Juan Carlos Scannone: filosofía y teología de la liberación en América Latina
Entrevista
Juan Carlos Scannone: filosofía y teología de
la liberación en América Latina
Héctor David León Jiménez
Juan Carlos Scannone: filosofía y teología de
la liberación en América Latina
Héctor David León Jiménez
Héctor León (HL): P. Juan Carlos Scan-
none, agradezco su disposición al diálogo.
Para quienes nos interesa la filosofía en su
generalidad, con todo lo que ella representa
y, particularmente la filosofía latinoameri-
cana, resulta fundamental entender su obra
y pensamiento, entendiendo su vida. Esto
porque usted ha sido pieza fundamental en
la configuración de la así llamada Filosofía
de la Liberación. De su obra y pensamien-
to sabemos por Seibold1 o Beorlegui2 y de
lo que podemos leer en sus escritos. Pero
es importante saber quién es Juan Carlos
Scannone de su propia palabra ¿Qué pode-
mos saber de su persona que nos permita
entender su pensamiento y obra?
Juan Carlos Scannone (JCS): Soy cristiano y sacerdote jesuita, con vocación filosófica y teológica. Yo uno mi condición de jesuita y filósofo con mi dedicación a América Latina. Por ello, cuando tuve que hacer mi doctorado en filosofía, en Alemania, escogí como tema la filosofía de la acción de Maurice Blondel, quien practicaba el lema “viviendo en cristiano, pensar como filósofo”, uniendo un pensamiento especu- lativo surgido de la praxis, con la vida de fe alimentada por los ejercicios espirituales ignacianos. Al regresar, en 1967, a la Ar- gentina, se integró a esos dos elementos, un tercero, a saber, el interés por América Latina, por su específica alteridad cultural y por los injustamente pobres y excluidos de nuestro continente, para lo cual me había preparado en la lectura de Emmanuel Lévinas. De ahí mi servicio especulativo pero práctico, a los pobres y al mundo de los pobres mediante una filosofía y teología en perspectiva liberadora y latinoamericana.
Juan Carlos Scannone (JCS): Soy cristiano y sacerdote jesuita, con vocación filosófica y teológica. Yo uno mi condición de jesuita y filósofo con mi dedicación a América Latina. Por ello, cuando tuve que hacer mi doctorado en filosofía, en Alemania, escogí como tema la filosofía de la acción de Maurice Blondel, quien practicaba el lema “viviendo en cristiano, pensar como filósofo”, uniendo un pensamiento especu- lativo surgido de la praxis, con la vida de fe alimentada por los ejercicios espirituales ignacianos. Al regresar, en 1967, a la Ar- gentina, se integró a esos dos elementos, un tercero, a saber, el interés por América Latina, por su específica alteridad cultural y por los injustamente pobres y excluidos de nuestro continente, para lo cual me había preparado en la lectura de Emmanuel Lévinas. De ahí mi servicio especulativo pero práctico, a los pobres y al mundo de los pobres mediante una filosofía y teología en perspectiva liberadora y latinoamericana.
HL: Llama mi atención lo que dice:
la unión entre filosofía, jesuita y América
Latina. Seguro quien conozca su obra sabrá
que configuró, junto con otros Jesuitas,
entre ellos Ignacio Ellacuría, un grupo de
pensadores de la realidad latinoamericana,
el Equipo Jesuita Latinoamericano de Re-
flexión Filosófica. Entiendo que recibieron
de parte del P. Pedro Arrupe y la Con-
gregación General 32 la misión de pensar
una filosofía que estuviera inculturada y
contextualizada. En su autobiografía nos
dice algo de esto, de cómo la compañía lo ha
marcado. P. Scannone, díganos algo particu-
lar que nos permita entenderlo y entender
su pensamiento ¿Hay algún momento clave,
vital o fundamental en su vida, que haya
configurado lo que hoy es?
JCS: Un momento clave que cambió
mi vida, fue cuando yo iba a la reunión del
Escorial en 1972, en la cual se presentó la Héctor León
HL:
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Jorge Seibold, “Nuevo punto de partida en la filosofía latinoamericana. Las grandes etapas de la filosofía
inculturada de J.C. Scannone”, Stromata, año XLVII, enero-junio 1-2 (1991), 193-204.
