¡A los hermanos y hermanas de fe y política, coraje!
"Somos soñadores. Por eso somos invencibles.
Por Marcelos Barros
Queridos hermanos y hermanas, miembros de nuestros grupos de fe y de esperanza,
Sé que todos estamos aturdidos y aún aturdidos con la noticia que ya se anunciaba, pero que, de todos modos, intentamos creer que aún pudiera ser evitada. Esta vez, no lo dio. Hemos perdido.
Fue hermosa la mística creada en estos últimos días de la campaña electoral. Fue maravilloso ver la garra y la generosidad de tantos / las militantes que se fueron a las calles y dieron la vida día y noche en esa lucha. Y debemos valorar el hecho de que, en tan poco tiempo, y con el ambiente tan hostil, nadando contra la corriente y superando mil dificultades por día, las fuerzas democráticas representadas por el Haddad hayan logrado tanto. Pero el hecho es que perdemos.
El hecho de que la mayoría del pueblo brasileño refrendó un proyecto autoritario y de extrema derecha no puede ser considerado menos importante para todos nosotros y para los movimientos sociales. No hay que decir que esto tiene menos importancia. Sería repetir la fábula del zorro y de la uva. Sin duda, tenemos que reflexionar sobre lo que está sucediendo y lo que ese nuevo contexto que se abre a Brasil (o se cierra) nos pide.
Perdónen a un pobre monje que busca siempre una palabra de la Biblia para el momento que vivimos. En esa noche oscura, me vino a la memoria la palabra del apóstol Pablo: "Hermanos y hermanas, llevad los fardos unos de otros y así cumpliréis la ley de Cristo. (...) En cuanto a mí, que yo me gloríe solamente en la cruz de nuestro Señor Jesucristo. Por él, el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo "(Gal 6, 2 y 14).
En estos domingos, siempre he meditado en los evangelios como Jesús proponía un camino (el de la cruz) y los discípulos no comprendían e insistían en un proyecto de poder sobre la sociedad. Y Jesús advertía de que el proyecto vigente en el sistema del mundo dominante no puede superar la regla del dominio. "Entre ustedes, no debe ser así".
Antiguamente, yo pensaba (de forma medio alienada) que eso significaba que el proyecto de la cruz sería un proyecto anarquista o a parte del mundo. O serviría para grupos de Iglesia, pero nunca como modelo para el mundo. Pero eso era lo que Jesús quería. Al final de la misma carta a los gálatas, Pablo llega a decir que lo importante es ser y vivir una nueva creación (6, 16). Hoy, la gente diría una sociedad del bien-vivir ya partir de una sostenibilidad eco-social nueva y transformadora.
En el Brasil de estos días, intentamos de todos modos trabajar y luchar contra el poder político-sagrado de la derecha que decía "por Dios" para un proyecto de gobierno que era lo que Satanás quería proponer a Jesús en el desierto. Este proyecto se impuso a nuestro pueblo por la propaganda engañosa y por la guerra de cuarta generación. Nos resta ahora volver a las bases y preparar las células de resistencia (los cenáculos de resistencia) en la línea de las minorías abanicas y de la reorganización de la esperanza.
En esa perspectiva, la cruz de la que Pablo habla en ese texto de la carta a los gálatas es el proyecto de transformación del mundo por el inverso del poder. Debe tener incidencia social y política, pero en la línea de oposición profética al mundo y de ir como levadura en la masa subvirtiendo las lógicas del sistema y reinventando una política y otra forma de vivir el poder. Vamos a profundizar esa espiritualidad político-liberadora y recomenzar nuestra lucha.
Sólo es bueno recordar que San Francisco de Asís nos recomendaba que ese camino de nuestra configuración con la cruz de Jesús no puede ser vivida sólo en la sensación de impotencia y de fracaso político. No puede derribarnos de la militancia activa que en esas últimas semanas fue tan hermosa y fecunda. Ella tiene que ser vivida en lo que Francisco llamaba "perfecta alegría" que está en el olvido de nosotros mismos y nuestros proyectos personales en la comunión del Cristo crucificado. Yo pienso que esa palabra de San Francisco puede fortalecernos en ese momento - Recuerdan la palabra de los indios de Chiapas: "Somos soñadores. Por eso somos invencibles. Creo que eso es todo.
