarios de Dylan: "Creo que entre el gran número de criminales que
existe, se pueden contar los que vuelven la cara cuando ven el mal y saben que
es el mal. Yo no tengo más que veintiún años y sé que se han hecho ya
demasiadas guerras; ustedes, los que tienen más, lo deberíais saber mejor aún.
Ahora la mejor forma de responder a las preguntas de la canción, es
exponerlas."
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