-
Carlos Beorlegui, Historia del pensamiento filosófico latinoamericano. Una búsqueda incesante de la identidad
(Bilbao: Universidad de Deusto, 2004).
Revista semestral • Nueva Época • volumen VII, núm. 23, Diciembre 2016
Teología de la liberación en Europa. Yo iba
a ir como un participante más y, justo unos
días antes de partir, me llegó la invitación
para participar como ponente. Había
escrito algunas cosas sobre la Teología de
la liberación en un sentido crítico, más
filosófico; particularmente la corriente
de la Teología de la liberación conocida
en Argentina como la Teología del pue-
blo, supongo que por ello me invitaron a
presentar una conferencia y participar
en un seminario. Aquello me tomó por
sorpresa, les dije: “Dejen lo pienso” y, la
verdad me tiré a la pileta sin saber nadar,
confiándome en la mano de Dios. Hubo
diferencia porque pasé de ser participante,
a ser uno de los expositores principales
en el Congreso. Eso me cambió la vida,
fue un momento especial en mi vida y,
sin ser particularmente filosófico, sí lo es
porque mi intervención en Teología de la
liberación y, particularmente en Teología
del Pueblo, es más desde la filosofía, sobre
todo los aspectos metodológicos o relacio-
nes con la cultura. Yo realizo mi trabajo sin
separar lo teológico y lo filosófico, mi ser-
vicio filosófico a la Teología y a la doctrina
social de la Iglesia, lo realizó por ejemplo
pensando temas como el servicio a la Fe y
la promoción de la justicia (qué también es
tema central en la Compañía Jesús después de la Congregación 32); luego entonces
este es un acontecimiento central en mi
vida, yo no estaría aquí ahora si no hubiera
aceptado en 1972 tener esa conferencia en
el Escorial.
HL: A propósito de lo que acaba
de decir ¿Se concibe más un teólogo que
filósofo? Por su narración podría pensar
que es un filósofo que hace teología, ¿es
correcta mi percepción?
JCS: Me considero ante todo un fi- lósofo, pero, en cuanto creyente, pongo también mi pensar filosófico al servicio de la teología, aunque respetando plenamente la autonomía del pensar filosófico. Muchas veces se trata de la misma temática, rela- cionada con la realidad social y cultural latinoamericana, pero pensada desde perspectivas u objetos formales distintos (la razón radical propia de la filosofía, la fe cristiana), usando en ambos casos la mediación de la sabiduría popular y de las distintas ciencias humanas y sociales. Así la filosofía y la teología se fecundan mutua- mente, uniéndose sin confundirse.
JCS: Me considero ante todo un fi- lósofo, pero, en cuanto creyente, pongo también mi pensar filosófico al servicio de la teología, aunque respetando plenamente la autonomía del pensar filosófico. Muchas veces se trata de la misma temática, rela- cionada con la realidad social y cultural latinoamericana, pero pensada desde perspectivas u objetos formales distintos (la razón radical propia de la filosofía, la fe cristiana), usando en ambos casos la mediación de la sabiduría popular y de las distintas ciencias humanas y sociales. Así la filosofía y la teología se fecundan mutua- mente, uniéndose sin confundirse.
HL: P. Scannone, su pensamiento se
ha nutrido de varias influencias. Su obra
ha experimentado transformaciones, fue
alumno de Karl Rahner, dialogó con Paul
Ricoeur y Emmanuel Lévinas, estudió
a profundidad a Blondel, tuvo diálogos
J C S : Se trata de saberes distintos en un
diálogo inter y transdisciplinar, en servicio
de la transformación de la realidad en más
justa, más solidaria, más humana y, en el caso
de la teología, según el espíritu del Evangelio.
:Además, la teología puede asumir los aportes de la filosofía, y la teología y la filosofía, pue- den asumir los aportes de las ciencias, dentro de su propio horizonte universal y radical de compresión u objeto formal, respetándolas en su autonomía, pero transformándolas y elevándolas a la universalidad, la cual es analógica y está situada tanto histórica como geoculturalmente.
con Ellacuría, la lista de encuentros e
influjos puede ser amplia ¿quiénes lo
han influido y marcado en su pensa-
miento?