Vamos a fortalecernos en el amor unos a otros. Vamos a celebrar la cena de Jesús como ágape que señale la subversión de otro mundo posible y vamos a testificar que "prueba de amor mayor no hay que dar la vida por el hermano", por la hermana ...
Fue hermosa la mística creada en estos últimos días de la campaña electoral. Fue maravilloso ver la garra y la generosidad de tantos / las militantes que se fueron a las calles y dieron la vida día y noche en esa lucha. Y debemos valorar el hecho de que, en tan poco tiempo, y con el ambiente tan hostil, nadando contra la corriente y superando mil dificultades por día, las fuerzas democráticas representadas por el Haddad hayan logrado tanto. Pero el hecho es que perdemos.
El hecho de que la mayoría del pueblo brasileño refrendó un proyecto autoritario y de extrema derecha no puede ser considerado menos importante para todos nosotros y para los movimientos sociales. No hay que decir que esto tiene menos importancia. Sería repetir la fábula del zorro y de la uva. Sin duda, tenemos que reflexionar sobre lo que está sucediendo y lo que ese nuevo contexto que se abre a Brasil (o se cierra) nos pide.
Perdónen a un pobre monje que busca siempre una palabra de la Biblia para el momento que vivimos. En esa noche oscura, me vino a la memoria la palabra del apóstol Pablo: "Hermanos y hermanas, llevad los fardos unos de otros y así cumpliréis la ley de Cristo. (...) En cuanto a mí, que yo me gloríe solamente en la cruz de nuestro Señor Jesucristo. Por él, el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo "(Gal 6, 2 y 14).
En estos domingos, siempre he meditado en los evangelios como Jesús proponía un camino (el de la cruz) y los discípulos no comprendían e insistían en un proyecto de poder sobre la sociedad. Y Jesús advertía de que el proyecto vigente en el sistema del mundo dominante no puede superar la regla del dominio. "Entre ustedes, no debe ser así".
Antiguamente, yo pensaba (de forma medio alienada) que eso significaba que el proyecto de la cruz sería un proyecto anarquista o a parte del mundo. O serviría para grupos de Iglesia, pero nunca como modelo para el mundo. Pero eso era lo que Jesús quería. Al final de la misma carta a los gálatas, Pablo llega a decir que lo importante es ser y vivir una nueva creación (6, 16). Hoy, la gente diría una sociedad del bien-vivir ya partir de una sostenibilidad eco-social nueva y transformadora.
En el Brasil de estos días, intentamos de todos modos trabajar y luchar contra el poder político-sagrado de la derecha que decía "por Dios" para un proyecto de gobierno que era lo que Satanás quería proponer a Jesús en el desierto. Este proyecto se impuso a nuestro pueblo por la propaganda engañosa y por la guerra de cuarta generación. Nos resta ahora volver a las bases y preparar las células de resistencia (los cenáculos de resistencia) en la línea de las minorías abanicas y de la reorganización de la esperanza.
En esa perspectiva, la cruz de la que Pablo habla en ese texto de la carta a los gálatas es el proyecto de transformación del mundo por el inverso del poder. Debe tener incidencia social y política, pero en la línea de oposición profética al mundo y de ir como levadura en la masa subvirtiendo las lógicas del sistema y reinventando una política y otra forma de vivir el poder. Vamos a profundizar esa espiritualidad político-liberadora y recomenzar nuestra lucha.
Sólo es bueno recordar que San Francisco de Asís nos recomendaba que ese camino de nuestra configuración con la cruz de Jesús no puede ser vivida sólo en la sensación de impotencia y de fracaso político. No puede derribarnos de la militancia activa que en esas últimas semanas fue tan hermosa y fecunda. Ella tiene que ser vivida en lo que Francisco llamaba "perfecta alegría" que está en el olvido de nosotros mismos y nuestros proyectos personales en la comunión del Cristo crucificado. Yo pienso que esa palabra de San Francisco puede fortalecernos en ese momento - Recuerdan la palabra de los indios de Chiapas: "Somos soñadores. Por eso somos invencibles. Creo que eso es todo.
Vamos a fortalecernos en el amor unos a otros. Vamos a celebrar la cena de Jesús como ágape que señale la subversión de otro mundo posible y vamos a testificar que "prueba de amor mayor no hay que dar la vida por el hermano", por la hermana ...
Comentarios
Publicar un comentario