JCS: Bueno, son varios, no podría decir qué éste más que el otro. Lo cierto es que Karl Rahner fue muy importante en mi formación filosófi-
ca. Antes de él, gente no tan conocida pero importante como el Padre Miguel Ángel Fiorito; por supuesto figuras como Ricoeur, Lévinas, Jean-Luc Ma- rion, Puntel, un profesor brasileño en Munich, y así, una lista amplia difícil
de explicar porque habría que decir, éste en esto y, éste en esto otro. Yo mismo reconozco que Enrique Dussel me abrió al interés por lo latinoamericano. Así otras figuras no tan conocidas como Enrritzi quien me introdujo al estudio de Blondel, que por supuesto, aunque fallecido, su obra me influyó para unir mi vida espiritual y mi fe cristiana con la filosofía. Este es un influjo central y, el otro, la perspectiva latinoamericana, se da en mí cuando volví a Argentina, gracias a la mediación de Enrique Dussel y Lucio Gera, un teólogo argentino, él me ayudó a revalorizar la piedad popular. Así, hay mucha gente que fueron importantes, tal vez no tan famosos, como el mismo Padre Seibold con quien tengo una amistad de muchos años, con él he pensado el tema de la mística popular; hemos discutido tanto filosófica, como teológicamente el tema de la piedad popular y los pobres.
HL: P. Juan Carlos, ¿Cómo dialogan y/o se articulan teología y filosofía?
JCS: Bueno, son varios, no podría decir qué éste más que el otro. Lo cierto es que Karl Rahner fue muy importante en mi formación filosófi-
ca. Antes de él, gente no tan conocida pero importante como el Padre Miguel Ángel Fiorito; por supuesto figuras como Ricoeur, Lévinas, Jean-Luc Ma- rion, Puntel, un profesor brasileño en Munich, y así, una lista amplia difícil
de explicar porque habría que decir, éste en esto y, éste en esto otro. Yo mismo reconozco que Enrique Dussel me abrió al interés por lo latinoamericano. Así otras figuras no tan conocidas como Enrritzi quien me introdujo al estudio de Blondel, que por supuesto, aunque fallecido, su obra me influyó para unir mi vida espiritual y mi fe cristiana con la filosofía. Este es un influjo central y, el otro, la perspectiva latinoamericana, se da en mí cuando volví a Argentina, gracias a la mediación de Enrique Dussel y Lucio Gera, un teólogo argentino, él me ayudó a revalorizar la piedad popular. Así, hay mucha gente que fueron importantes, tal vez no tan famosos, como el mismo Padre Seibold con quien tengo una amistad de muchos años, con él he pensado el tema de la mística popular; hemos discutido tanto filosófica, como teológicamente el tema de la piedad popular y los pobres.
HL: P. Juan Carlos, ¿Cómo dialogan y/o se articulan teología y filosofía?
:Además, la teología puede asumir los aportes de la filosofía, y la teología y la filosofía, pue- den asumir los aportes de las ciencias, dentro de su propio horizonte universal y radical de compresión u objeto formal, respetándolas en su autonomía, pero transformándolas y elevándolas a la universalidad, la cual es analógica y está situada tanto histórica como geoculturalmente.
HL: Usted es uno de los fundadores
de la Filosofía de la liberación. Sobre ella
existen varias lecturas sobre su origen.
Algunos señalan que su origen está en los
planteamientos de Sarmiento y Alberdi,
que aquello era ya Filosofía de la Libera-
ción; otros señalan que el origen inmediato
sería el texto de Salazar Bondy ¿Existe una
filosofía de nuestra América? y la posterior
polémica con Leopoldo Zea; una lectura
más ubica su origen en Argentina, en el II
Congreso Nacional de Filosofía de Córdo-
ba; otros defienden que fue en las Jornadas
de Filosofía de San Miguel en 1971, (Alta
Gracia). En fin, hasta donde se sabe usted
organizó esas Jornadas, en ellas presentó la
conferencia “Teología y política. El actual
desafío planteado al lenguaje teológico
latinoamericano de la liberación”3, sobre el
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3. Cfr. Raúl Fornet-Betancourt, “Incidencia de la teología de la liberación en la filosofía latinoamericana” Disponible en: http://www.uca.edu.sv/facultad/chn/c1170/balance.html [fecha de consulta 2 de diciembre de 2016].
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3. Cfr. Raúl Fornet-Betancourt, “Incidencia de la teología de la liberación en la filosofía latinoamericana” Disponible en: http://www.uca.edu.sv/facultad/chn/c1170/balance.html [fecha de consulta 2 de diciembre de 2016].
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punto ¿Cuál es su lectura, cómo se origina?
¿Usted qué papel tuvo en este proceso?
HL: P. Juan Carlos, es muy claro e
interesante el análisis que nos presenta,
confirma lo que analistas del tema como
Carlos Beorlegui4, Fornet-Betancourt5,
Horacio Cerutti6 o David Sánchez7 han
dicho al respecto. Parece entonces que
efectivamente hay un origen fundacional
pero muchas filosofías de la liberación,
en ese sentido hay razón en señalar que la
filosofía de la liberación latinoamericana
fue un movimiento filosófico8. La pregunta
que se impone es, más allá de qué fue la
filosofía de la liberación, sería cómo enten-
der hoy, en el siglo XXI a la filosofía de la
liberación. ¿Qué piensa al respecto?
JCS: La situación de los pobres en América Latina y en el mundo ha cambia- do, porque ya no se trata sólo de opresión y explotación, sino también y, sobre todo, de exclusión -a causa del desempleo
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JCS: La situación de los pobres en América Latina y en el mundo ha cambia- do, porque ya no se trata sólo de opresión y explotación, sino también y, sobre todo, de exclusión -a causa del desempleo
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-
Cfr. op. cit.
-
Cfr. op. cit.
-
Cfr. Horacio Cerutti Guldberg, Filosofía de la liberación latinoamericana (México: FCE, 1983).
-
Cfr. David Sánchez Rubio, Filosofía, derecho y liberación en América Latina (Bilbao: Desclée de Brouwer,
1999).
-
Cfr. Solis, Zuñiga, et. al.; “La filosofía de la liberación”, en Dussel, Mendienta y Bohorquez; El pensamientofilosófico latinoamericano del Caribe y latino, (México: CREFAL/Siglo XXI, 2009), 399-417.------------------------------------------------------
estructural-, estamos en la época de la
globalización, el capitalismo pasó y está
pasando por la crisis iniciada en 2007, se
están coordinando mundialmente distin-
tos movimientos populares -apoyados por
el Papa Francisco-, en muchas partes del
mundo y en América Latina se vuelve a
gobiernos de derecha. Como la filosofía y
la teología de la liberación comienzan con
el “ver” mediado por las ciencias humanas
y sociales, también han de ir cambiando
la reflexión y la acción correspondientes,
según el método “ver, juzgar, actuar”.
Son 45 años desde que usted,
Dussel y otros forjaron la Filosofía de la
liberación. No sólo en su caso, en otros, su
pensamiento ha experimentado una trans-
formación. Algunos autores al día de hoy
cuestionan su validez y vigencia, señalando
por ejemplo su incapacidad para lograr sus
propósitos, otros aducen los límites de sus
categorías, de sus métodos. Personas como
Dussel señalan que lo suyo es una filosofía
de la liberación, una ética de la liberación.
Otros como Fornet-Betancourt dice que su
filosofía intercultural es una filosofía de la
liberación. Usted en “Actualidad y futuro
de la filosofía de la liberación”9 defiende su
vigencia, en otro sentido Héctor Samour
en “El significado de la filosofía de la libe-
ración hoy”,10 también reconoce que tiene
vigencia pero no está de acuerdo con usted
al señalar que la “crisis, no es suficiente
para proclamar la actualidad y la vigencia
de la filosofía de la liberación apelando a la
persistencia de la pobreza y de la exclusión
que sufren las mayorías latinoamericanas”.
¿Qué piensa al respecto? ¿Tiene vigencia o
no filosofía de la liberación? En cualquier
caso ¿por qué?
JCS: Hay que distinguir la propuesta
misma de una filosofía de la liberación y lo que podamos haber contribuido pensado-
res como Dussel, Kusch, Cullen o yo con
nuestras limitaciones y condicionamien-
tos. La propuesta sigue siendo válida hasta
que se supere la actual situación de pobre-
za, inequidad e injusticia, tanto en nuestra
América como en el mundo. No importa
si se la llama filosofía de la liberación o
de otra manera, con tal que contribuya
realmente, desde el plano filosófico, a la
liberación humana integral. Por otro lado,
la filosofía intercultural (y otras de nuevo
cuño) no “superan” la filosofía de la libera-
ción, sino que la prolongan y enriquecen,
sin negarla. Pero, además, juzgo que el
método ana(dia)léctico que tanto Dussel
como yo hemos desarrollado, sigue siendo
muy válido tanto para una comprensión de
la interacción sincrónica de las distintas di-
mensiones de la sociedad, como para pen-
sar diacrónicamente la historia de modo
que se la comprenda abierta a la genuina
novedad, a la alteridad de las culturas y a
la trascendencia religiosa, sin caer en una
dialéctica de la totalidad (cerrada), ni en
una mera continuidad, rectilínea y sin
rupturas.
HL: ¿Qué representa Enrique Dussel,
él tuvo una tarea primordial en el origen
y posterior desarrollo de la filosofía de la
liberación?
JCS: Yo creo que sí, pero al mismo tiempo todo aquel grupo del que le he hablado. Conviene precisar que el cono- cimiento de Lévinas en América Latina, el uso de categorías como analogía o analéctica, fueron contribuciones mías en aquellas reuniones. Dussel desde entonces tiene relevancia, estaba muy metido en estos temas, él me introdujo a mí en la filosofía latinoamericana. Por entonces, él se centraba mucho en Heidegger, como
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JCS: Yo creo que sí, pero al mismo tiempo todo aquel grupo del que le he hablado. Conviene precisar que el cono- cimiento de Lévinas en América Latina, el uso de categorías como analogía o analéctica, fueron contribuciones mías en aquellas reuniones. Dussel desde entonces tiene relevancia, estaba muy metido en estos temas, él me introdujo a mí en la filosofía latinoamericana. Por entonces, él se centraba mucho en Heidegger, como
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9. Cfr. Juan Carlos Scannone, Actualidad y futuro de la filosofía de la liberación, Disponible en: http://old.
afyl.org/scannone.pdf
10. Cfr. Héctor Samour, El significado de la filosofía de la liberación hoy, disponible en: http://www.uca.edu. sv/facultad/chn/c1170/El%20significado_de_la_filosofia_de_la_liberacion_hoy.HS.pdf
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10. Cfr. Héctor Samour, El significado de la filosofía de la liberación hoy, disponible en: http://www.uca.edu. sv/facultad/chn/c1170/El%20significado_de_la_filosofia_de_la_liberacion_hoy.HS.pdf
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antes yo lo había hecho al trabajar con
Max Müller la relación entre Blondel y
Heidegger. Dussel hizo que me invitarán
a aquellas reuniones y desde entonces él
empezó a estudiar a Lévinas. El origen de
la filosofía de la liberación tiene que ver
con la respuesta que dimos a la pregunta
que provocaba Salazar Bondy de si existe
una filosofía en nuestra América. Nuestra
respuesta fue: existe pero tiene que ser una
filosofía de la liberación. Salazar Bondy lo
negaba porque había una dependencia;
la discusión que tuvimos en San Miguel,
donde participaron Zea y Bondy, allí,
coincidiendo con él, decíamos que sí, que
ha habido una relación de dependencia
económica y política, pero culturalmente
ha habido una resistencia y hay una cultura
latinoamericana que nos da para pensar
filosóficamente.
P. Juan Carlos permítame abordar
un último asunto: un tema que ha estado
presente en sus estudios e investigaciones
es la religión. Lo ha abordado como teólo-
go y como filósofo. Si nos concentramos en esta última perspectiva, ¿qué significa
pensar filosóficamente la religión? ¿Por qué
la religión es un tema-problema filosófico?
JCS: La religión es un hecho y una expe-
riencia humana que dan qué pensar, aunque
para el creyente se trate de algo más que hu-
mano. Por eso la religión no puede dejar de
ser objeto de la filosofía, sobre todo porque
ésta no se queda en la superficie de las cosas,
sino que avanza hacia y hasta lo primero y
último en el orden del sentido, la verdad y
el bien. Algunos filósofos hablan de un “¿por
qué?” último, y otros, de un “porque”, pero la
filosofía no puede prescindir de lo radical y
total en su preguntar crítico.
H L : Una pregunta humana, que también formulamos filosóficamente, que atraviesa la historia de la filosofía, es la pregunta por Dios. Usted aborda el tema de Dios, lo mismo teológica, que filosóficamente. En sus escritos filosóficos ha afirmado la necesidad de pensar a Dios con otras claves, con una racionalidad nueva o un nuevo pensamiento. Para usted no da lo mismo pensar a Dios desde Europa que desde América Latina, su propuesta es pensarlo desde las víctimas, considerando los muchos holocaustos11, supongo que por ello dice que es más preciso decir que Dios está siendo presente, que afirmar que Dios es omnipresente12.
P. Scannone ¿Qué se puede decir de Dios? ¿Cómo hablar filosóficamente de Dios hoy en América Latina?
H L : Una pregunta humana, que también formulamos filosóficamente, que atraviesa la historia de la filosofía, es la pregunta por Dios. Usted aborda el tema de Dios, lo mismo teológica, que filosóficamente. En sus escritos filosóficos ha afirmado la necesidad de pensar a Dios con otras claves, con una racionalidad nueva o un nuevo pensamiento. Para usted no da lo mismo pensar a Dios desde Europa que desde América Latina, su propuesta es pensarlo desde las víctimas, considerando los muchos holocaustos11, supongo que por ello dice que es más preciso decir que Dios está siendo presente, que afirmar que Dios es omnipresente12.
P. Scannone ¿Qué se puede decir de Dios? ¿Cómo hablar filosóficamente de Dios hoy en América Latina?
JCS: Me parece que pensar a Dios des-
de las víctimas históricas nos abre a una
comprensión más realista e histórica del
verdadero Dios como amor y misericordia,
involucrado con la liberación de aquéllas,
a través de los hombres y mujeres que se
dejan interpelar por ellas y por Dios en y
a través de ellas, solidarizándose con las
mismas. Estimo que la piedad popular la-
tinoamericana, en cuanto es genuina, con-
tribuye a ese nuevo pensamiento de Dios
desde las víctimas, no sólo en relación al
qué pensar (dimensión semántica), sino también al cómo (dimensión pragmática
del lenguaje religioso). La filosofía tiene
distintos métodos y hay que aprovecharlos
a todos, en la medida de lo posible, en
filosofía de la religión, planteando no so-
lamente la cuestión del sentido, sino tam-
bién las de la verdad y el bien. De ahí que
la filosofía de la religión no puede dejar
de utilizar los métodos fenomenológico y
hermenéutico, que tanto han contribuido
y están contribuyendo a hacerla progresar.
Pero ella tampoco puede prescindir de
la cuestión crítica acerca de la verdad en
general, y, en especial, acerca de la verdad
y realidad de Dios.
HL: P. Scannone muchas gracias por
este diálogo, por la apertura para que los
lectores de Piezas puedan conocer y reconocer su pensamiento.
JCS:: Gracias a ustedes, espero haber dado respuesta a su petición.
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JCS:: Gracias a ustedes, espero haber dado respuesta a su petición.
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Cfr. Juan Carlos Scannone, “Dios desde las víctimas. Contribuciones para un nuevo pensamiento”, en
Religión y nuevo pensamiento. Hacia una filosofía de la religión para nuestro tiempo desde América Latina,
(Barcelona: Anthropos–UAM Iztapalapa, 2005), 103–129.
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Cfr. Juan Carlos Scannone, Religión y nuevo pensamiento. Hacia una filosofía de la religión para nuestro
tiempo desde América Latina (Barcelona: Anthropos–UAM Iztapalapa, 2005), 268.
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